Abucheos e insultos a Sánchez en Cáceres pese al "blindaje" policial de la visita

El clima de bronca y crispación que se ha vivido a primera hora de la mañana en la sesión de control del Congreso de los Diputados ha perseguido al presidente del Gobierno en su visita a Cáceres, donde se celebraba la V Convención Turespaña. Pese al blindaje, las vallas que mantenían a Pedro Sánchez separado casi un centenar de metros de los ciudadanos y las decenas de policías nacionales y escoltas que vigilaban la llegada del comité del presidente del Gobierno, los pitos, abucheos e insultos han protagonizado el momento del saludo a las autoridades que le esperaban fuera del Palacio de Congresos.

Insultos, silbidos y gritos permanentes de "corrupto" y "dimite" se han escuchado mientras el presidente del Gobierno se bajaba del coche oficial. A un centenar de metros, tras las vallas y vigilados por agentes de la Policía Nacional y de paisano, un grupo de vecinos gritaban contra la visita. Sánchez, en tono irónico, ha comentado "ya están aquí mis fans" mientras realizaba el protocolario saludo acompañado del ministro de Transportes, Óscar Puente.

Sánchez había salido de la sesión de control y había tomado el helicóptero para desplazarse a unas obras que ha visitado junto al ministro Puente. En torno a las 12:23 horas ha llegado a la V Convención de Turespaña. La visita se había intentado blindar precisamente para evitar en lo posible los abucheos que últimamente acompañan al presidente del Gobierno en todos los actos en la calle.

Decenas de policías nacionales, de paisano, escoltas e incluso un dron se han empleado a fondo para blindar la llegada de Sánchez a la ciudad extremeña. Pero de nada ha servido. Las protestas se han dejado sentir permanentemente a la entrada de la comitiva.

A la espera de la bronca el 12-O

La escena, multiplicada por la tradición y amplificada por el escenario, se repetirá como ya es tristemente una tradición durante el desfile del 12 de Octubre en el Paseo de la Castellana de Madrid, cuando cientos de personas expresan su desacuerdo con el actual jefe del Ejecutivo.

Este año, según informan en fuentes de Moncloa, se espera un nuevo episodio de abucheos e insultos multiplicado por las causas judiciales que cercan al entorno familiar del presidente -su esposa y su hermano- y a sus colaboradores -los dos últimos secretarios de Organización y su fiscal general-.