"Esos lo han filtrado": la fiscal que se enfrentó a García Ortiz sospechó de su entorno desde el inicio

La fiscal jefe provincial de Madrid, Pilar Rodríguez, ha declarado la tarde de este lunes como testigo en el juicio contra Álvaro García Ortiz y ha dejado claro que su superior en el Ministerio Público, la fiscal Almudena Lastra, sospechó desde el primer momento que las filtraciones contra el novio de Isabel Díaz Ayuso procedían del entorno del fiscal general. "Comenta que parece que solo un medio tiene la noticia y su expresión, muy enfadada, es: 'Esos lo han filtrado'", ha relatado Rodríguez. "Y cuando habla de 'esos', se refiere a quienes trabajan en la Fiscalía General del Estado".

Rodríguez ha confirmado que fue ella quien envió al teniente fiscal de la secretaría técnica y antiguo número dos de García Ortiz en este departamento, Diego Villafañe, las diligencias que se seguían contra el novio de Díaz Ayuso entre el 7 y el 8 de marzo de 2024. La fiscal ha apuntado a que en todo momento entendió que se trataba de una orden que procedía de García Ortiz. "Todas las daciones de cuenta son por indicación del fiscal general del Estado", ha señalado.

Cuatro días después, eldiario.es publicó la primera noticia sobre la investigación y esto provocó el mencionado enfado de la fiscal superior de la Comunidad de Madrid, Almudena Lastra. De hecho, los mensajes que Rodríguez se cruzó durante esas fechas con otra compañera apuntaban también en la misma dirección al hablar de la filtración de las diligencias. "Imagino que después de analizarlas, es cuando se ha dado publicidad por FGE [sic]", aseguró Rodríguez en un wasap de marzo de 2024, en referencia a la Fiscalía General del Estado.

Sin embargo, este lunes ha tratado de matizar esta idea. "Una cosa es filtración y otra cosa es publicidad", ha indicado. "Yo no hablo de filtración, hablo de publicidad". El abogado del novio de Isabel Díaz Ayuso, que está personado como acusación particular, ha insistido una y otra en esta cuestión, pero Rodríguez no ha cedido terreno. "Yo no doy nada por supuesto, por eso digo 'imagino'".

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La noche de las filtraciones

El interrogatorio se ha centrado además en la noche del 13 de marzo de 2024, cuando García Ortiz se vio acorralado por una noticia: "La Fiscalía ofrece a la pareja de Ayuso un pacto para que admita dos delitos fiscales mientras judicializa el caso", publicó el diario El Mundo a las 21:29.

El artículo se basaba en el correo electrónico que el fiscal que investigaba al novio de Díaz Ayuso, Alberto González Amador, había enviado a su abogado el día anterior: "Le adjunto copia de la denuncia (...) para facilitarle el derecho de defensa", decía el mensaje. "Aunque se ha denunciado también [a] otras personas, no será obstáculo para poder llegar a un acuerdo si usted y su cliente lo estiman posible".

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Apenas cinco minutos después de publicarse esta información, Rodríguez recibió una llamada de García Ortiz. La conversación duró cuatro minutos y 23 segundos y el resultado de la misma se refleja en los siguientes mensajes que se cruzaron: la fiscal le preguntó a qué dirección quería que le enviara los correos que el abogado de González Amador había enviado a la Fiscalía, a lo que García Ortiz le indicó una cuenta personal de Gmail y no la suya oficial.

De esta manera, Rodríguez primero envió las diligencias a Villafañe y, el 13 de marzo, terminó por mandar los mails al propio García Ortiz. "Yo los correos electrónicos los veo por primera vez esa noche", ha relatado este lunes. En cuanto al hecho de que el fiscal general le indicara una cuenta de correo personal y no la suya oficial, ha asegurado que no le pareció sospechoso: "Si me lo pide el máximo representante del Ministerio Fiscal...", ha defendido.

Entre los mails que envió a García Ortiz aquella noche, se encontraba el del 2 de febrero, en el que el abogado de González Amador decía a la Fiscalía que "ciertamente se han cometido dos delitos" para tratar de cerrar un pacto. García Ortiz lo recibió entre las 21:59 y las 22:01. Menos de dos horas después, a las 23:51, la Cadena Ser publicó una noticia que incluía entrecomillados de este mensaje. "El novio de Ayuso ofreció a la Fiscalía llegar a un pacto declarándose culpable de dos delitos para evitar el juicio", titularon la información.

Salto y el partido de fútbol

Rodríguez ha declarado a primera hora de esta tarde después de que por la mañana lo hiciera el fiscal que investiga a González Amador, Julián Salto. Este ha sido el encargado de abrir la ronda de testificales del juicio. Su declaración ha dejado en evidencia la anomalía de lo sucedido en las horas previas al momento en el que el fiscal general tuvo acceso a los mails y la forma en la que sus superiores le reclamaron que se los enviara de manera urgente. Salto ha explicado que para él solo era un caso más y que no entendió en un inicio a qué venía el "repentino interés" que parecía suscitar.

Su jefa en la Fiscalía de Delitos Económicos de Madrid, Virna Alonso, se encargó de explicarle que el investigado mantenía una relación sentimental con la presidenta de la Comunidad de Madrid. A partir de ese momento, se sucedieron las consultas por parte de sus superiores y, la noche del 13 de marzo, cuando él estaba en el estadio del Atlético de Madrid viendo un partido de fútbol, comenzaron a llamarle para que diera cuenta precisa de los correos intercambiados con la defensa de González Amador.

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Le contactaron a las 9:26 y desde ese momento todo fue un no parar. El detonante fue la mencionada publicación de parte de las conversaciones que había mantenido con el letrado de González Amador. Tanto la fiscal superior de Madrid, Almudena Lastra, como la jefa provincial, Pilar Rodríguez, le contactaron en pleno partido para que detallara lo sucedido en esa negociación privada, aunque hubo diferencias entre una y otra. "Órdenes contradictorias", lo ha denominado el fiscal este lunes.

Lastra entendió que se encontraba en un estadio de fútbol rodeado de gente y le emplazó a la mañana siguiente, pero Rodríguez no tuvo tanta calma. Desde un inicio le insistió en que iba a estar trabajando y que no se iba a acostar hasta que le informara sobre los correos. Aunque quedaron en hablar una vez acabara el partido, la idea duró poco.

En una sucesión de llamadas posterior, la fiscal provincial le indicó que el asunto no podía aplazarse. "Tiene que ser ahora, el fiscal general del Estado no puede esperar", le dijo. Salto salió del estadio y remitió los correos. Preguntado de forma directa si en alguna ocasión se ha encontrado con alguna situación similar, dijo que no. Sin embargo, precisó que la petición de sus dos superiores no fue en ningún momento ilegal. Al igual que Rodríguez, él también consideró que se trataba de una "dación de cuentas".