El aplaudido monólogo de Carlos Alsina hoy: "No es ilegal pagar en efectivo. Si en el sobre van más de 2.500€ igual sí"

Carlos Alsina ha vuelto a convertir su editorial matutina en un discurso que muchos apoyan y comparten, hasta llegar a hacerlo viral. Este lunes, 6 de octubre, el periodista ha arrancado el programa Más de uno con un monólogo irónico y certero que habla sobre los pagos en efectivo del PSOE al exministro José Luis Ábalos.

Alsina comenzó su intervención con una historia personal, de esas que utiliza para atrapar al oyente. Recordó la última vez que cobró en efectivo, hace más de treinta años, cuando aún se usaban pesetas y las nóminas llegaban en sobres con billetes y monedas. “Nos pareció raro”, dijo antes de deslizar la pregunta que marcaría todo el monólogo: “¿Tantísima pasta en cash, de dónde sale?”.

Ese recuerdo fue el punto de partida para enlazar con el caso de un ministro que pagó un hotel en Tenerife con dinero en metálico a través de su asistente, un hombre llamado Coldo García. Según Alsina, aquel gesto —el de abrir una mochila llena de billetes para abonar casi 1.800 euros— habría sido el preludio de un método habitual: los gastos en efectivo del propio Ábalos cuando era secretario de Organización del PSOE y ministro de Fomento.

Con su tono habitual, entre la ironía y la denuncia, Alsina hiló la anécdota con la actualidad: “El viernes se conoció el informe que dice que el PSOE pagaba en efectivo a su secretario de organización, el señor Ábalos”, recalcó, citando esa frase que se ha multiplicado en redes.

El periodista se preguntó por qué esos pagos no se realizaban por transferencia y señaló el límite legal de 2.500 euros en operaciones en metálico. “No es ilegal pagar en efectivo”, ironizó, “bueno, si en el sobre van más de 2.500 euros, igual sí”.

A lo largo del discurso, repitió una frase que se ha convertido ya en lema: “Siga el rastro del dinero. Repito, siga al dinero”, evocando la célebre cita de Todos los hombres del presidente para subrayar la importancia de rastrear el origen de esos sobres y su destino final.

El locutor describió con detalle cómo, según distintas versiones, los sobres de efectivo se repartían con anotaciones como “Ferraz”, “Ministerio” o “José”, y cómo el asistente del entonces ministro gestionaba los pagos, cobros y justificaciones. “Así el hombre —ironizó Alsina— iba preservando a su jefe de una tarea tan ingrata como pagar sus propios gastos”.

En tono más ácido, se preguntó si Ábalos había pasado también gastos al Congreso de los Diputados: “Porque entonces la pregunta obligada es, ¿el salario real de este ministro cuál era? Todo el día representando”.

El periodista no se limitó a relatar, sino que dibujó una escena casi teatral de un partido político manejando fajos de billetes: sobres con nombres, importes anotados a mano y justificantes dudosos. “El volumen de efectivo que manejaba la sede central del PSOE era bien notable”, ironizó.

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Con el ritmo que caracteriza sus monólogos, Alsina fue alternando humor y seriedad, para finalmente lanzar una advertencia sobre la opacidad en la gestión interna de los partidos. “Todo en orden, todo fiscalizado”, repitió con sarcasmo, cuestionando la versión oficial de que no existía ninguna irregularidad.

También recordó que este sistema “terminó” cuando Santos Cerdán tomó el control de la Secretaría de Organización y obligó a justificar los gastos con facturas reales, no con sobres. Pero, con su característico tono, dejó caer la duda: “¿Esto era exclusivo del tándem Ábalos-Coldo o era costumbre de todos los cargos del PSOE?”.

El cierre del monólogo mantuvo ese aire corrosivo que lo ha hecho tan celebrado. Alsina se burló del exceso de “gastos de representación”, tanto del ministro como de su asistente, y cuestionó si el PSOE no había acabado financiando irregularmente los excesos personales de su propio secretario de Organización.

“El PSOE no se financia irregularmente, es el nuevo estribillo”, ironizó, para después lanzar la última estocada: “La pregunta previa es si no le financió el PSOE irregularmente sus gastos desmedidos a José Luis Ábalos”.