Koldo sigue los pasos de Ábalos y queda en libertad tras negarse a declarar

Segundo asalto en el Tribunal Supremo, pero mismo guion que con José Luis Ábalos. Koldo García se ha negado a declarar, la Fiscalía Anticorrupción no ha pedido prisión y las acusaciones populares han reclamado mandarle a la cárcel por riesgo de fuga. Tras escuchar a todas las partes —a excepción del propio Koldo—, el juez Leopoldo Puente le ha dejado en libertad.

"No se advierte que sea preciso garantizar su presencia, eludiendo un riesgo intenso de que pudiera sustraerse a la acción de la justicia —riesgo nunca enteramente descartable— que, en cualquier caso, se ha venido conjurando hasta el momento con medidas menos restrictivas", explica el juez. De esta manera, mantiene las mismas medidas cautelares: prohibición de salir del país y comparecencias quincenales en el juzgado.

Koldo era consciente del riesgo y ha acudido al Supremo con una mochila por si el juez le enviaba a prisión. "Hombre precavido vale por dos", ha asegurado a los medios que le esperaban a primera hora de la mañana frente al despacho de su abogada. Ya en el tribunal, se ha encontrado con otros tantos periodistas, pero también con un pequeño grupo de manifestantes que le gritaba "chistorras", en referencia al término en clave que utilizaban los investigados para hablar de billetes de 500 euros.

Fuentes jurídicas explican que el exasesor de Ábalos se ha escudado ante el juez en que todavía no le han devuelto los dispositivos incautados y, por tanto, no puede prepararse para un nuevo interrogatorio. Su abogada ha insistido en ese mismo argumento una y otra vez durante los últimos meses, pero sin éxito. Según advirtió el juez el pasado julio, la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil incautó en la vivienda de Koldo información equivalente a 65 millones de folios y aún está pendiente el análisis de gran parte.

Al igual que ocurrió con Ábalos, el magistrado también le ha reprochado este jueves a Koldo sus constantes quejas. El jefe de la Fiscalía Anticorrupción, Alejandro Luzón, le ha echado además en cara que conceda entrevistas y haga declaraciones en los medios de comunicación, pero, sin embargo, calle ante el magistrado. "Ustedes tienen todo, pero yo no lo tengo", se ha defendido Koldo.

Hace solo 24 horas, el exasesor presentó además un segundo escrito en el que reclama la nulidad de la causa. Según indicaba, el suplicatorio que concedió el Congreso de los Diputados y que determina la competencia del Supremo solo se cursó por la primera parte de la investigación, aquella que afecta a los contratos del covid. Su defensa considera que el resto de la causa, que se centra en el cobro de comisiones por la presunta adjudicación irregular de obras públicas, no estaría entonces justificada.

El "creciente" riesgo de fuga

Las citaciones de Ábalos y Koldo de esta semana se produjeron tras el último informe de la UCO, en el que se apunta a la existencia de movimientos con fondos opacos que manejaba el exasesor del que fuera ministro. Koldo administraba cantidades de dinero en metálico de procedencia irregular con la ayuda de su mujer, Patricia Uriz, y sufragaba distintos pagos de su jefe, desde la pensión alimenticia de uno de sus hijos hasta los supuestos encuentros sexuales de Ábalos con distintas mujeres. Este informe revela además que el PSOE pagaba supuestos sobresueldos al exministro y su asesor con dinero en efectivo.

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B. Parera

En el caso de Ábalos, el juez advirtió este miércoles sobre la existencia de un riesgo incipiente de fuga que se incrementará ante la cercanía de un juicio, una idea que ha repetido con Koldo: "El riesgo de que el investigado pudiera sustraerse a la acción de la justicia resulta creciente, conforme el conjunto de indicios de la posible comisión de graves delitos, sancionados con penas privativas de libertad muy significativas, se robustece, y conforme también se aproxima la fecha de celebración del juicio oral".

De esta manera, ambos evitan la prisión, pero se trata de una decisión temporal que podría cambiar en los próximos meses. Al mismo tiempo, el juez no dudó en incluir este miércoles un párrafo en el que avisa de que "no es ajeno al natural estupor" que produce que Ábalos aún mantenga su escaño en el Congreso. Ya no por meras estrategias de defensa, sino por el hecho de que se le esté investigando por "muy graves delitos" y, al mismo tiempo, ejerza "altas funciones" como la del "control de la acción del Gobierno y la aprobación de normas". "Se trata, creo, de un buen motivo para la reflexión", advirtió.