El PSOE logró que los sobres con billetes que halló la UCO pasaran el filtro del Tribunal de Cuentas
Sánchez niega la financiación ilegal del PSOE recordando el aval a sus finanzas del Tribunal de Cuentas y un auditor externo, pero la UCO ha descubierto ahora operaciones en efectivo que no aparecen en los informes oficiales
El Gobierno se está quedando sin explicaciones en el caso Koldo. Pedro Sánchez aseguró en la entrevista que concedió a TVE para inaugurar el curso político que no hay caja B en el PSOE. "Si usted me pregunta si hay financiación irregular del Partido Socialista, yo le digo que no la hay (…) Este partido, desde que yo soy secretario general de esta organización, hace dos auditorías. Una, la que legalmente nos obliga el Tribunal de Cuentas, y otra, una auditoría externa".
Moncloa y Ferraz han usado el mismo argumento, incluso después de que el pasado viernes se conociera el informe de la Unidad Central Operativa (UCO) que ha revelado que José Luis Ábalos y Koldo García Izaguirre recibieron dinero en efectivo del PSOE “sin respaldo documental” y que el antiguo portero de prostíbulo y su mujer, Patricia Úriz, manejaban tantos billetes de 500 euros que se desplazaban a un pueblo del norte de Navarra para cambiarlos por otros más pequeños en un supermercado.
La realidad choca con el argumentario. Ni el Tribunal de Cuentas ni la auditoría externa de la contabilidad del PSOE detectaron el uso de efectivo entre 2018 y 2020, los tres ejercicios en los que se centran las sospechas. No consta ninguna mención al uso de billetes y monedas en el funcionamiento ordinario del PSOE en los informes del organismo supervisor de las finanzas de los partidos ni tampoco en los de la auditora contratada por la propia formación para disponer de un segundo dictamen.
En el caso del Tribunal de Cuentas, el análisis del manejo de efectivo forma parte de su labor de control y realiza todo tipo de observaciones cuando observa alguna irregularidad, como el uso de dinero líquido de procedencia desconocida, la contabilidad errónea de las donaciones de los afiliados o el pago de gastos con más efectivo del permitido por la normativa antiblanqueo (2.500 euros).
En 2019, por ejemplo, reprochó a la CUP el ingreso en sus cuentas de 2.005 euros en efectivo para abonar gastos por importe de 1.879. El partido independentista tuvo que aclarar que ese pequeño desfase se debía al dinero “obtenido en una rifa”. También detectó que, “en 2018 y 2019, se han apreciado 3 y 4 ingresos en efectivo realizados en cuentas corrientes de varias asambleas locales por importes respectivos de 1.112,20 y 760,80 euros, respecto de los que la formación no ha identificado su procedencia”. La CUP tuvo que deshacerse de esas cantidades entregándoselas al Tesoro.
Asimismo, el organismo fiscalizador censuró el uso de efectivo en el PNV. “Un total de 7 organizaciones municipales han realizado en 2018 pagos en efectivo por importes superiores a 2.500 euros, por un total de 55.891,79 euros, de los que 13.761,38 euros se han destinado al pago de deudas con Organismos de la Seguridad Social y 42.130,41 euros al pago de lotería, incumpliendo con ello la limitación [de 2.500 euros] contenida en el artículo 7 de la Ley 7/2012, de 29 de octubre, de Prevención y Lucha contra el Fraude Fiscal”, recogió el informe. En 2019, el PNV mereció otra advertencia porque su oficina en Ermua pagó con billetes otros 2.882,79 euros.
El Partido Popular fue objeto en 2019 de una observación similar por un pago en efectivo, “por importe de 6.685 euros, realizado el 15 de diciembre de 2019”. “Aunque el partido ha acreditado en las alegaciones el motivo de este pago en efectivo -una cena de Navidad en la que se recogió el dinero en efectivo de los asistentes- y su destino -que fue el propio pago de dicha cena-, se considera que ha incumplido el artículo 7 de la Ley 7/2012 al realizar un pago en efectivo superior al límite legal de 2.500 euros”, concluyó el Tribunal de Cuentas.
Incluso el Partido Socialista de Catalunya (PSC), hermano menor del PSOE, fue amonestado por la existencia de “pagos en efectivo por importe conjunto de 21.240 euros en 2018 y de 16.500 euros en 2019”, que según la formación correspondían a “la liquidación de las compras de lotería y la venta de participaciones”.
El trasiego de efectivo en Ferraz pasó bajo el radar del Tribunal de Cuentas. Uno de los pagos detectados por la UCO se produjo en junio de 2019 y ascendió a 2.928 euros, por encima del máximo de 2.500. “Cariño, me llamó ayer Celia [secretaria del PSOE] y me dijo que podía ir a recoger tu dinero”, escribió Patricia Úriz a su marido, Koldo García Izaguirre.
Instantes después, el asesor de Ábalos recibió en su móvil una fotografía de un sobre con el membrete del PSOE que contenía los 2.928 euros en billetes. No hay ninguna referencia a esta entrega en el informe del Tribunal de Cuentas sobre las finanzas del PSOE del año 2019 ni tampoco sobre operaciones similares.
Los investigadores han hallado otras comunicaciones que hablan de un pago en efectivo a Ábalos de 4.458 euros en diciembre de 2018. El Tribunal de Cuentas tampoco lo detectó. Además, de los mensajes se desprende que el partido abonó al chófer del exministro de Transportes, Eduardo Cantos, otros 2.000 euros en efectivo, y que este pago requirió la aprobación de la cúpula del partido. Este movimiento no aparece en ningún documento oficial.
En una conversación, Celia, trabajadora de Ferraz, mostró su inquietud por “tener tanto dinero en el cajón”. Pero en los informes de auditoría externa realizados por una firma ajena al PSOE tampoco aparece ninguna mención a las disposiciones de efectivo. Ni siquiera en las declaraciones de ingresos privados que formula anualmente el partido figura algún comentario a la entrada o el manejo de dinero líquido, como puede comprobarse en la página de la formación.
La ausencia de comentarios sobre estos pagos con billetes no solo invalida el argumento “no hay financiación ilegal porque el Tribunal de Cuentas y el auditor externo dicen que todo está correcto”, sino que evidencia también un ánimo de ocultación del uso de efectivo que queda reforzado por otros indicios.
En un procedimiento judicial diferente, la propia Celia declaró que el partido siempre abonaba a Ábalos las dietas y gastos de desplazamiento mediante transferencia. La UCO sólo ha necesitado unos meses para demostrar que esa afirmación era mentira.
La otra gran incógnita, y puede que la más importante, tiene que ver con el origen del efectivo que se guardaba en Ferraz. Fuentes próximas al partido aseguran que todos los miembros de la formación cobraban de la caja con el mismo sistema de sobres, no solo Ábalos y Koldo. Es decir, que el PSOE necesitaba disponer de grandes cantidades de fondos en billetes y monedas.Una posible explicación es que el gerente del PSOE acudía periódicamente al banco para retirar el cash que luego entregaba a los responsables de la formación para sufragar sus gastos. Pero esa mecánica carece de sentido. Habría sido más rápido y menos peligroso transferir directamente los importes debidos desde la cuenta del PSOE a los beneficiarios, evitando además que estos tuvieran que pasar por Ferraz para llevarse su sobre.
El resto de explicaciones posibles abonan la tesis de la financiación ilegal del PSOE y ponen contra las cuerdas al Gobierno de Sánchez.
El Gobierno se está quedando sin explicaciones en el caso Koldo. Pedro Sánchez aseguró en la entrevista que concedió a TVE para inaugurar el curso político que no hay caja B en el PSOE. "Si usted me pregunta si hay financiación irregular del Partido Socialista, yo le digo que no la hay (…) Este partido, desde que yo soy secretario general de esta organización, hace dos auditorías. Una, la que legalmente nos obliga el Tribunal de Cuentas, y otra, una auditoría externa".