Feijóo propone priorizar la inmigración "hispana" y vincular la permanencia a un trabajo estable

"El modelo buenista de la integración ha fracasado. En los países de nuestro entorno, el modelo es el del mérito y la adaptación". Alberto Núñez Feijóo ultimará este fin de semana junto a los presidentes autonómicos del PP las líneas generales del plan migratorio con el que el Partido Popular tratará de dar la batalla a Vox, pero también al PSOE. Durante una comparecencia en Formentera junto a la presidenta balear, Marga Prohens, el líder del PP ha desvelado los ejes sobre los que versará su proyecto, propuestas que implican un evidente endurecimiento del discurso migratorio del primer partido de la oposición.

Las principales novedades versan sobre la intención del Partido Popular de priorizar la inmigración "culturalmente cercana", es decir, a los extranjeros "hispanoamericanos", por encima de las personas procedentes por ejemplo de países africanos. "La hispanidad no es una etiqueta, es una reivindicación. La hispanidad es compartir vínculos sociales, vínculos idiomáticos y vínculos de comportamiento que deben tener una discriminación positiva", apuntó.

Si logra llegar al Gobierno, Feijóo se compromete también a controlar la inmigración irregular vinculando "la llegada" y el "mantenimiento de la residencia" en España con un "contrato de trabajo". En su opinión, el modelo migratorio de nuestro país debe responder a la "suficiencia económica", y no a los "subsidios" que "se financian con los impuestos de los españoles". "No nos podemos permitir ni tasas de paro ni tasas de precariedad en la inmigración superiores a la población nacional de forma estructural y permanente".

La batería de propuestas incluye la deportación de inmigrantes, tengan o no papeles, que cometan delitos. En concreto, el líder del PP detalló que su intención pasa por expulsar a los extranjeros regulares que sean "multirreincidentes" o que cometan delitos contra la libertad sexual. "Somos un país soberano, y tenemos derecho a elegir quién entra, cómo entra y para qué entra. La ilegalidad no puede generar derechos", reiteró. "Quien venga a delinquir, será expulsado".

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En Formentera, el líder del PP se ha reunido con sindicatos policiales y asociaciones de la Guardia Civil para abordar el fenómeno migratorio en la isla. En su intervención ante los medios, Feijóo también se comprometió a "reforzar las fronteras" con más efectivos y "planificar llegadas según las necesidades económicas y sociales" de nuestro país, para revertir situaciones como la que se produce en Baleares. Aseguró que, mientras hace ocho años el número de irregulares no llegaba al millar, "en estos momentos sobrepasan los 5.500".

La presidenta del Govern llegó a solicitar al Gobierno excluir a Baleares del reparto de menores no acompañados procedentes de Canarias, Ceuta y Melilla, petición que fue desestimada. A juicio de Feijóo, el hecho de que el Ejecutivo haya exonerado a regiones como País Vasco y Cataluña de la reubicación de estos jóvenes responde a una política "abiertamente racista, insolidaria y desleal".

Al finalizar, Feijóo no se olvidó de cargar las tintas a partes iguales contra PSOE y Vox, a los que calificó de ejercer un "bipartidismo irresponsable" en lo que se refiere a la inmigración. "Unos porque dicen que no es un problema, y otros porque creen que hay soluciones sencillísimas para problemas tan complejos como este", lanzó, ensañándose especialmente con los de Abascal, cuya formación experimenta desde hace tiempo una luna de miel demoscópica a costa de mermar la bolsa electoral del PP. "Hay partidos que nunca han solucionado ningún problema, y resulta que tienen soluciones para todos los problemas", atacó.