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Sánchez intenta evitar que el incendio abrase su Gabinete: Salazar renuncia a su puesto en Moncloa
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Sánchez intenta evitar que el incendio abrase su Gabinete: Salazar renuncia a su puesto en Moncloa

"No puede ser que lo que es malo para Ferraz, sea bueno para el Gobierno", mantenían las voces críticas del PSOE que pedían su dimisión del Gabinete. De momento, ha renunciado "temporalmente"

Foto: Paco Salazar, en la Ejecutiva del PSOE el pasado año. (EFE/Rodrigo Jiménez)
Paco Salazar, en la Ejecutiva del PSOE el pasado año. (EFE/Rodrigo Jiménez)
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El escándalo de Francisco (Paco) Salazar que ha arruinado el lavado de imagen feminista de Pedro Sánchez incluso antes de comenzar el crítico Comité Federal del PSOE es solo la primera línea del incendio. Salazar, hombre fuerte de Sánchez y colocado en la Secretaría de Organización para 'controlar' a la sucesora de Santos Cerdán y evitar con esa descentralización en cuatro personas que pudiera volver a acumular todo el poder en el partido, ha acabado dimitiendo por las denuncias de acoso y "lenguaje impropio" de sus propias compañeras y subordinadas del PSOE.

El problema es que Salazar es también un engranaje clave del Gabinete del presidente del Gobierno en Moncloa y, como señalaba a El Confidencial una fuente crítica del PSOE, "¿cómo se puede justificar que un hombre que ha renunciado por denuncias así pueda seguir en su puesto en el Gabinete? Lo que es un comportamiento indigno para el partido -insiste- no puede ser bueno en los pasillos de Moncloa".

A media mañana, fuentes oficiales de la Secretaría General de Presidencia informaban que "Francisco Salazar ha solicitado ser apartado provisionalmente de sus responsabilidades de Coordinación Institucional de la Presidencia del Gobierno". El temor a que las denuncias de acoso en Ferraz pudieran repetirse en Moncloa, ha llevado al Gabinete a "poner en marcha los mecanismos establecidos" y "determinar si procede la activación del protocolo de actuación frente al acoso sexual y por razón de sexo, tal y como establece la Administración General del Estado".

Según aseguran las mismas fuentes, "hasta la fecha, ningun empleado o empleada ha solicitado la activación de dicho protocolo ni se ha tenido conocimiento de ningún hecho o comportamiento verbal o físico de naturaleza sexual que pudiera ser constitutivo de una actuación degradante, ofensiva o intimidatoria en la Presidencia del Gobierno que pudieran afectar a Francisco Salazar".

Efectivamente, Salazar es una pieza fundamental desde hace años en el Gabinete de Pedro Sánchez en Moncloa. Con rango de subsecretario, depende orgánicamente de Diego Rubio, el jefe de Gabinete y verdadero spin doctor del último año de la Presidencia. Salazar se ocupa, hasta el m,omento en que se ha apartado "temporalmente", de la Secretaría General de Coordinación Institucional, y de él dependen directamente los departamentos de Coordinación Política (Antonio Hernández Espinal); Atención y Respuesta a la Ciudadanía, ahora mismo vacante, y Asuntos Institucionales que lidera Iván García Yustos.

Salazar es un viejo conocido de Sánchez y uno de los llamados "fontaneros pata negra" del presidente en Moncloa. Nacido en el municipio sevillano de Montellano en 1968, fue de los primeros en acceder al círculo de hierro del gabinete de Pedro Sánchez cuando éste recuperó la Secretaría General del PSOE. Junto a Salazar estaban compartiendo esa intimidad nada menos que Santos Cerdán y José Luis Ábalos. Cuando un año antes, en 2016, Sánchez recorría las agrupaciones con el clan del Peugeot 407 -junto a Ábalos, Cerdán y con Koldo al volante- Salazar realizaba una labor de zapa por toda Andalucía para minar el apoyo a Susana Díaz en su propio feudo. Salazar y Díaz nunca se soportaron. Y como pago a su labor, Sánchez le reclamó para estar a su lado.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la IV Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo de Naciones Unidas. (Moncloa/Borja Puig de Bellacasa) Opinión

Tras su éxito en Andalucía contra la rival de Sánchez, éste le nombró secretario de Acción Electoral y Análisis en el PSOE, donde compartía estrategias codo con codo con Iván Redondo. Cuando éste cayó en desgracia en julio de 2021 en la primera crisis de Gobierno que también le costó el puesto a Ábalos y a Carmen Calvo, Salazar salió de Moncloa arrastrado por la ambición política de Redondo. Sin embargo, y como es propio de este Gobierno, no le dejaron con una mano delante y otra detrás: le colocaron al frente del Hipódromo de la Zarzuela.

Fue por poco tiempo: un año después, en agosto de 2022, Pedro Sánchez crea una nueva Oficina de Planificación Política -se avecinaban las municipales y autonómicas, que no tenían ninguna buena pinta- y trae de vuelta a Moncloa a su amigo Paco Salazar: ya no se moverá de su lado. Allí, y al principio bajo la dependencia de Óscar López, realiza funciones de asesoramiento, apoyo y refuerzo en la elaboración del programa político del Gobierno central.

placeholder Organigrama Presidencia del Gobierno.
Organigrama Presidencia del Gobierno.

Allí, al lado de Pedro Sánchez, se ha mantenido y sigue hasta ahora. Su relación con el presidente es tal que, de no ser porque Sánchez se veía obligado a que fuera una mujer la nueva secretaria de Organización, muchos dentro del partido estaban convencidos de que iba a elegir a este sevillano -conocedor del PSOE como la palma de su mano- sucesor de Cerdán. Sánchez optó por Berta Torró y colocó a Salazar en la sombra como cordón umbilical entre el Gabinete de Moncloa y la cúpula de Ferraz. Pero las acusaciones de acoso -lanzadas en la noche del viernes por ElDiario, que quizá ahora haya pasado a engrosar las filas de la 'fachosfera' para el PSOE y el Gobierno- han dinamitado toda la operación, tanto orgánica como de imagen con el feminismo.

"No podía seguir en el Gabinete, diseñando la estrategia del Gobierno, porque es más que probable que salgan nuevas denuncias"

El futuro de Salazar es ahora más que incierto. La presión de las mujeres en el PSOE que no tienen ya nada que perder, como Adriana Lastra, frente a quienes siguen dependiendo orgánicamente de Sánchez, como Pilar Alegría o Diana Morant, han mostrado las diferentes varas de medir y la distinta altura del listón ético: mientras que para la primera, Salazar no podía tomar posesión en Ferraz, las segundas pedían calma e incluso la portavoz defendía a su compañero "como una persona íntegra".

La presión sobre Sánchez por los audios y la cosificación de las mujeres, han acabado por hacer que Salazar renuncie a primera hora de la mañana a su nombramiento en la cúpula del PSOE. Y esa misma presión que han ejercido en el partido todas las representantes del feminismo clásico -"No puede seguir en el Gabinete, diseñando la estrategia del Gobierno"- ha acabado motivando la renuncia temporal de Salazar también en su puesto en el Gabinete de la Presidencia. "Sobre todo -añade esta feminista clásica ahora lejos de Ferraz- porque es más que probable que salgan nuevas denuncias de los pasillos de Moncloa".

El escándalo de Francisco (Paco) Salazar que ha arruinado el lavado de imagen feminista de Pedro Sánchez incluso antes de comenzar el crítico Comité Federal del PSOE es solo la primera línea del incendio. Salazar, hombre fuerte de Sánchez y colocado en la Secretaría de Organización para 'controlar' a la sucesora de Santos Cerdán y evitar con esa descentralización en cuatro personas que pudiera volver a acumular todo el poder en el partido, ha acabado dimitiendo por las denuncias de acoso y "lenguaje impropio" de sus propias compañeras y subordinadas del PSOE.

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