Uno de los edificios históricos más impresionantes de Ibiza guarda un secreto bajo sus cimientos
Elevado sobre las murallas del casco antiguo, este monumento religioso fue levantado sobre una antigua mezquita que, a su vez, sustituyó templos de culturas anteriores
A pocos pasos del Mediterráneo y rodeado por las murallas renacentistas de Dalt Vila, se alza un edificio que ha presidido la historia espiritual y urbana de Ibiza desde hace siglos. Su silueta domina el perfil de la ciudad antigua y atrae cada año a miles de visitantes, pero lo que muchos ignoran es que bajo sus sólidos muros se esconden capas de pasado que superan el milenio. El solar que hoy ocupa este templo cristiano fue lugar sagrado para fenicios, púnicos, romanos y musulmanes, antes de su transformación definitiva tras la conquista catalana del siglo XIII, como ha recordado recientemente Turismo Illes Balears.
Se trata de la Catedral de Santa María de las Nieves, construida a partir de 1235 sobre la antigua mezquita mayor de Madina Yabisa. Del gótico original tan solo permanece la torre del campanario, mientras que el resto del templo fue reformado en el siglo XVII con un estilo barroco sobrio. El edificio presenta una nave central, capillas laterales y un ábside pentagonal, y su interior alberga una cuidada colección de arte sacro que documenta siglos de devoción y evolución estética.
📍 Catedral #Eivissa En lo alto de Dalt Vila, la Catedral de Santa Maria se alza sobre antiguos lugares de culto fenicios, púnicos, romanos y musulmanes. Un lugar cargado de historia, transformado a lo largo de los siglos. 📆
— Turismo Illes Balears (@TurismeBalears) June 26, 2025
Entre sus principales tesoros destacan las tablas góticas de San Antonio y Santa Tecla, atribuidas al pintor Francesc Comes, una custodia de plata dorada del año 1399 y el órgano restaurado recientemente tras años de deterioro. El instrumento actual fue construido en 1945, después de que el original, del siglo XVIII, fuera destruido durante la Guerra Civil. En la última intervención, realizada por el taller Grenzing, se han conservado algunos elementos de la pieza original, como la fachada y los tubos del pedal, aunque también se han sustituido partes clave como la consola y la caja de aire del órgano mayor.
Las campanas que coronan la torre aún repican en celebraciones litúrgicas, manteniendo vivo el vínculo con la tradición religiosa ibicenca. Además, parte de las piezas más valiosas se encuentran expuestas en el museo diocesano anexo, instalado en la antigua sacristía.
Un lugar sagrado desde tiempos antiguos
La ubicación de esta catedral no fue escogida al azar. El montículo donde se levanta fue utilizado durante siglos como punto de referencia espiritual por diversas civilizaciones. Los restos arqueológicos hallados confirman la presencia continuada de culto desde el periodo fenicio hasta la época islámica, consolidando su condición de enclave estratégico y simbólico dentro de la isla. Este legado se percibe no solo en su arquitectura, sino también en el entorno urbano que la rodea.
Hoy, la Catedral de Ibiza forma parte del conjunto monumental de Dalt Vila, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Los visitantes pueden recorrer sus capillas, subir al campanario y disfrutar de las vistas panorámicas sobre la ciudad y el mar. Aunque se ha transformado con el tiempo, sigue siendo uno de los espacios más significativos del casco histórico, tanto por su valor artístico como por la memoria ancestral que conserva bajo sus cimientos.
A pocos pasos del Mediterráneo y rodeado por las murallas renacentistas de Dalt Vila, se alza un edificio que ha presidido la historia espiritual y urbana de Ibiza desde hace siglos. Su silueta domina el perfil de la ciudad antigua y atrae cada año a miles de visitantes, pero lo que muchos ignoran es que bajo sus sólidos muros se esconden capas de pasado que superan el milenio. El solar que hoy ocupa este templo cristiano fue lugar sagrado para fenicios, púnicos, romanos y musulmanes, antes de su transformación definitiva tras la conquista catalana del siglo XIII, como ha recordado recientemente Turismo Illes Balears.