Sánchez mantiene intacto su férreo respaldo a García Ortiz: "Creemos en su inocencia"

El apoyo férreo que el Gobierno ha brindado estos meses a Álvaro García Ortiz se mantiene imperturbable, a pesar de que el Tribunal Supremo ha confirmado este martes el procesamiento del fiscal general del Estado por un delito de revelación de secretos contra el novio de Isabel Díaz Ayuso.

Pedro Sánchez, que ha comparecido este martes por la tarde en Marivent tras su despacho veraniego con el Rey, ratificó la determinación de sostenerlo en el cargo. "Creemos en su inocencia y, por tanto, cuenta con el aval del Gobierno". "Respaldamos la acción del fiscal general", subrayó. Tres frases lo suficientemente contundentes para que no haya ni una sola duda de que está blindado y de que la Moncloa no considera creíbles los indicios de la investigación judicial.

La decisión del Supremo se conoció cuando estaba acabando la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros y aunque no dio tiempo a que pronunciara la portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, desde Moncloa ya se destacó que la posición durante todo este tiempo había sido de apoyo cerrado.

La digestión política del hecho histórico que supone ver a un fiscal general sentado por primera vez en el banquillo, no cambió en nada la postura del Ejecutivo. Sánchez tuvo varias horas para pensarlo y no se movió ni un milímetro.

TE PUEDE INTERESAR

El Supremo envía al banquillo a García Ortiz por revelación de secretos contra el novio de Ayuso

Pablo Gabilondo

Durante todos estos meses, el Ejecutivo ha sujetado públicamente a Álvaro García Ortiz y su intención, como publicó este diario, era no dejarle caer aunque se le abriera juicio oral.

En la Moncloa piensan que García Ortiz ha sido una víctima del enojo de los jueces del Supremo con el Gobierno, por la aprobación de la ley de amnistía. Esta batalla es la que lleva al Ejecutivo a arropar al fiscal general, pese a su delicadísima situación. "No les daremos su cabeza", anticipaban ya hace meses fuentes gubernamentales, que todavía confían en que pueda salir absuelto. El Gobierno sólo se retirará de esta contienda, que tiene dimensión de crisis institucional, si es el fiscal general quien decide tirar la toalla y renunciar al cargo.

El auto del alto tribunal cuenta con el voto particular de uno de los tres magistrados, Andrés Palomo, que se ha desmarcado del resto al concluir que no se han recabado pruebas suficientes para enviar a García Ortiz al banquillo. Los otros dos magistrados, Julián Sánchez Melgar y Eduardo de Porres, sí ratifican la decisión del magistrado instructor, Ángel Hurtado, y rechazan tanto los argumentos de la Fiscalía como del propio García Ortiz.