Las maniobras de Ábalos antes de su citación empeoran más su posición ante el Supremo
Distintas fuentes jurídicas indican que la renuncia a su abogado a las puertas de la declaración y su valoración previa de abandonar el escaño evidencian que intenta eludir o dilatar la acción de la Justicia
Ruptura con su abogado sin designar nueva defensa, coqueteos con una renuncia a su escaño, posibles acercamientos a Koldo García... Los últimos días antes de la declaración de José Luis Ábalos prevista para este miércoles, se están convirtiendo en una sucesión de estrategias que no dejan en buen lugar al socialista a las puertas de presentarse en una de las comparecencias clave del caso que investiga el Tribunal Supremo.
El exministro no solo no parece estar dispuesto a colaborar con la justicia, sino que, además, está proporcionando a las acusaciones más motivos para instar su envío a prisión provisional. De momento, con su último movimiento, la renuncia al que hasta ahora era su defensor, José Aníbal Álvarez, ha dejado sentada la base para reclamar una suspensión de su interrogatorio. No se trata ya de que tenga nuevo letrado. Lo que ha comunicado es que no tiene a ninguno. Y de ahí a alegar indefensión solo hay un paso.
Diferentes fuentes consultadas señalan que con estas maniobras está evidenciando un intento de eludir la acción de la justicia. O al menos de retrasarla lo máximo posible. Todos estos vaivenes comenzaron inmediatamente después de que se conociera el último informe en el que la UCO reúne un sinfín de evidencias que apuntan a que, durante años, contó con una fuente de financiación en b que se nutría con fondos de origen presuntamente irregular y en la que la Guardia Civil incluye pagos en efectivo procedentes del PSOE.
Esta huida hacia adelante acabará, sin embargo, más temprano que tarde. Si continúa sin designar a un abogado para que le acompañe en su declaración, el Supremo podrá proporcionarle uno de oficio. En ocasiones anteriores, como la de Santos Cerdán, eso sí, por cambio de abogado, el juez Leopoldo Puente dejó un margen de unos días para que la nueva defensa pudiera prepararse. En otras, como hizo con Koldo, no aplazó y mantuvo la fecha señalada previamente para la declaración.
No se trata solo de la expulsión de su defensa. Durante la pasada semana, Ábalos coqueteó con la posibilidad de conseguir dilatar los tiempos a través de otra vía. Estudió la posibilidad de renunciar a su escaño y provocar así que el Supremo perdiera la competencia y esta pasara a la Audiencia Nacional, cuyos ritmos de instrucción son mucho más lentos. Consultó con distintos juristas, incluyendo la abogada de su mano derecha, Koldo García, a la que pidió consejo. Parece que esa posibilidad ha quedado descartada, al menos de momento.
Contactos con Koldo
Diversas fuentes jurídicas consultadas aseguran, además, que el exministro mantiene el contacto con su antiguo asesor. Hasta el momento, su estrategia ha consistido o bien en negarlo todo o bien en atribuir a García cualquier remota irregularidad. También alegar desconocimiento. Incluso en presentarse como una víctima de las actividades de Cerdán y su ayudante que, según ha apuntado la UCO y creen tanto el juez como la Fiscalía Anticorrupción, integraron una primera organización criminal que comenzó sus actividades ya en Navarra, años antes de que él fuera ministro.
El incremento de las posibilidades de que el juez ordene prisión provisional tanto para el uno como para el otro ha unido de nuevo a ambos imputados. Las citadas fuentes aseguran que hablan por teléfono y no se descarta, por ello, que hayan podido coordinar sus versiones para ofrecer un relato uniforme. Lo más probable, precisan, es que ninguno de los dos acceda a declarar y que se acojan a su derecho de guardar silencio si la declaración llega a producirse en los tiempos inicialmente previstos.
Esa sintonía ha quedado patente a la vista de sus últimas declaraciones públicas. Sobre el lenguaje convenido que aparece en los mensajes analizados por la guardia civil, en el que las chistorras equivalían a billetes de 500 euros, las lechugas de 100, los soles de 200 y los folios hacían referencia a dinero en general, los dos han indicado que se referían a chorizos o verduras reales, a la moneda peruana o a hojas de papel. Además, la estrategia de dilación puesta en marcha también favorece a Koldo. Si la declaración de uno se aplaza o suspende, sucedería lo mismo con la del otro.
De momento, las acusaciones tienen claro que pedirán que el exministro y su mano derecha sigan el camino de Cerdán y acaben la semana en Soto del Real. Su postura se ve reforzada ante las maniobras descritas. "Le falta huir", bromea una fuente. La Fiscalía Anticorrupción esperará a escucharles para decidir. Hay una cosa clara. El propio Ábalos cree que sus opciones de esquivar la cárcel son mínimas.
Ruptura con su abogado sin designar nueva defensa, coqueteos con una renuncia a su escaño, posibles acercamientos a Koldo García... Los últimos días antes de la declaración de José Luis Ábalos prevista para este miércoles, se están convirtiendo en una sucesión de estrategias que no dejan en buen lugar al socialista a las puertas de presentarse en una de las comparecencias clave del caso que investiga el Tribunal Supremo.