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Los Cercanías Asturias-Cantabria acumularán un año más de retraso y los vecinos explotan: "Es un desastre absoluto"
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CONVOYES MUY OBSOLETOS

Los Cercanías Asturias-Cantabria acumularán un año más de retraso y los vecinos explotan: "Es un desastre absoluto"

Los trenes tendrían que haber llegado en 2024, pero un cálculo erróneo provocó que fuesen más anchos que los túneles por los que debían pasar. La entrega se retrasó hasta 2026 y ahora Renfe ha anunciado que finalmente será en 2027

Foto: Modelos de trenes para Cantabria y Asturias que ahora se retrasan hasta 2027 (Europa Press)
Modelos de trenes para Cantabria y Asturias que ahora se retrasan hasta 2027 (Europa Press)

Los usuarios del tren de cercanías de Asturias y Cantabria viven desde 2023 en el día de la marmota. Unos años antes, en 2020, Renfe se comprometió a actualizar la flota de convoyes porque algunos de los trenes cumplían más de 40 años. Desde entonces, comenzaron a desarrollarse distintos estudios e incluso, se firmó un contrato presupuestado en 240 millones de euros para financiar el cambio. Pero, momentos antes de comenzar a fabricar los trenes, se descubrió que eran más anchos que los túneles por los que debían pasar. Dos ceses después, se tuvo que volver a empezar el proceso. La fecha estimada de entrega, y reiterada en varias ocasiones, fue 2026. Sin embargo, hace menos de una semana, el presidente de Renfe, Álvaro Fernández Heredia, aplazó a 2027 la llegada de los trenes y borró de un plumazo cualquier esperanza de asturianos y cántabros.

"El actual sistema es un desastre absoluto", señala Carlos Fernández, portavoz de la Asociación de Usuarios del Ferrocarril y la Movilidad (Affecom). La antigüedad de los trenes, que hasta 2027 prestarán servicio en estas autonomías, es el origen de los problemas. De hecho, el propio Consejero de Transportes del Principado, Alejandro Calvo (PSOE), reconocía el pasado marzo que el sistema estaba "absolutamente obsoleto".

Por eso, esta demora solo acentúa más una situación enquistada: los retrasos y cancelaciones que afectan cada día a cientos de viajeros. El responsable de Transportes en la oposición asturiana, Pedro de Rueda (PP), cifró en más de 800 las incidencias, que afectaron a unos 1.000 servicios, sobrevenidas en los meses de julio y agosto. "Más del 93% achacables a Renfe o Adif", concreta a este medio. "Su cambio no es ningún capricho, es que están fallando los servicios que utiliza mucha gente para ir a trabajar o a estudiar", denuncia De Rueda, quien también critica que "a pesar de que actualmente subirte a estos Cercanías sea gratuito, el servicio pierde cada mes cientos de viajeros".

Foto: retrasos-trenes-oscar-puente-incidencias-caos-ferroviario

Las líneas más afectadas son la C-8, la que une Aller con Mieres, la C-4, nexo entre Gijón y Cudillero, la C-6, que conecta Infiesto con Oviedo, y la C-7, unión entre la capital asturiana y San Esteban. Carlos Fernández critica que no solo se trata de retrasos cada vez mayores, sino también de un mantenimiento mínimo de los convoyes, falta de personal, cancelaciones y fallos en la planificación horaria de los trenes. "Es imposible ir y volver en el mismo día de Luarca a Oviedo, por ejemplo. El primer tren del día sale de Luarca a las 13.00 y llega sobre las 16.00, por lo que es imposible hacer cualquier trámite burocrático. Pero, lo peor, es que el último tren del día de Oviedo a Luarca sale sobre las 14.00. Es decir, no lo puedes coger. Es algo que no entra en la cabeza de nadie", explica Carlos Fernández.

Otra consecuencia de la obsolescencia es la falta de cobertura en los andenes, lo que sumado a las cancelaciones recurrentes convierte un viaje en un dolor de cabeza. "La gente se queda continuamente tirada y no puede avisar porque en los apeaderos no hay cobertura ni pantallas", explica Fernández. Además, también critica la velocidad de los trenes por no actualizar el sistema de seguridad Asfa digital. Por ejemplo, de Luarca a Oviedo hay unos 90 kilómetros y se tarda casi tres horas.

Por eso, desde Affecom exigen complementar el actual servicio con trenes semidirectos que unan Oviedo con Ferrol y Santander y que solo hagan paradas en los núcleos más grandes. "Los cercanías de ahora hacen unas 30 paradas y en muchas no se sube nadie. Tardamos lo mismo en ir a Madrid que en recorrer 90 kilómetros por el Principado", sostiene el portavoz de la organización, quien asegura que han trasladado sus quejas a las tres administraciones implicadas, pero "nadie explica ni dice nada. Es un silencio que no se entiende".

Foto: renfe-repite-historia-cabian-tuneles-caen-a-cachos

El Gobierno de Asturias (PSOE), preguntado por este medio, ha tirado balones fuera y ha reiterado que no es un asunto regional, sino del Ministerio de Transportes. Una actitud muy distinta a la de sus vecinos cántabros, quienes han criticado especialmente la forma de comunicar la nueva fecha de Álvaro Fernández Heredia —a través de una entrevista en el medio Trenvista—. "Es lo que nos temíamos. Al Presidente de Renfe le merece más respeto la prensa especializada que el Gobierno y la sociedad de Cantabria. Después de meses escurriendo el bulto y sin dar la cara, por fin ha cantado la verdad", señala por su parte la presidenta de Cantabria, la popular María José Sáenz de Buruaga.

El Ejecutivo autonómico, tras conocer este último detalle, sostiene que en este aspecto "llueve sobre mojado" y que ante la falta de claridad y detalles, el consejero de Transportes cántabro ya había mandado una carta a Fernández Heredia para conocer en qué parte del proceso se encuentra la fabricación de los trenes.

Los usuarios del tren de cercanías de Asturias y Cantabria viven desde 2023 en el día de la marmota. Unos años antes, en 2020, Renfe se comprometió a actualizar la flota de convoyes porque algunos de los trenes cumplían más de 40 años. Desde entonces, comenzaron a desarrollarse distintos estudios e incluso, se firmó un contrato presupuestado en 240 millones de euros para financiar el cambio. Pero, momentos antes de comenzar a fabricar los trenes, se descubrió que eran más anchos que los túneles por los que debían pasar. Dos ceses después, se tuvo que volver a empezar el proceso. La fecha estimada de entrega, y reiterada en varias ocasiones, fue 2026. Sin embargo, hace menos de una semana, el presidente de Renfe, Álvaro Fernández Heredia, aplazó a 2027 la llegada de los trenes y borró de un plumazo cualquier esperanza de asturianos y cántabros.

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