Ayuso desafía la estrategia de Feijóo con el aborto pese a la orden de zanjar el debate

Hay debates incómodos que persiguen al Partido Popular por mucho que intenten acabar con ellos. A veces los agitan PSOE y Vox para desviar el foco de sus problemas y desgastar a su rival político. Pero, en ocasiones, es el fuego amigo el que reactiva incendios que Génova intenta extinguir. El del aborto es uno de ellos. Cuanto más se enreda el PP, más consigue el Gobierno asomar cabeza y torear su tormenta judicial. Tras una semana de dificultades, Alberto Núñez Feijóo quiso resolverlo de manera categórica y dejó clara su posición —y por ende la del partido— no sólo frente a Sánchez, sino también frente a la nota discordante que entona el PP de Madrid.

El comunicado, que el presidente del PP compartió en todas sus redes sociales, sorprendió por su rotundidad y se interpreta a la interna como un medido toque de atención a Isabel Díaz Ayuso. La presidenta de la Comunidad de Madrid, entregada a la batalla política y personal contra Sánchez, había amplificado en las últimas horas el debate sobre el aborto pese a que la orden interna era precisamente la contraria. Y no sólo eso. También se rebeló públicamente contra el cumplimiento de la ley que obliga a crear un registro médico de objetores a practicar interrupciones del embarazo. "¡Váyanse a otro lado a abortar!", espetó en la Asamblea de Madrid.

El presidente del Gobierno, consciente de las dificultades del PP con este asunto, envió hace unos días una carta a cuatro comunidades para requerirles que cumplan la ley a la mayor brevedad y pongan en marcha el mencionado mecanismo de objetores. Asturias, Baleares y Aragón —las dos últimas gobernadas por los populares— se comprometieron a hacerlo sin levantar mayor revuelo. En privado, fuentes de Génova también se reafirmaban hace días en el compromiso de que, pese censurar la estrategia de Sánchez de utilizar "cortinas de humo" para tapar sus problemas judiciales, el PP "cumple con la ley". Sólo la Comunidad de Madrid se salió del carril.

"No voy a obligar a un médico de la Comunidad de Madrid a actuar contra su conciencia y su libertad, y no voy a hacer una lista negra de médicos nunca", lanzó Ayuso. Sánchez no dejó escapar esa ventana de oportunidad en una jornada de nuevo delicada por las revelaciones de la UCO sobre los gastos que el PSOE pagó en efectivo a Ábalos o sobre la presunta reunión que mantuvo la fiscal jefe de Madrid con Begoña Gómez, y anunció que llevaría a Ayuso a los tribunales si mantiene su desafío. Ahí fue cuando Feijóo estalló con una carta en la que se centró en atacar al Gobierno, pero con la que también marcó distancias con la presidenta madrileña.

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"Dejen de manosear las causas superadas por las mujeres y no inventen una España a la que solo Sánchez necesita volver", escribió el gallego, molesto por el hecho de que se haya reabierto y amplificado desde sus propias filas un melón tan incómodo para el PP. Feijóo ratificó la posición que ya adquirió en 2023 —y por la que también se encontró con recelos en el sector más conservador del PP—, cuando asumió la ley de plazos y defendió el aborto como un "derecho".

"Garantizaré siempre que cualquier mujer que opte por la interrupción de su embarazo pueda hacerlo con la mejor atención médica y psicológica, conforme a las leyes", refrendó. En el comunicado, cargó contra Sánchez por "utilizar" a las mujeres y convertirlas en su "salvavidas político", y pidió zanjar el debate. "Yo no utilizaré causas superadas ni banderas morales para enfrentar a la sociedad". El líder del PP no desautorizó expresamente a Ayuso, pero ni él ni ningún portavoz salió a respaldar el posicionamiento de la baronesa popular.

Génova quiere dar carpetazo a un asunto que, como admiten a la interna, "nos hace daño" y ayuda al presidente a "distraer la atención" de sus cuentas pendientes con la Justicia, en pleno escándalo por la presunta financiación irregular en Ferraz que revela la UCO en su último informe. "El presidente está por encima de las declaraciones que, fuera de la línea oficial, pueda hacer cualquier afiliado", aplauden voces populares. Pero en Sol evitan darse por aludidos. Preguntados por esta cuestión, afirman que "por supuesto" mantendrán su negativa a crear el registro de objetores, aunque ello implique enfrentarse a Sánchez en los tribunales y, por tanto, alargar la polémica.

Feijóo rehúye la 'pinza' PSOE-Vox

El Gobierno ha exprimido al máximo el nuevo resbalón del PP con el aborto. Porque más allá de las controvertidas declaraciones de Ayuso en la Asamblea, el debate volvió a la primera página de la política nacional hace una semana, después de que el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, aprobase en el Ayuntamiento de Madrid una moción de Vox para informar a las mujeres que desean interrumpir su embarazo de una suerte de 'síndrome postaborto', un "gran error" que provocó enorme malestar en las filas de los populares, que se vieron obligados a rectificar.

Sánchez no desperdició esa máscara de oxígeno. Aprovechó un debate cómodo para el PSOE que concita, además, un amplio consenso social y que ensombrece la estrategia electoral de Feijóo para captar el voto femenino descontento con los socialistas por la sombra de la prostitución o la crisis de las pulseras antimaltrato. El presidente del Gobierno manifestó su intención de blindar en la Constitución el derecho al aborto, a lo que el líder del PP se niega.

También fue el asunto central del último Consejo de Ministros y Sánchez lo empleó en su cara a cara contra Feijóo en el Congreso. Tras el comunicado que Feijóo hizo público este jueves, el propio presidente del Gobierno intentó hurgar en la herida. "Isabel, Alberto tiene una carta para ti", escribió en X, a lo que fue respondido de manera unánime, tanto por Génova como por el PP de Madrid, con el último escándalo de los sobres que salían de Ferraz y que iban a parar a los bolsillos de Ábalos y Koldo.

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Feijóo no quiere perder un minuto con un tema que da por "superado", que ni siquiera sometió a debate en su congreso nacional de julio, y que sigue provocando divisiones internas. El líder del PP trata de rehuir las "trampas" del PSOE, pero también de Vox, que no desaprovechó el asunto para desangrar desde el otro costado al PP. Esta misma semana, el partido de Abascal registró y sometió a votación en la Comisión Constitucional una proposición no de ley para defender "el derecho a la vida". Génova vio el órdago y votó en contra.