La parada más curiosa del Camino de Santiago: una fuente que en vez de agua expende vino gratis para los peregrinos

• Madrid devuelve a la vida su 'Fontana di Trevi': un tesoro escultórico del siglo XIX y que ahora está abierto al público
• Descubre las réplicas españolas de la Torre de Pisa y la Fontana di Trevi: en la misma provincia pero a 80 km de distancia

Los peregrinos que recorren el Camino Francés a su paso por Navarra se topan con una de las paradas más singulares de toda la ruta: la fuente de vino de Bodegas Irache. Situada en Ayegui, a pocos kilómetros de Estella, este manantial sorprende a los caminantes con un detalle insólito: en lugar de agua, ofrece vino tinto joven de la Denominación de Origen Navarra.

El atractivo no es solo el vino, sino también la puesta en escena. La fuente está incrustada en un muro de la bodega y dispone de dos grifos, uno con agua y otro con vino, lo que la convierte en un lugar de encuentro para los peregrinos que buscan reponer fuerzas. Funciona las 24 horas del día, durante los 365 días del año, y cada jornada se rellena con unos 100 litros de vino. Además, una cámara web permite seguir en directo cómo los caminantes hacen alto en este punto tan especial.

Más allá de lo curioso, la fuente conecta con la historia hospitalaria del Camino de Santiago. Desde la Edad Media, los monjes benedictinos del cercano monasterio de Irache ofrecían a los peregrinos alimento, descanso y también un trago de vino como reconstituyente en sus largas jornadas. Hoy, esta tradición centenaria sigue viva gracias a una de las bodegas más emblemáticas de Navarra.

La historia de Bodegas Irache y sus visitas

Fundada en 1891, Bodegas Irache es una de las más antiguas de la Comunidad Foral, aunque su relación con el vino se remonta mucho más atrás, cuando los monjes elaboraban caldos en estas tierras para alimentar y sanar a los caminantes del Camino. Con el paso de los siglos, los vinos de Irache llegaron a servirse incluso en la mesa de la familia real de Navarra y se exportaban a países vecinos como Francia o Portugal.

Hoy la bodega combina tradición y modernidad, conservando espacios como su Museo del Vino, que reúne más de 400 piezas relacionadas con la viticultura, y su cava centenaria, donde se custodia una colección privada de cosechas históricas a temperatura constante. Los visitantes también pueden conocer sus viñedos y salas de crianza, incluida la popular “catedral del vino”, llamada así por sus arcos y columnas de medio punto.

El refrán dice: "Con pan y vino se hace el camino" y este lugar de Navarra bien cierto es

Las visitas guiadas se realizan los viernes y sábados a las 12:00 horas, con reserva previa indispensable. El precio es de 16 euros por persona e incluye un recorrido por las instalaciones, una parada en el museo, otra en la fuente del vino y una cata de algunos de sus vinos más representativos. Las reservas pueden gestionarse directamente a través de la bodega, tanto por teléfono como por correo electrónico, convirtiéndose en una experiencia que va mucho más allá del Camino de Santiago.