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Los escándalos desfiguran la imagen de Sánchez en la prensa internacional
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CRÍTICAS EN LOS MEDIOS

Los escándalos desfiguran la imagen de Sánchez en la prensa internacional

Desde que el presidente del Gobierno se tomó, en 2024, unos días de reflexión, es criticado con dureza por la presunta corrupción que le rodea. Pone más el énfasis en su esposa que en los casos de más calibre, como Ábalos y Cerdán

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (Europa Press/Carlos Castro)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (Europa Press/Carlos Castro)
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Desde hace algo más de un año, la imagen del presidente Pedro Sánchez en el Viejo Continente no para de perder lustre. Basta con repasar la prensa europea para darse cuenta de cómo se ha ensombrecido la figura del jefe de Gobierno que impulsó en su día con éxito el Fondo de Recuperación de la UE para superar la crisis económica causada por la pandemia. “Sánchez fue en cierta medida un factor decisivo (...)”, recordaba en julio EU News, un boletín especializado en información europea.

“Un juez español acusa a la esposa de Pedro Sánchez de malversación de fondos” tituló, el miércoles, el diario Financial Times. Esa portada llamó quizás la atención porque era la del rotativo considerado el más influyente de Europa, pero ese mismo día otros periódicos daban la misma noticia sobre la nueva imputación formulada por el juez Juan Carlos Peinado.

“España: Pedro Sánchez y su esposa viven unas semanas acaloradas: él fue abucheado y ella investigada por malversación de fondos públicos y corrupción”, se podía leer en Il Corriente della Sera, el principal diario italiano. Lejos incluso de España, el Korea Herald de Seúl publicaba una noticia de agencias con el siguiente titular: “La esposa del primer ministro español citada de nuevo en los tribunales por acusaciones de corrupción”.

La prensa internacional apenas se había percatado de que el polémico juez Peinado estaba investigando a Begoña Gómez hasta que el propio Sánchez le dio pábulo y se tomó, a finales de abril de 2024, unos días de reflexión para sopesar si, en esas circunstancias, merecía la pena seguir en la Moncloa.

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Aquella pausa tuvo una doble consecuencia. Por un lado, la palabra “corrupción” apareció asociada en los artículos a la esposa del presidente aunque se recordaba con frecuencia que la denuncia había sido puesta por Manos Limpias, una polémica asociación de extrema derecha y dudosa reputación. Por otro, varios diarios describían la reflexión presidencial como un “golpe teatral” o, peor aún, una “payasada peronista”.

A la prensa extranjera, y no solo a los diarios más sensacionalistas, le resultan más atractivos los problemas judiciales de Begoña Gómez que los escándalos de corrupción de calado protagonizados por dos secretarios de Organización del PSOE y estrechos colaboradores de Sánchez. El caso de la esposa ha sido incluso brevemente abordado en los telediarios de algunas grandes cadenas.

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Eso no quiere decir que José Luis Ábalos y Santos Cerdán estén ausentes de las crónicas que evocan a veces sus tejemanejes en términos muy duros. De “prácticas mafiosas” tachaba, por ejemplo, en junio el diario neerlandés De Telegraaf lo que estaba sucediendo en el entorno del presidente Sánchez. “A causa de la corrupción interna, el Gobierno de coalición socialista de Pedro Sánchez se enfrenta a su mayor crisis política”, titulaba en junio el Süd Deutsche Zeitung de Múnich. Incluso un diario de izquierdas como el parisino Libération reconocía que “el alegato de Pedro Sánchez” en su defensa “está minado por los escándalos”.

Los escándalos hacen que al Ejecutivo de coalición le resulte más difícil gobernar. “Pedro Sánchez maniatado a mitad de legislatura”, constataba el francés Le Monde el 23 de julio en un titular. “En ausencia de una mayoría estable, el Gobierno del presidente socialista no ha presentado un solo proyecto de ley de presupuestos desde 2023 y debe posponer sus principales proyectos de reforma en un clima cada vez más tenso, en medio de escándalos de corrupción”, añadía. “Corre así el riesgo de que la incertidumbre política afecte al impulso económico”, advertía Les Échos, el principal rotativo económico francés.

De ahí que, según señaló el semanario británico The Economist a finales de julio, “no existe ninguna razón de peso para que continúe en el cargo”. En consecuencia, “para restaurar la confianza en la democracia española, el presidente del Gobierno español debería asumir la responsabilidad y dimitir”.

Foto: prensa-internacional-torpedo-linea-flotacion-sanchez-begona-gomez Opinión

A la crisis política crónica que atraviesa España se ha añadido, desde junio, otro motivo de crítica contra Sánchez sobre todo por parte de la prensa anglosajona: su política exterior. En la cumbre de la OTAN de junio el jefe del Gobierno rehusó aceptar el aumento escalonado del presupuesto de defensa impuesto por Donald Trump hasta alcanzar el 5% del PIB. “Pedro Sánchez torpedea la unidad de la OTAN en vísperas de una cumbre crucial”, tituló entonces el Financial Times.

“España emprende un camino arriesgado al plantar cara a Trump en materia de defensa y China” por las compras tecnológicas a Huawei, constató la cadena de televisión económica estadounidense CNBC. “España es un caso interesante en Europa porque es realmente el único país que está contrariando abiertamente a Trump mientras todos los demás intentan mantener un perfil bajo”, declaraba ante sus cámaras el analista Federico Santi del Eurasia Group.

Aunque no se manifestaron, en la cumbre de los líderes de la OTAN Sánchez no estuvo tan solo como aparentó de cara a la galería. En la llamada foto de familia se alejó incluso un poco del grupo. El ministro belga de Asuntos Exteriores, Maxime Prevot, dejó caer ante la prensa de su país que, sin hacer tanto ruido como el presidente español, compartía en el fondo su postura sobre el excesivo esfuerzo armamentístico.

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El anuncio este mes de la renuncia a la compra, por el Ministerio de Defensa, de los cazas estadounidenses F-35, tensa un poco más la relación de España con la superpotencia. “España vuelve a molestar a Trump”, titulaba L’Indépendant, el diario de Perpiñán. Si el asunto interesa hasta un periódico local francés es porque en Francia confían en que esa decisión de Sánchez “sea una bendición para el Rafale”, según el rotativo parisino Le Journal du Dimanche. Aunque no es un avión furtivo, el Rafale francés está considerado como el principal rival del F-35.

Hay otro ámbito de la política exterior española en el que poco a poco varios gobiernos occidentales han ido alineándose con Sánchez: Oriente Próximo. Cuando en 2024 el Gobierno español reconoció al Estado de Palestina, solo estuvo acompañado por dos países de la UE, Irlanda y Eslovenia, y por Noruega. La iniciativa suscitó entonces un cierto debate interno en países como Francia que ahora se disponen a dar ese paso junto con el Reino Unido, Canadá, Australia etcétera.

Esa voz muy crítica con Israel del presidente español, que se desmarca del grueso de la UE, ha sido aplaudida en buena parte del mundo islámico, pero también la recogen periódicos europeos. “La hambruna en Gaza es una vergüenza para toda la humanidad”, fue una frase de Sánchez con la que titulaba el semanario italiano L’Espresso. Junto al artículo, subió a su web parte del vídeo de la rueda de prensa, del 28 de julio, en la que la pronunció.

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La política exterior de Sánchez cosecha sobre todo elogios por parte de una prensa minoritaria y muy de izquierdas. “Pedro Sánchez rechaza el rearme a la fuerza de Trump y pide a la UE que rompa con Israel”, era en julio el encabezamiento de un largo un artículo laudatorio de L’Humanité, el antiguo órgano del Partido Comunista Francés.

A veces las alabanzas tienen otro origen. El pequeño diario católico italiano L’Avvenire no dudó en afirmar que “en España gobierna la resistencia de Europa”. “Pedro Sánchez se tambalea: el último de los mohicanos corre el riesgo de desmoronarse”, tituló en julio, vaticinando así que correría la misma suerte que esa tribu india afincada en la cuenca del río Hudson, en Nueva York, hoy en día desaparecida.

Desde hace algo más de un año, la imagen del presidente Pedro Sánchez en el Viejo Continente no para de perder lustre. Basta con repasar la prensa europea para darse cuenta de cómo se ha ensombrecido la figura del jefe de Gobierno que impulsó en su día con éxito el Fondo de Recuperación de la UE para superar la crisis económica causada por la pandemia. “Sánchez fue en cierta medida un factor decisivo (...)”, recordaba en julio EU News, un boletín especializado en información europea.

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