El futuro del caso Cerdán tensa a la izquierda: amago de ruptura en Sumar y crisis en Navarra
El ala mayoritaria de Compromís y Mès per Mallorca debaten la semana próxima si dejan la coalición. Podemos reclama a su formación en Navarra la salida del Gobierno de Chivite, algo que en Pamplona descartan
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El estallido del caso Cerdán también ha provocado un importante temblor para los socios del ala minoritaria del Gobierno de coalición. La dureza con la que Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda, ha reclamado un "reseteo" de la legislatura y una nueva relación dentro del Ejecutivo no ha servido para calmar las aguas. Dos de las casi 15 formaciones que se presentaron bajo el paraguas magenta a las elecciones de julio de 2023 abordarán la semana próxima la posible salida de la coalición que hoy tiene 27 escaños en el Congreso y podría perder alguno si esas rupturas acaban produciéndose. Más allá de una hipotética división, la formación de la ministra de Trabajo también mide sus fuerzas con IU en medio de esta vorágine y la presión de Podemos también hace mella en este escenario endiablado.
"Esto puede coger un carril de control o uno de descomposición y en tres meses tenemos elecciones", admite un dirigente del espacio a la izquierda del PSOE para dar cuenta de una sensación que es común entre los socios. No está claro qué mas información puede salir y hasta dónde está enraizada la trama que, hoy por hoy, afecta a José Luis Ábalos, Santos Cerdán y Koldo García Izaguirre. Ese compás de espera se está digiriendo a distintos ritmos en la coalición de izquierdas que lideró Yolanda Díaz en 2023, como demuestran sus dos ruedas de prensa para elevar la presión contra el PSOE y la reacción más contenida de IU, a la espera de ver cómo evolucionan los acontecimientos para decidir la magnitud de su golpe en la mesa.
En medio de esta pugna soterrada, dos de las formaciones que se aliaron para conformar Sumar celebrarán la semana próxima reuniones de sus direcciones para decidir si se mantienen en la coalición o, como hizo Podemos en diciembre de 2023, pasan al grupo mixto. Son los valencianos de Més-Compromís y los baleares de Més per Mallorca y Més per Menorca, que aportan dos de los 27 escaños que Sumar tiene en la Cámara baja. También hay dudas sobre el futuro que pueda tener la Chunta Aragonesista, que cuenta con otro diputado, aunque en el caso aragonés no parece tan probable una salida del grupo parlamentario, aunque sí habrá reflexión sobre el apoyo al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
El caso de Més-Compromis es quizás el más preocupante, según indican fuentes de la coalición. Esta formación es la mayoritaria dentro de Compromís en Valencia y está representada por Agueda Micó en el Congreso, mientras que el otro diputado de la formación nacionalista valenciana, Alberto Ibáñez, pertenece a ala minoritaria de Iniciativa del Poble Valencià. Existe la posibilidad de que la primera abandone la coalición y no lo haga el segundo, pero todo dependerá de la decisión que tome finalmente la reunión del Consell Nacional convocado para este lunes después de que la Ejecutiva si abogase por la ruptura con la coalición magenta después del conocerse el informe de la UCO sobre Santos Cerdán.
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La formación balear que representa en el Congreso Vicenç Vidal está todavía en la fase previa después de la reunión de las direcciones mallorquina y menorquina que se llevaron a cabo entre el jueves y el viernes. "Habrá una asamblea en la que la militancia decidirá", expresa a esta redacción el diputado, que defiende la necesidad de trabajar en una "agenda social", pero admite que "lo que no puede pasar es que la lucha contra la corrupción quede en palabras, sino en hechos". La hipotética marcha de la coalición de estas fuerzas sería un duro golpe para el ya escaso margen de maniobra que tiene el Ejecutivo en la Carrera de San Jerónimo.
Más allá de las posibles divisiones internas, hay que prestar atención a los pulsos de poder soterrados entre las distintas facciones de la izquierda. En IU, en privado, muestran un cierto descontento con lo que considera una "sobreactuación" de Yolanda Díaz, que en la última semana ha intentado tomar impulso aprovechando la debilidad del PSOE. Hay que recordar que la gallega no tiene cargos orgánicos en Sumar después del batacazo del partido en las elecciones europeas del pasado año, aunque la dirección magenta sigue controlada por sus afines. Así se explica que sus dos comparecencias para reaccionar a la crisis se produjeran en la sede del Ministerio de Trabajo.
Hay quien le afea a IU que haya actuado con una menor dureza que en crisis anteriores, como ocurrió con la compra de munición por parte del Ministerio del Interior a empresas israelíes. "Hiperventilación poca, si levantamos la voz es para irnos", expresan fuentes de la federación de izquierdas, que el pasado lunes presentó una batería de medidas contra la corrupción. Estas tesis encajan en las palabras de Antonio Maíllo, coordinador federal, el pasado miércoles, que afeó la ausencia de los ministros del socio minoritario del Gobierno en la sesión de control en el Congreso.
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La toma de posiciones en el espacio de la izquierda tiene que ver también con la presión que ejerce Podemos desde fuera. Los debates sobre la búsqueda de una candidatura de unidad para los futuros comicios han desaparecido de un plumazo y lo que hay ahora es una competición por criticar al PSOE. Ahí los de Ione Belarra llevan la delantera y desde el principio hablaron del "caso PSOE". Pero también hay fuego cruzado dentro de las filas moradas a cuento del estallido del caso Cerdán. El origen de la presunta trama está precisamente en Navarra, donde Podemos forma parte de una coalición en la que también está IU y gobiernan con la socialista María Chivite, señalada también por los negocios de la trama con su Ejecutivo por medio de la empresa Servinabar.
En ese contexto, el portavoz de la dirección estatal de Podemos, Pablo Fernández, reclamó a la todavía líder morada en Navarra, Begoña Alfaro, la ruptura con el PSOE en un gabinete del que ella es vicepresidenta. Alfaro no se ha presentado al proceso de renovación orgánica que Podemos Navarra tiene en marcha y lleva tiempo alejada de la cúpula de Belarra. Como respuesta a la petición de Fernández, la formación morada en Pamplona ha lanzado un duro comunicado defendiendo la labor de Contigo (el nombre de la coalición) en el Ejecutivo navarro.
El escrito recuerda que los morados han sido claves para la aprobación de una comisión de investigación para indagar si hubo corrupción en los contratos de la trama con la Administración foral y pone el foco en que el acuerdo de coalición de 2023 deja claro que las decisiones sobre gobernar con el PSOE corresponden a la dirección autonómica. Además, califica de "inadmisible" que Fernández se haya "inmiscuido" en el proceso de primarias que está abierto ahora mismo.
El estallido del caso Cerdán también ha provocado un importante temblor para los socios del ala minoritaria del Gobierno de coalición. La dureza con la que Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda, ha reclamado un "reseteo" de la legislatura y una nueva relación dentro del Ejecutivo no ha servido para calmar las aguas. Dos de las casi 15 formaciones que se presentaron bajo el paraguas magenta a las elecciones de julio de 2023 abordarán la semana próxima la posible salida de la coalición que hoy tiene 27 escaños en el Congreso y podría perder alguno si esas rupturas acaban produciéndose. Más allá de una hipotética división, la formación de la ministra de Trabajo también mide sus fuerzas con IU en medio de esta vorágine y la presión de Podemos también hace mella en este escenario endiablado.