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De "ignorar" a Vox al choque por la inmigración: Feijóo se adentra en la gran trinchera de Abascal
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BATALLA EN LA DERECHA

De "ignorar" a Vox al choque por la inmigración: Feijóo se adentra en la gran trinchera de Abascal

Génova modifica su estrategia y se lanza a "confrontar" con el partido ultraconservador para ganar terreno y "diferenciar" su modelo de las "soflamas" de Abascal: "Si le quitamos la bandera de la seguridad, Vox no es nada"

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijoo. (Europa Press/Víctor Fernández)
El líder del PP, Alberto Núñez Feijoo. (Europa Press/Víctor Fernández)
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Hubo un tiempo en que cada ataque de Abascal era repelido con indiferencia en la sede nacional del PP. "No estamos aquí para hacer oposición a Vox, sino a Pedro Sánchez", repetían en la dirección del partido. Pero algo ha hecho click en Génova. Ya no hay orden de "ignorar" a Vox, al menos en aquellos temas que creen que "incomodan" al partido situado a su derecha, y en los que saldrán de manera decidida a dar la batalla. La inmigración es uno de ellos. Es la gran trinchera sobre la que Vox ha asentado un sólido ascenso en todas las encuestas, y por la que Feijóo está dispuesto a pelear. Con "soluciones" frente a "soflamas".

Este fin de semana, el líder del PP definió los ejes de la nueva política migratoria del partido, pulió los matices internos y se abrazó definitivamente a la 'línea dura' para poner coto a las llegadas de irregulares. Génova incluso contempla llevar su plan —estará listo en octubre— al Congreso. La medida estrella es la puesta en marcha de un visado por puntos para cribar inmigrantes y favorecer a los culturalmente cercanos. Pero también aterrizó principios como la expulsión de extranjeros, con o sin papeles, que delincan; el refuerzo de las fronteras o la limitación de los subsidios públicos.

Feijóo no se quedó en el despliegue de su hoja de ruta programática. En su intervención, dedicó varios dardos directos a Santiago Abascal. También lo hizo un día antes su secretario general, Miguel Tellado. Y lo repitió este lunes la 'ideóloga' detrás del plan migratorio y número tres del partido, Alma Ezcurra. "La solución no es ni regularizarlos a todos [en alusión al PSOE] ni echarlos a todos al mar [en referencia a Vox]. La solución es poner orden", espetó el líder del PP.

Esta afirmación colmó la paciencia en Vox, aunque provocó aún más malestar la crítica de Tellado, que acusó a los de Bambú de querer "hundir el Open Arms con inmigrantes dentro" para alejar al PP de ese posicionamiento. Tanto Abascal como otros dirigentes de la formación, como Jorge Buxadé, estallaron en X contra lo que califican de "estafa" y de "mentiras", y acusaron a Feijóo de querer "demonizar" a Vox para favorecer al PSOE y "movilizar a la izquierda". Su portavoz nacional, José Antonio Fúster, continuó con las quejas este lunes y acusó al PP de querer "copiar" su discurso por temor a las encuestas.

Foto: feijoo-consuma-la-linea-dura-del-pp-con-la-inmigracion-frente-a-la

Que Vox se revuelva contra el PP no es una novedad. Pero sí lo es que Génova alargue al combate. Y lo hizo. Tanto en redes sociales —Ezcurra fue la encargada de responder a los dirigentes del partido ultraconservador— como en público. En la dirección popular perciben cierto "nerviosismo" en las filas de los ultraconservadores. "Si les quitamos la bandera de la inmigración y de la seguridad, Vox no es nada", sentencian.

En el equipo de Feijóo ratifican que la estrategia pasa por "confrontar" abiertamente con Vox en lo que se refiere a la inmigración, con el objetivo de "diferenciar" su modelo del de Abascal y apelar a una "mayoría silenciosa" que defiende el "orden, la legalidad y la humanidad" frente al "discurso protesta" y, en opinión del PP, "xenófobo" de Vox. El otro argumento que esgrimen desde Génova para boicotear la gran bandera del partido situado a su derecha es su falta de experiencia en la gestión. Agitan siempre que tienen ocasión que Vox prefirió abandonar los gobiernos autonómicos del PP y renunció a "transformar algo" cuando tuvo ocasión.

"Yo si fuera Vox estaría preocupado", lanzó Ezcurra este mismo lunes, la cabeza visible en la nueva pugna contra Vox. "Cuando un partido coge un tema y lo tritura para intentar ganar votos, en mi opinión de una manera torticera, y llega otro que propone una alternativa posible de Estado que no se basa en la protesta, sino en la propuesta, es como para preocuparse", subrayó. El PP mantendrá esa 'línea dura' en la teoría y en la práctica. Más allá del despliegue de su plan, al que falta pulir detalles, no apoyarán la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para regularizar a medio millón de migrantes, pese a que en su día el PP sí avaló en el Congreso la tramitación de la iniciativa.

La estrategia del PP tiene un doble filo. Por un lado, y conscientes del auge de Vox en los sondeos, tratan de ganar terreno, credibilidad y presencia en una batalla que siempre ha liderado Santiago Abascal. Y por otro, lanzan el anzuelo a votantes socialistas a los que, aseguran, también les preocupa el "descontrol migratorio", pero no comparten las recetas de Abascal. "No somos lo mismo", subrayan en el partido. "El mensaje de Feijóo en Murcia fue el de que no hay que tener miedo. No nos van a callar", lanza otro dirigente.

Foto: feijoo-propone-priorizar-la-inmigracion

La inmigración fue el eje central que guió la cumbre de barones que presidió Feijóo el fin de semana, y en la que también sobrevoló, a puerta cerrada, el trasvase de voto hacia el partido situado a su derecha. El PP evitará ahora dar la callada por respuesta a los ataques de Vox. Es el consejo que dio, a puerta cerrada, Isabel Díaz Ayuso, un guante que recogió el líder nacional en su intervención posterior. "Hay que defender lo que piensas, ofrecer soluciones y olvidarte de los demás", afirmó la dirigente en una entrevista en Telecinco. "No se puede estar en política pensando en el qué dirán".

Hubo un tiempo en que cada ataque de Abascal era repelido con indiferencia en la sede nacional del PP. "No estamos aquí para hacer oposición a Vox, sino a Pedro Sánchez", repetían en la dirección del partido. Pero algo ha hecho click en Génova. Ya no hay orden de "ignorar" a Vox, al menos en aquellos temas que creen que "incomodan" al partido situado a su derecha, y en los que saldrán de manera decidida a dar la batalla. La inmigración es uno de ellos. Es la gran trinchera sobre la que Vox ha asentado un sólido ascenso en todas las encuestas, y por la que Feijóo está dispuesto a pelear. Con "soluciones" frente a "soflamas".

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