El Gobierno lanza la campaña valenciana: "desprecio" a las víctimas y dependencia de Vox

En la Moncloa comienzan a arremangarse ante la posibilidad de unas elecciones anticipadas en la Comunidad Valenciana el próximo mes de marzo. Las últimas señales parecen apuntar más a un acuerdo entre PP y Vox para nombrar un nuevo presidente de la Generalitat, en sustitución del dimitido Carlos Mazón. Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal han recuperado este martes la interlocución, precisamente, para abrir negociaciones.

Pero en el Gobierno consideran que la decisión de Mazón de no apostar por el adelanto y dejar la Generalitat en manos de Vox supone una "prórroga indecente", que los valencianos "no merecen". Y han empezado a calentar el ambiente electoral. "La Comunidad Valenciana ya ha perdido suficiente tiempo. Quienes tienen que decidir el rumbo son los ciudadanos", defendió la portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

Alegría acusó a Feijóo de una "falta absoluta de liderazgo" por permitir que el futuro de la Comunidad Valenciana dependa de la ultraderecha. Y por el "respaldo" y los "aplausos cómplices" que a lo largo de un año ha dado a Mazón. Pero, apostilló, "no me cabe ninguna duda de que los valencianos hablarán, votarán para dejar atrás los años de esta coalición negacionista".

La postura del Gobierno y de los socialistas valencianos es que el presidente de la Generalitat debería haber acompañado su renuncia con la disolución de las Cortes y la convocatoria de una elecciones para que los ciudadanos se pronuncien. Lo que hizo, reseñó la portavoz, fue un discurso de dimisión "absolutamente indigno y que demuestra que el señor Mazón se fue como llegó, sin asumir ninguna responsabilidad, repartiendo culpas, mintiendo y despreciando a las víctimas".

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Desde el Ejecutivo han cargado también contra la eventualidad de que el dirigente valenciano, al frente plenamente de sus funciones hasta que las Cortes Valencianas no elijan a un nuevo presidente, coja una baja, que le permitiría excusar su presencia en las comisiones de investigación en el Congreso y el Senado. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, señaló que la patronal ha criticado a los jóvenes por coger lo que ellos llaman "bajaciones". En el Ministerio, dijo, vamos a respetar la salud física y mental de cualquier persona trabajadora, pero me gustaría escuchar el señor Feijóo porque podríamos estar "presuntamente ante un fraude".

En esta línea, la ministra de Sanidad, Mónica García, defendió que aunque ayer Mazón "se intentó presentar como una víctima, no es una víctima". "Las bajas médicas son un acto médico para proteger la salud, no para proteger la indecencia política", manifestó, para recordar a continuación que hay personas que han perdido a seres queridos y gente que ha visto cómo sus pueblos, sus negocios, sus casas, sus parques, fueron arrasados por la dana.