La pinza de IU y Podemos contra Yolanda Díaz por celebrar el pacto de Sánchez con la OTAN
Antonio Maíllo y Pablo Iglesias dudan del acuerdo cerrado con Rutte e insisten en que el camino debe ser la salida de la alianza atlántica, mientras que Sumar defiende que se trata del "giro de 180 grados" que pedía tras el estallido del caso Cerdán
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"No es el porcentaje, es el carril". Con esta frase muestran en Izquierda Unida su desconfianza al acuerdo esbozado entre el Gobierno de Pedro Sánchez y la secretaría general de la OTAN que, en teoría, exime a España de cumplir con el objetivo de gasto en defensa del 5% del PIB. "De lo que habría que hablar en Europa es de abandonar la Alianza Atlántica", defiende Pablo Iglesias en su cuenta de X. Los posicionamientos de IU y Podemos después del anuncio dominical (y triunfalista) del jefe del Ejecutivo contrastan con la satisfacción que muestran en Sumar sobre la entente entre Mark Rutte y Sánchez, a pesar de los matices que quedan por conocerse. Yolanda Díaz incluyó el gesto en su exigencia de dar "un giro de 180 grados" a la legislatura para que la coalición pueda salir del atolladero en el que se ha metido el PSOE por el estallido del caso Santos Cerdán.
El hecho de que el propio Mark Rutte haya diferido, apenas 24 horas después del acuerdo, del diagnóstico de Sánchez alimenta la desconfianza de Podemos e IU y deja a Sumar en una posición compleja en un momento de reorganización de las izquierdas estatales. Los morados hace tiempo que marcaron sus distancias con el Ejecutivo, algo hasta cierto punto sencillo, si se tiene en cuenta que la formación que encabeza Ione Belarra dejó la alianza gubernamental en diciembre de 2023. "Nosotros no somos socios del Gobierno", dejó claro el lunes el secretario de Organización y coportavoz Pablo Fernández.
IU sigue dentro de la coalición y no tiene intención de abandonarla a pesar del terremoto provocado por la presunta trama de corrupción, al menos hasta que no haya más información. En la formación que encabeza Antonio Maíllo están en un compás de espera en lo que respecta al caso Cerdán y huyen de "sobreactuaciones" como las que achacan a la propia Yolanda Díaz. Pero sí están muy lejos de los magentas en su pedigrí antimilitarista. La federación de izquierdas nace en los años 80 al calor del movimiento contrario a la entrada de España en la OTAN y ahí siguen desde entonces.
Las posiciones de IU y Podemos, muy marcadas en lo relativo a los conflictos internacionales y la escalada provocada por el ataque de EEUU en Irán, dejan a Sumar en una especie de tierra de nadie. "Dijimos que ni los recortes ni el rearme eran el camino", publicó el domingo en sus redes sociales Yolanda Díaz para recoger el guante de ese "giro de 180 grados" que había exigido tras las dos comparecencias de Pedro Sánchez en Ferraz por la crisis del caso Cerdán. Según la vicepresidenta segunda, "la negativa a cumplir con el aumento de gasto exigido por la OTAN apunta en la dirección correcta".
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Los matices de la OTAN, que alejan el objetivo del 2,1% del PIB citado por Sánchez y elevan el porcentaje hasta el 3,5%, son un obstáculo para Sumar tras las buenas palabras de la política gallega, que queda atrapada en la pinza de Podemos e IU, como ya ocurrió con el contrato de la compra de material bélico a empresas israelíes. "El problema no es el debate de porcentajes, sino el modelo de seguridad", expresó Antonio Maíllo en una entrevista en Onda Cero muy crítica con la Alianza Atlántica y también la UE, a quien achaca una posición "patética" en medio de la escalada en Oriente Medio.
Las tesis defendidas por Maíllo encajan perfectamente con el editorial que ha publicado el brazo mediático de Podemos, Diario Red. "Es un compromiso que va a hipotecar durante décadas los derechos y la seguridad económica de las familias (...) al tiempo que nos subordina definitivamente a la OTAN", reza la publicación del medio que dirige Pablo Iglesias, que defiende que el posicionamiento del Gobierno de Pedro Sánchez no es muy distinto al que habría tomado un ejecutivo "de extrema derecha".
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Una muestra de la incomodidad de este debate para los magentas está en la lenta reacción que Sumar ha tenido respecto al uso de las bases de Rota y Morón de la Frontera en el despliegue del Pentágono en Irán. Antes del bombardeo que llevó a cabo la fuerza aérea estadounidense sobre territorio iraní se registró una mayor presencia de aviones de reabastecimiento de combustible en la base sevillana.
Este lunes el alcalde de la localidad, el socialista Juan Manuel Rodríguez, admitió el mayor ajetreo en las pistas de Morón, algo que admitió la ministra Margarita Robles la pasada semana. Ya entonces el diputado de IU, Enrique Santiago, registró una serie de preguntas al Gobierno sobre el uso de la infraestructura construida a mediados del pasado siglo y que comparten las fuerzas armadas estadounidenses y las españolas. Podemos hizo lo propio con otra batería de cuestiones e incluso Adelante Andalucía, la formación izquierdista fundada por Teresa Rodríguez en 2020, se plantó en Rota el viernes para protestar por el uso de las bases para estos ataques en Oriente Próximo.
Sumar ha esperado hasta este lunes para alzar la voz. Yolanda Díaz ha "exigido" que no se utilicen las instalaciones andaluzas para ataques "ilegales" y la formación magenta ha registrado una serie de preguntas en la Cámara baja en una iniciativa firmada por la portavoz, Verónica Fernández Barbero, y el diputado Agustín Santos Maraver. En su escrito, Sumar plantea la posibilidad de que las escalas en suelo español infrinjan el convenio de cooperación entre España y EEUU que regula el uso de las bases.
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En ese contexto, cuestiona al Gobierno si Washington solicitó permiso para utilizar las pistas de Cádiz y Sevilla, si el Ministerio de Defensa dio su beneplácito para ello y si el Ejecutivo conocía el destino de los aviones cisterna. Sumar, como ya hizo Podemos, plantea la posibilidad de "renegociar" con EEUU el citado convenio para recuperar la plena soberanía de las bases de Morón y Rota o si se tomarán acciones para evitar un futuro uso de las instalaciones compartidas en una "escalada de bombardeos" que va contra el derecho internacional.
"No es el porcentaje, es el carril". Con esta frase muestran en Izquierda Unida su desconfianza al acuerdo esbozado entre el Gobierno de Pedro Sánchez y la secretaría general de la OTAN que, en teoría, exime a España de cumplir con el objetivo de gasto en defensa del 5% del PIB. "De lo que habría que hablar en Europa es de abandonar la Alianza Atlántica", defiende Pablo Iglesias en su cuenta de X. Los posicionamientos de IU y Podemos después del anuncio dominical (y triunfalista) del jefe del Ejecutivo contrastan con la satisfacción que muestran en Sumar sobre la entente entre Mark Rutte y Sánchez, a pesar de los matices que quedan por conocerse. Yolanda Díaz incluyó el gesto en su exigencia de dar "un giro de 180 grados" a la legislatura para que la coalición pueda salir del atolladero en el que se ha metido el PSOE por el estallido del caso Santos Cerdán.