Moreno admite que la mayoría absoluta peligra por el auge de Vox tras la crisis de los cribados
Un sondeo 'flash' realizado durante la polémica de la gestión sanitaria revela que el PP baja tres escaños y se quedaría a uno de perder el gobierno en solitario. El presidente andaluz descarta pactar con los de Abascal
La subida de Vox en todas las encuestas ha encendido las alarmas del Partido Popular, y comienza a atraer las miradas de líderes autonómicos que, hasta la fecha, gozaban de la tranquilidad de una sólida mayoría absoluta. Si nada cambia, Andalucía abrirá las urnas al final del primer semestre de 2026. Juanma Moreno confía en parchear la crisis por los fallos en los cribados del cáncer de mama, una polémica que ha puesto en entredicho una de las grandes banderas argumentativas del presidente andaluz y del propio Feijóo: la de la gestión.
Hace pocos días, en el PP se miraba al 'oasis' andaluz con optimismo, y se confiaba en un opulento resultado para allanar la batalla nacional entre Sánchez y Feijóo. Pero el impacto de la polémica sanitaria y la evolución de los sondeos ha despertado cierta preocupación electoral, tal y como reconoció el propio presidente andaluz durante los corrillos posteriores a la recepción en el Palacio Real con motivo de la Fiesta Nacional. Moreno admitió ante los periodistas que el PP podría perder la mayoría absoluta y señaló a un Vox pujante como culpable.
El ejecutivo andaluz encargó una encuesta flash realizada en plena crisis. Según esos datos demoscópicos, Juanma Moreno retendría un gobierno en solitario, pero por la mínima. El PP pasaría de 58 a 55 escaños, el límite de la mayoría absoluta. Tanto PSOE como Vox habrían registrado una ligera mejora a raíz de los errores en la detección precoz del cáncer. No obstante, el barón del PP minimizó las opciones de los socialistas en la región y ve a María Jesús Montero "muy desgastada" políticamente. La vicepresidenta y candidata, afirmó, podría mejorar como mucho "uno o dos diputados más", pero se movería en una "franja baja", en torno al 22%.
Pero no sucede lo mismo con Vox. La tesis de Moreno, compartida en otros territorios y en la propia Génova, es que los de Santiago Abascal se alimentan del cabreo ciudadano, de la "antipolítica" y la "bronca". Y que una crisis de gestión como la que ha sacudido a la Junta de Andalucía en las últimas semanas sólo mejora sus perspectivas. Sucedió lo mismo durante los devastadores incendios que afectaron a la mitad noroeste del país en agosto. Las encuestas del PP detectaron que Vox se habían beneficiado, de nuevo, del "descontento". Mientras la imagen de solvencia de los populares se resiente, la tendencia nacional de Vox se mantiene al alza.
El líder andaluz reconoció que el votante del partido situado a su derecha comienza a experimentar cierta "transversabilidad", con voto procedente no solo del PP, sino de sectores de la izquierda, y apuntó también a la progresiva "derechización" de la juventud andaluza que puede beneficiar a los de Abascal. Moreno les ve en condiciones de arrebatarles el escaño necesario para perder la mayoría absoluta, con Almería, Málaga o Huelva como provincias donde el partido a su derecha registra mayor fuerza. Si eso sucede, no intentaría un acuerdo con Vox, con los que "la relación es malísima". "No puedo pactar con los que quieren meterme en la cárcel", afirmó.
En este sentido, el presidente de Andalucía no descartó la posibilidad de una repetición electoral en caso de que los de Abascal bloqueasen su investidura o exigiesen entrar en su ejecutivo. El dirigente ha subrayado en rojo el objetivo de "frenar a Vox", para lo que tiene un plazo limitado, como máximo de ocho meses. ¿Cómo? Bajo el mantra del voto útil. "Si les votan, que sepan que perderemos la mayoría y la estabilidad. Pasaremos a mendigar presupuestos y leyes".
Hoy por hoy, y menos en esta situación, Juanma Moreno no se plantea mover la fecha prevista de su convocatoria electoral para hacerlas coincidir con las de Alfonso Fernández Mañueco en Castilla y León, que se celebrarán a mediados de marzo. Y ese plan se mantendrá con una excepción: si Sánchez convoca elecciones generales, él y otros presidentes autonómicos del PP apretarán el botón nuclear.
El líder andaluz se ha volcado en intentar recomponer el tropiezo con la crisis de los cribados. Con la presión social al alza y con Vox apretando, esta semana forzó la salida de la consejera de Salud, Rocío Hernández. "Hemos asumido responsabilidades, y la gente lo ha entendido", se tranquilizó el dirigente este 12 de octubre. Tal y como desveló en una entrevista para El Español, el jefe del ejecutivo de Andalucía impulsará nuevos ceses por la crisis, y la próxima semana el Consejo de Gobierno aprobará un plan de choque sobre los cribados de cáncer que incluirá también los de útero y de colon.
La subida de Vox en todas las encuestas ha encendido las alarmas del Partido Popular, y comienza a atraer las miradas de líderes autonómicos que, hasta la fecha, gozaban de la tranquilidad de una sólida mayoría absoluta. Si nada cambia, Andalucía abrirá las urnas al final del primer semestre de 2026. Juanma Moreno confía en parchear la crisis por los fallos en los cribados del cáncer de mama, una polémica que ha puesto en entredicho una de las grandes banderas argumentativas del presidente andaluz y del propio Feijóo: la de la gestión.