Podemos juega con los nervios del Gobierno por el embargo de armas: "Hacen electoralismo barato"

Podemos vuelve a llevar al Gobierno al límite. Dos semanas después de tumbar el traspaso de las competencias migratorias a Cataluña, uno de los acuerdos de mayor calado entre PSOE y Junts, los cuatro diputados de la formación morada tienen en sus manos derribar el decreto de embargo de armas a Israel, la propuesta sobre la que el Gobierno asienta su bandera internacional por la causa palestina. Los de Ione Belarra optan por jugar con los nervios del Ejecutivo, y no han querido desvelar este martes el sentido final de su voto. Si se abstienen o votan a favor, el decreto saldrá adelante. Si opta por el 'no', éste decaerá.

La Presidencia del Congreso decidió aplazar la votación a este miércoles 8 de octubre a petición de varios grupos parlamentarios, como PP y Junts, para evitar que coincidiese con el segundo aniversario de los atentados de Hamás contra civiles israelíes que desembocó en una sangrienta respuesta por parte de Netanyahu en la Franja de Gaza. Pero el debate del decreto se celebró igualmente. Hubo bronca, hubo tensión y hubo reproches cruzados entre los grupos parlamentarios. Pero las cartas de los morados continúan boca abajo.

La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, protagonizó un duro discurso en la tribuna de oradores. Volvió a emplear el término de "decreto fake" para referirse a un texto que, a juicio de la formación, no sirve para cortar las relaciones armamentísticas con el "Estado terrorista" de Israel. La dirigente acusó al PSOE y a Sánchez de hacer "electoralismo barato con un asunto tan grave como un genocidio", e insistió en la tesis de que el Ejecutivo sólo busca un "titular" con la aprobación del decreto, sin que se traduzca en efectos reales.

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EFE

"Hagan de una vez por todas algo útilpara parar los pies a ese Hitler del siglo XXI que es Netanyahu", lanzó Belarra. De poco o nada sirvieron las palabras previas del ministro de Economía, Carlos Cuerpo, quien defendió un texto "de máximos" que, sin embargo, sí incluye una cláusula que permite al Gobierno saltarse su propio embargo de armas en situaciones "excepcionales", con elementos que van desde la política exterior a la seguridad nacional.

Desde el Gobierno ven margen "hasta el último momento" para llevar a Podemos al menos a la abstención. El resto de socios del Ejecutivo, incluido Junts, votarán a favor de la convalidación. Este martes muchos de ellos han cargado las tintas contra Ione Belarra ante el riesgo de que tumben un decreto que muchos ven "insuficiente", pero "necesario". "Este es un decreto cobarde. Pero si lo que aprobamos sirve para que salve la vida de un solo niño o niña, nos vale. Aquí sí sirve el malmenorismo", espetó el portavoz de ERC, Gabriel Rufián.

"Quienes piensen en tumbar este decreto ley, que piensen en lo que votarían los palestinos. Votarían 'sí' un millón de veces", afeó también Enrique Santiago, diputado de Sumar. La presión a la formación morada no sólo es política. Este martes, una plataforma de apoyo a Palestina que respaldan más de 600 organizaciones de la sociedad civil y que se ha concentrado a las puertas del Congreso han reclamado a Podemos que vote a favor del real decreto ley.

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El PP, por su parte, tampoco ha desvelado hasta ahora el sentido de su voto. Pero, como avanzó El Confidencial, pulsarán el botón del 'no' salvo instrucción de última hora. Es al menos la tesis que barajaban importantes cargos nacionales de la formación. Este martes, de hecho, el Grupo Popular encargó la defensa de su posición a una de sus diputadas más combativas, la portavoz adjunta Cayetana Álvarez de Toledo.

Desde la tribuna, la dirigente popular aseguró que la "masacre" de Netanyahu sobre Gaza no puede calificarse de "genocidio", una afirmación con la que fue un grado más allá de la postura esgrimida por la dirección nacional, que se pone de perfil respecto a este calificativo hasta que se posicione la Corte Penal Internacional.

"Netanyahu debe rendir cuentas por sus matanzas", expresó. "Pero, ¿genocidio? Raro genocidio el que convive con diputados palestinos en el Parlamento de Israel o el que se compromete a liberar a 1.700 presos palestinos; raro genocidio el que firma que Gaza será reconstruida en beneficio del pueblo palestino que ha sufrido demasiado (...). "Si quieren llamar nazis a los judíos para negarles su derecho a existir, díganselo de frente, exhiban su antisemitismo", lanzó, antes de calificar el decreto de Sánchez de "impostura final del sanchismo" con el único fin de "tapar su corrupción".