Moncloa mantiene que presentará los Presupuestos, pero pide tiempo: "Partido a partido"

Tras la celebración del primer Consejo de Ministros tras el parón estival, el Gobierno mantiene el compromiso y la voluntad de presentar los Presupuestos Generales del Estado, aunque en este momento no cuenta con los apoyos parlamentarios necesarios para su aprobación en las Cortes y los plazos habituales para los primeros trámites en la elaboración del proyecto de cuentas públicas ya han sido superados sin que el Ministerio de Hacienda haya movido ficha.

Superados los primeros de años de legislatura sin aprobar ni presentar los Presupuestos de 2024 y de 2025, Pedro Sánchez se comprometió el pasado 28 de julio a elaborarlos y llevarlos a las Cortes, tal y como le obliga la Constitución en su artículo 134.3: "El Gobierno deberá presentar ante el Congreso de los Diputados los Presupuestos Generales del Estado al menos tres meses antes de la expiración de los del año anterior". No obstante, en 2024 incumplió ese mismo compromiso ante la negativa de ERC a apoyarlos y en 2025 ni siquiera lo intentó, lo que significa que el Gobierno trabaja con unas cuentas aprobadas en la legislatura anterior.

En este contexto, la ministra portavoz, Pilar Alegría, fue preguntada este martes en rueda de prensa sobre si Sánchez mantiene la intención de presentar el proyecto aunque no cuente con los apoyos parlamentarios, lo que supone asumir el riesgo de sufrir un nuevo varapalo parlamentario. Su respuesta fue elocuente: "El presidente del Gobierno les explicó cuál es el objetivo y en lo que va a trabajar este Gobierno para la presentación, evidentemente, de esos Presupuestos para el año 2026 y ahí está, con la misma voluntad y las mismas ganas".

No obstante, la también ministra de Educación reconoció que convencer a sus socios "no será un trabajo sencillo", con los que deberán "hablar, dialogar y acordar". Por eso, y partiendo de la base de que las negociaciones no han comenzado, Alegría pidió tiempo: "No le puedo adelantar ningún escenario, vamos a ir partido a partido, pantalla a pantalla, pero desde luego la voluntad sigue siendo la misma".

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Con esta expresión tan futbolística, la portavoz del Gobierno quiso evitar tener que pronunciarse sobre el modo de cumplir ese compromiso del presidente: si, como establece la Constitución, serán presentados tres meses antes del final del año; si hay algún plan previsto para aprobar el paso previo, el techo de gasto y la senda de déficit; y si hay alguna fecha pensada para poner en marcha las negociaciones con los socios, y en particular con los socios independentistas catalanes.

Elaborar un proyecto de Presupuestos no es una tarea fácil. Tal y como explicó este periódico, el Ministerio de Hacienda ni siquiera ha activado las obligaciones legales que tiene el ciclo presupuestario. Este bloqueo no sólo afecta a la Administración central, sino que también está provocando el caos en las comunidades autónomas. Los Gobiernos regionales tienen que preparar ya sus presupuestos, pero no tienen los cimientos necesarios que tiene que aportar el Ejecutivo, que suma ya un mes completo de retraso.

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En este contexto, el Gobierno volvió oficialmente al trabajo con una agenda compleja vinculada a su difícil situación parlamentaria. A la elaboración de los Presupuestos hay que sumar un rosario de iniciativas paralizadas en las Cortes y, sobre todo, las dos leyes que Sánchez no fue capaz de llevar al último pleno del Congreso: la reforma judicial del ministro Bolaños y la reducción de la jornada laboral de la vicepresidenta Díaz.