Bildu calienta el 'año Franco' de Sánchez con un homenaje a dos etarras y reabre la batalla del relato

La izquierda abertzale con Bildu a la cabeza lleva semanas calentando la convocatoria de un homenaje a dos etarras que fueron fusilados por el franquismo. Sus nombres son Jon Paredes Manot, alias Txiki, y Ángel Otaegi. Los proetarras les rinden tributo cada año a finales de septiembre, coincidiendo con el ‘gudari eguna’ (día del soldado vasco). Se cumplen 50 años de su muerte y el entorno radical, incluido el partido de Arnaldo Otegi, se ha volcado este verano difundiendo y exhibiendo sus fotos en plazas y pueblos. La cuestión ha reactivado una batalla por el relato del terrorismo de ETA que enfrenta a los herederos de Batasuna con el PSE, el PNV, las víctimas y las instituciones de defensa de la memoria.

La formación abertzale dio a conocer este encuentro, en el que reclamará "la soberanía para Euskal Herria", después de que el Gobierno de Pedro Sánchez convocara actos para conmemorar los 50 años transcurridos desde la muerte del dictador Francisco Franco, el inicio de la transición y el paso a la democracia. Sortu criticó que el Ejecutivo reivindicara "lo que se ha vendido como reforma o transición con decenas de actos", en vez de abordar "una revisión de la historia".

Bajo el lema 'Askatzera lotuak', se reunirán el próximo 27 de septiembre en Pamplona. Sortu, el partido principal de la coalición abertzale, difunde desde hace meses el llamamiento a participar en el acto. Apelan a “desatar lo que quedó atado” en alusión a la frase que pronunció Franco antes de morir. El dictador dijo dejar todo “atado y bien atado”. Bildu contribuye desde sus redes sociales a ejercer como altavoz para esta convocatoria.

Este miércoles, el histórico dirigente de Batasuna, brazo político de ETA, Pernando Barrena –ahora europarlamentario de Bildu– ha insistido en la defensa de los etarras con delitos de sangre fusilados: "Además de haber sufrido la pena de muerte, en ningún caso tuvieron un juicio justo, y no se puede olvidar que lucharon contra una dictadura fascista y que fue una lucha completamente legítima, porque las vías democráticas estaban totalmente cerradas". La cuenta oficial de la coalición ha difundido estas palabras de Barrena, manifestadas en una entrevista para la radio pública vasca: “Frente al fascismo no podemos caer en la equidistancia”.

Estos son, en resumen, los argumentos enfrentados por los que discurre la polémica en torno a la figura de Txiki y Otaegi: “Tratan de reivindicar la herencia de ETA, pero tergiversando su historia”... “En cualquier país europeo serían objeto de homenajes institucionales. Aquí, siguen criminalizando su memoria”... “¡Cuidado!, porque no todos los luchadores antifranquistas tienen por qué merecer un homenaje”...

Víctima y victimario

El fondo del debate en este caso es si se puede compartir la figura de víctima y la de victimario y qué tratamiento se les debe dispensar atendiendo al respeto a las víctimas. El caso de Tiki y Otaegi es paradigmático porque la izquierda abertzale los ensalza como mártires, pero fueron condenados por delitos de sangre. Fueron fusilados en procesos ilegítimos durante la dictadura, sin embargo, hay dudas de que su lucha fuera en favor de una democracia. También existen pruebas de su integración en ETA y su participación en al menos tres muertes.

TE PUEDE INTERESAR

Así fue el fin de ETA: la coartada que disimuló la rendición ante el acoso policial

Alejandro Requeijo

Gaizka Fernández Soldevilla es uno de los investigadores más activos en este ámbito. Hace cinco años describió la importancia que tiene el martirio para el nacionalismo vasco radical en una reseña sobre el libro ‘En el nombre de Euskal Herria’ (descarga gratuita), de Jesús Casquete: “El libro versa sobre la muerte como forma de vida en el nacionalismo vasco radical, y de cómo aquella alimenta más muertes en un círculo vicioso tornado infernal. El culto a los mártires de la causa, el gudarismo, es una práctica social y cultural fundamental para comprender la supervivencia y capacidad de reproducción a lo largo del tiempo de esta comunidad nacionalista”.

El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE) monitoriza cada año la exhibición de simbología terrorista durante los meses de verano, cuando las localidades del País Vasco y Navarra celebran sus fiestas patronales. Los proetarras se hacen presentes con sus lemas y pancartas. Acrecienta esta actividad la pugna interna de la izquierda abertzale entre los radicales de la línea oficial que encabeza Otegi y los radicales antisistema, que consideran la existencia de Sortu una traición.

Este año se han documentado 135 actos de apoyo a ETA durante las fiestas de verano en Euskadi y Navarra. Es casi el doble que la cifra del año pasado, cuando hubo 71. Este 5 de agosto, COVITE ya detectó la distribución de "globos con los rostros de los etarras Txiki y Otaegi", como si fueran "referentes" durante la bajada de Celedón, que da comienzo a las fiestas de Vitoria-Gasteiz.

La lona de Zarautz

Días después, Sortu dio un paso más y pidió al Ayuntamiento de Zarautz, donde gobiernan PNV y PSE-EE, un reconocimiento para Txiki y Otaegi. El partido principal de Bildu protestaba así por la retirada de una lona de grandes dimensiones con la cara de los dos terroristas colgada en el muro de Santa Bárbara, en la localidad guipuzcoana. El secretario general de Sortu, Arkaitz Rodríguez, condenado en su día por integración en ETA, señaló que Txiki y Otaegi "combatieron contra una dictadura fascista". "En cualquier país europeo serían objeto de homenajes institucionales. Aquí, siguen criminalizando su memoria", dijo.

Esta deriva llevó a intervenir al director de Gogora-Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos, Alberto Alonso. Es una institución que dirige el Gobierno vasco, presidido por el PNV. Por medio de unas declaraciones a la agencia de noticias Europa Press pide que "no se meta en el mismo saco" a los miembros de ETA Txiki y Otaegi y a los miles de antifranquistas que trabajaron por la democracia.

Eneko Andueza, secretario general del PSE-EE, sí contestó a Bildu y a Sortu que "no hay ningún terrorismo que merezca el homenaje"

"Una cosa es reconocerles su condición de víctimas franquistas y otra es el homenaje (...) ¡cuidado!, porque no todos los luchadores antifranquistas tienen por qué merecer un homenaje (...) Hubo luchadores antifranquistas que utilizaron las mismas herramientas de miedo y violencia que el franquismo para enfrentarse a Franco. Ni Txiki ni Otaegi querían una sociedad democrática después de Franco, querían imponer su propia visión de Euskadi, su propio proyecto como alternativa al franquista", expresa Alonso. Sus palabras fueron censuradas de nuevo por Bildu, que le instó a rectificar.

Son víctimas reconocidas

También se ha pronunciado el exlehendakari Iñigo Urkullu. Vadeó la polémica, pero recordó que Txiki y Otaegi "son dos víctimas reconocidas oficialmente por el Gobierno Vasco, mediante la normativa que fue construyéndose entre 2011 y 2020 para la reparación y reconocimiento de las víctimas de violencia estatal ilícita". El secretario general del PSE-EE, Eneko Andueza, sí contestó a Bildu y a Sortu que "no hay ningún terrorismo que merezca el homenaje".

Gaizka Fernández Soldevilla es actualmente responsable del archivo y documentación del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo con sede en Vitoria y que depende del Ministerio del Interior. Explica que los homenajes a estos dos terroristas sirvieron durante años al entorno de ETA para muchas cosas, desde consolar a sus familias hasta ganar para su causa a los inmigrantes que llegaban en masa a Euskadi debido a que Txiki era extremeño. Pero advierte de que siempre supusieron una humillación a las víctimas del terrorismo de ETA.

Carmen Ladrón de Guevara: "La mayoría de los antifranquistas no fueron terroristas"

A juicio de este historiador, lo que pretende ahora la izquierda abertzale es “reivindicar la herencia de ETA, pero tergiversando su historia”. “Paredes y Otaegi fueron víctimas del franquismo, pero no mártires de la libertad. Como repetía una y otra vez en sus publicaciones, la ETA en la que ellos militaron no luchaba por la denostada ‘democracia burguesa’, sino que pretendía sustituir la dictadura franquista por otra de corte comunista como Cuba o Vietnam”, explica en un artículo publicado en su blog personal y en El Correo.

TE PUEDE INTERESAR

ETA, según Wikipedia: la "banda revolucionaria" que "ajusticia" franquistas

Juan Fernández-Miranda

Fernández Soldevilla coincide en que “los consejos de guerra del régimen franquista, un sistema ilegítimo, no pueden ser considerados juicios justos desde la perspectiva de un Estado de derecho como el actual”. Pero añade que “eso no significa que los dos etarras fueran inocentes de los cargos que se les imputaban. Hay pruebas de que Otaegi fue cooperador necesario en el asesinato del guardia civil Gregorio Posada Zurrón y de que Paredes participó en el del subinspector José Díaz Linares, así como en el atraco en el que perdió la vida el cabo Ovidio Díaz López”. En ese sentido, considera que la memoria de sus víctimas “merecen respeto”.

Carmen Ladrón de Guevara ha representado a la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) en decenas de juicios contra miembros de ETA, del Grapo o yihadistas en la Audiencia Nacional. Es además autora del libro ‘ Las víctimas del terrorismo de extrema izquierda en España’ y considera que el caso de Txiki y Otaegi es un ejemplo claro de antifranquistas que “además, también, fueron terroristas que asesinaron". Recuerda que “la mayoría de los antifranquistas no fueron terroristas”.

Mientras tanto, la izquierda abertzale sigue empapelando los municipios de Euskadi con carteles en sus calles en los que se llama al "acto nacional" que celebrará Sortu en Pamplona el 27 de septiembre en homenaje a los dos terroristas. La formación ha convocado un evento en el pabellón Anaitasuna de la capital navarra.