Felipe VI se aferra a la ONU, la UE y la Transición: multilateralismo, fortaleza y consenso

En estos tiempos de "claroscuros" e incertidumbre", el Rey ha hecho este jueves una defensa del multilateralismo, de la responsabilidad y del consenso, valores que simbolizó en la ONU, la Unión Europea y la Transición española. Felipe VI ha hecho estas reflexiones después de entregar en persona el Premio la Toja-Josep Piqué a los dos padres vivos de la Constitución, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón y Miquel Roca. Ambos han defendido la vigencia de la Carta Magna

Tras recoger el galardón, Herrero ha comenzado bromeando por sus dificultades para llegar al estrado, pero no ha perdido la ocasión para enviar un mensaje político: “Soy cojo, pero la Constitución no está coja ni cojea”. En su discurso, ha hecho referencia al Rey de la Transición como promotor de aquel proceso: “La Majestad de don Juan Carlos I nos impulsó a ello. Esto es la Historia de verdad, lo que importa, lo demás son chistes”.

Por su parte, Roca explicó que la Constitución española “sigue estando y sigue acompañando el presente y el futuro de España”. “El tiempo transcurrido no ha envejecido la Constitución; al revés: la ha fortalecido. Los problemas no tienen su origen ni su causa en el texto constitucional”, ha subrayado. "La democracia es pacto. A veces es difícil, pero más difícil es no entenderlo y en todo caso con consecuencias más dramáticas", ha concluido.

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Felipe VI ha hecho esta defensa del multilateralismo a pesar de los “claroscuros” que nos amenazan en estos tiempos de "incertidumbre" por los cambios del orden -“o desorden”- internacional. “La exigencia de nuestro tiempo no es renunciar al multilateralismo, sino repensarlo, reforzarlo y adaptarlo a un mundo en transformación, ha dicho el jefe del Estado, que también ha hecho un llamamiento a la Unión Europea: “Creo firmemente que la UE tiene la responsabilidad de hacerse escuchar”. “Algunos podrían pensar que defender los valores que inspiraron el multilateralismo es una debilidad en tiempos inciertos. En realidad, son nuestra mayor fortaleza. Ni la radicalidad ni la división aportan soluciones, como tampoco lo hace un liderazgo que se queda en la retórica”, ha apuntado.

El Rey ha inaugurado el foro afirmando que es “evidente” que el orden mundial, “o desorden”, tal y como lo conocíamos, está cambiando” y que como hace un siglo, en otro tiempo convulso, “cuando el viejo mundo se muere y el nuevo tarda en aparecer, en ese claroscuro, surgen los monstruos”.

"Algunos podrían pensar que defender los valores que inspiraron el multilateralismo es una debilidad. En realidad, son nuestra fortaleza"

Felipe VI ha hecho una defensa de la arquitectura internacional construida tras la Segunda Guerra Mundial, a pesar de que “se debilita erosionada por crisis sucesivas, por la dificultad de sus instituciones para adaptarse a la velocidad de los cambios y por el cuestionamiento que de esa arquitectura hacen incluso algunos de los que, en su momento, fueron sus principales impulsores”.

Ha explicado que el multilateralismo “se ve desplazado por la multipolaridad, por la nueva distribución de los centros de poder que se configuran sobre rivalidades geopolíticas”. En su opinión, en esta época “proliferan actores y discursos que relativizan los valores universales, cuestionan los DDHH e instrumentalizan la interdependencia económica como mecanismo de presión”.

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En definitiva, el Rey ha explicado que el lenguaje de la concertación “es reemplazado por el de la coerción y la violencia”, una realidad que, dijo, “se impone con toda su crudeza” en Ucrania y en Gaza, pero también en otros escenarios “menos visibles, pero igualmente devastadores”, como en Sudán o en el gran espacio del Sahel.

El jefe del Estado ha defendido la ONU, a pesar de que presenta "signos de apatía", y lo ha hecho recordando los valores de su fundación. “Respondía tanto a un razonamiento práctico como a un impulso moral, frente a los grandes errores del pasado. Si bien el éxito no ha sido absoluto, ocho décadas de multilateralismo y cooperación difícilmente pueden considerarse un fracaso”, ha reflexionado.

Cuando se cumplen 40 años de la entrada de España en la UE, el Rey se ha dirigido a las generaciones más jóvenes para explicarles la “profunda transformación” que ha sufrido en este tiempo la sociedad española. “La magnitud de aquel cambio no fue fruto de la casualidad. Fue el resultado de la perseverancia en torno a objetivos compartidos, de la determinación para acometer reformas difíciles y del apoyo solidario de unas instituciones europeas a una democracia todavía joven”, ha añadido.

Premio a los padres de la Constitución

El Rey ha vuelto a defender la Transición como referencia de ese “gran consenso entre sus muy dispares protagonistas políticos e institucionales, como parte de su propio proyecto, como un contrafuerte casi fundacional que asegurase el éxito colectivo admirado en muchos lugares del mundo”.

En este contexto, el Rey ha entregado el premio Foro La Toja Josep Piqué a los dos padres vivos de la Constitución, ambos presentes. “Junto con otros 5 que ya no están con nosotros -Gregorio Peces Barba, Gabriel Cisneros, Manuel Fraga, Jordi Solé Tura y José Pedro Pérez Llorca- supieron alumbrar un texto que acogiera a todos y no excluyera a nadie”.

“Su lección resulta especialmente oportuna en tiempos de incertidumbre: las soluciones más sólidas y duraderas son siempre las que nacen de la generosidad, el diálogo y la cooperación. Esa experiencia nos sirvió en España entonces, y sigue siendo una guía muy valiosa para reflexionar, en medio de estos claroscuros, sobre cómo afrontar el desafío de construir un nuevo orden mundial”, ha concluido Felipe VI.

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El Foro La Toja ha decidido otorgar su premio anual a los dos padres de la Constitución vivos, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón y Miquel Roca. Un premio que lleva el nombre del que fuera ministro Josep Piqué e impulsor del Foro (fallecido hace dos años) y con el que se ha querido rendir homenaje a los siete políticos encargados de las negociaciones de la Carta Magna en la legislatura constituyente (1977-1979).

Este discurso llega una semana después de que Felipe VI abordara ante la Asamblea General de las Naciones Unidas la situación en Gaza. El Rey condenó la "masacre" de Israel en la Franja pero evitó utilizar el término "genocidio", desligándose del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que utilizó por primera vez esta denominación en junio de este año y, desde entonces, ha abanderado el empleo del concepto en la Unión Europea. "No podemos guardar silencio, ni mirar hacia otro lado, ante la devastación, los bombardeos, incluso de hospitales, escuelas o lugares de refugio; ante tantas muertes entre la población civil; o ante la hambruna y el desplazamiento forzoso de cientos de miles de personas..., ¿con qué destino? Son actos aberrantes que están en las antípodas de todo lo que este foro representa", subrayó.

Feijóo y Cuerpo

Desde el 2 hasta el sábado 4 pasarán por este foro el ministro de Economía, Carlos Cuerpo; el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno; el de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda; el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy; la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría; la expresidenta del Congreso Meritxell Batet; o los exministros Arancha González Laya y Jordi Sevilla.

También participarán nombres del mundo de la economía, como Alejandra Kindelán, presidenta de la Asociación Española de Banca (AEB); Marta Blanco, presidenta de la Comisión Relaciones Internacionales de la CEOE; María Martín Prat, directora general de Comercio de la UE; Teresa García-Milà, presidenta del Cercle d’Economia; Borja Ochoa, presidente ejecutivo (CEO) de Telefónica España; Eva Valle, directora general de Relaciones Institucionales del Banco de España; José Ignacio Conde Ruiz, subdirector de FEDEA, o el presidente de Indra Sistemas, Ángel Escribano.

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Y en el sector internacional, el ex primer ministro israelí Ehud Olmert, el expresidente de México Ernesto Zedillo, el exvicepresidente de la Comisión Europea Margaritis Schina, el opositor ruso Gary Kasparov o el excomandante de las Fuerzas de Estados Unidos en Europa Ben Hodges. El objeto de este foro es defender "los valores de las democracias liberales y un orden internacional basado en la solidez del vínculo atlántico, la cooperación multilateral, la solución negociada de los conflictos y el libre comercio como factor de desarrollo y riqueza". En definitiva, su objetivo es la búsqueda de la centralidad y de grandes consensos ante la amenaza del populismo.