Canarias, transporte gratis y picaresca: "Vivo en Sevilla con el padrón en Fuerteventura"
El Gobierno central acaba de aprobar otros 183 millones de euros para subvencionar el transporte en los archipiélagos. Mientras tanto, algunos canarios residentes en la península se empadronan en las islas para volar más barato
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Pedro* vive en Sevilla, pero está empadronado en Fuerteventura. Allí tiene su familia y su empresa, motivos por los que vuela con regularidad al archipiélago, siempre con el descuento para residentes del 75% del precio final de los boletos que el Gobierno central lleva años financiando. A él no le importa incumplir la Ley 7/1985, que obliga a todos los españoles a empadronarse donde viven realmente. Le compensa correr el riesgo de ser multado con hasta 150 euros, pues eso es lo que puede llegar a ahorrarse en uno de los diez viajes que realiza anualmente. Como las autoridades han incumplido sus promesas de ampliar el descuento de residentes a los canarios en península, algunos hacen lo que Pedro y solucionan el problema empadronándose en las islas para volar más barato.
Cuando Pedro habla de su “truco” para viajar barato no se pone nervioso, ni siquiera lo describe como algo que no debería estar haciendo. Lo tiene normalizado. Jamás ha conocido a alguien multado por vivir en la península y estar empadronado en Canarias, por eso entiende que sea muy poco probable que le toque a él y se mofa de su privilegio. Planifica los viajes a las islas con un costo mínimo de transporte, porque en Fuerteventura no tiene que pagar por moverse gracias a otra subvención del gobierno central que mantiene a coste cero el uso de líneas públicas urbanas e interurbanas de guaguas (autobuses). Este lunes 16 de junio, el Ministerio de Transporte comunicó que financiaría con 183 millones de euros la gratuidad del transporte en Canarias y Baleares, monto que se tramita de forma independiente, pero que es más de la mitad de las ayudas (355 millones) de las otras 13 comunidades autónomas beneficiadas.
Debido a la dispersión geográfica de las Islas Canarias y a lo lejos que se encuentra de la península, las autoridades autonómicas suelen exigir al ejecutivo prebendas en materia de transporte. De ahí nace el mencionado descuento del 75% y otras peticiones, como la planteada a inicios de mayo por el Gobierno de Canarias al Ministerio de Transporte: convertirse en territorio piloto en la implantación del futuro título único nacional de transporte.
Según declaró en febrero pasado el responsable del sector, Óscar Puente, el abono nacional que Canarias quiere probar llegará en 2026 y permitirá a “cualquier ciudadano viajar sin preocuparse por diferencias en los precios o métodos de validación” que existen ahora entre las diferentes comunidades autónomas. El precio de ese abono aún está por definir, pero dependerá en cualquier caso de cuánto capital pueda inyectar el Gobierno.
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El interés por subvencionar el transporte de Canarias es tal, que la directora general de Transportes del Ejecutivo autonómico canario, María Fernández, dijo en la solicitud mencionada: “No podemos vernos en la situación de tener que devolver 120 millones de euros por requisitos cuya interpretación sigue generando dudas”. O sea, Moncloa manda dinero a las islas que ni siquiera allí saben cómo emplearlo, y se plantean la opción de devolverlo. Por algo Pedro está tan tranquilo, quizás viaje barato hasta que otro volcán emerja el mar canario y se convierta en isla.
Impunidad total: No hay manera de saber cuántos lo hacen
Nadie sabe a ciencia cierta cuántos Pedros existen y, al parecer, a nadie le importa mucho averiguarlo. El Gobierno autonómico, la Delegación del Ejecutivo central en las islas y el Ministerio de Transportes declinaron hacer declaraciones a este diario sobre el tema. El Gobierno autonómico dijo que era competencia de Moncloa, y la delegación de esta en las islas señaló al Ministerio de Transportes. “Cómo nos va a constar (que personas se empadronen aquí viviendo en la península) si los que empadronan son los ayuntamientos”, respondió la encargada de prensa de la Delegación de Gobierno. En los ayuntamientos de Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife nos remitieron a las oficinas de empadronamiento.
El consejero de Obras Públicas, Vivienda y Movilidad del Gobierno canario, Pablo Rodríguez Valido, respondió a este diario con un correo que a continuación reproducimos literalmente: “Los beneficios del descuento de transporte son competencia del Estado, que se encarga de dicha gestión de fiscalización, ya que la ayuda proviene del Gobierno central”.
El Confidencial contactó también a Iberia Express, una de las aerolíneas que más vuela a Islas Canarias, para saber si ellos han detectado fraudes a la hora de comprar los boletos. “Nosotros tenemos establecido solicitar el certificado de residente a los clientes, pero a partir de ahí, qué control podríamos tener nosotros sobre si esas personas residen verdaderamente o no en Canarias”, explican fuentes de la mencionada aerolínea. “No podemos negar el abordaje a un pasajero si entrega toda su documentación en regla”.
"Yo empleo a personas en Canarias y contribuyo a la sociedad de allí, creo que (el descuento) es un derecho que tengo"
“Ese descuento que tengo es una bendición y agradezco que continúe así”, explica Pedro a El Confidencial. “Para Canarias es muy importante ese descuento, porque facilita la conexión con el resto del Reino de España a pesar de estar a más de dos horas en avión de la península. A mí me permite que mis negocios allí sean más viables. Voy casi todos los meses y gasto 50 euros más o menos entre ir y venir cada vez. Como yo hay muchas personas que tienen proyectos incluso más adelantados y grandes que el mío, y van más a menudo. Yo empleo a personas en Canarias y con mi trabajo contribuyo a la sociedad de allí, creo que (el descuento) es un derecho que tengo”.
Gran parte de la economía del archipiélago está anclada en el turismo y a los visitantes les afectan los elevadísimos precios que pueden alcanzar los billetes de avión, recuerda Pedro, economista de formación y asesor financiero. “A veces es muy engorroso pagar un avión a Canarias para los españoles que tienen que viajar a allí con frecuencia, o para los mismos canarios que se han venido a la península y perdieron el descuento por empadronarse aquí”.
Para Pedro es una buena opción que se extienda el descuento a los descendientes de canarios que se hayan ido de las islas, aunque reconoce que habría que “revisar los costes de esas subvenciones para ver si es posible llevarlas a cabo”.
"Han fallecido muchos padres que anhelaban ser visitados con más frecuencia por sus hijos"
En 2017, la plataforma Change.org admitió una recogida de firmas que pedía materializar la idea de Pedro. En el momento en que se redacta este reportaje se han registrado 49.117 firmas, pero eso no se ha traducido en nada concreto, lamenta Tomás Hernández, un portavoz de Canarios Sin Alas, la organización que impulsó la iniciativa.
“Los precios de los vuelos hacen imposible para muchos canarios que viven en la península volver a su tierra en navidades o despedirse de sus familiares en caso de fallecimiento”, detalla Hernández. “Tenemos asociados que han llegado a pagar hasta 700 euros para poder despedirse de un familiar. En este tiempo ha habido muchos momentos en los que parecía que estábamos cerca de conseguir avances, pero llegaban unas elecciones con un no inesperado y volvíamos al punto de partida otra vez. Entonces el tiempo pasa. Ya han crecido los niños de los que iniciaron el movimiento en 2017 y han fallecido muchos padres que anhelaban ser visitados con más frecuencia”.
Los vuelos caros, la raíz del problema
Hernández explica que la situación se agrava especialmente en determinados momentos del año. En verano o navidades, por ejemplo, “si el billete no se compra con mucha antelación, para una familia de cuatro miembros puede que los precios no bajen de los 1.200 euros”.
La historia de Ana*, una canaria de más de 40 años que lleva la comunicación de varias empresas en Madrid, es un ejemplo de lo explicado por Hernández. Tiene dos hijos pequeños y apenas puede llevarlos un par de veces al año a las islas para que pasen tiempo con sus abuelos. Ella y su esposo tratan de apañárselas como pueden para ir reuniendo o sacar los boletos poco a poco, con varios meses de antelación a la fecha del viaje.
Ella también estuvo mucho tiempo residiendo en Madrid y empadronada en Canarias para poder volar con el descuento, pero dejó de hacerlo cuando compró una vivienda. “Creo que deberían ampliar el descuento a los familiares de primer grado que ya no vivimos en las islas, pero tenemos a nuestros padres allí”, opina. “Esto de los vuelos a Canarias es insostenible, y no hablo para ir de vacaciones a ver a tus familiares, sino de un hecho extraordinario como la muerte o el deterioro de la salud de los nuestros que siguen allí”.
"No todos lo hacíamos para dar más viajes al año, yo solo quería ir en fechas señaladas"
Ana conoce a muchos canarios que también mantuvieron durante años en las islas su residencia legal, a pesar de haberse mudado a la península. Sin embargo, advierte que es insostenible en el tiempo, porque “tarde o temprano tendrás que hacer algún trámite o algo que te obligue a cambiar de dirección”. En los años que continuó disfrutando del descuento, Ana jamás tuvo problemas por tener un contrato en Madrid y seguir empadronada en Canarias.
“Entre los canarios que decidimos dar el salto y establecernos en la península es algo común mantener el empadronamiento allá, pero no todos lo hacíamos para dar más viajes al año”, aclara. “En mi caso solo quería ir en fechas señaladas y evitar que se me fuera la vida en ello, porque en Semana Santa, verano o Navidades, que es cuando muchos tenemos las vacaciones, es cuando más caros están los billetes”.
Posibles soluciones que nunca llegan
Hernández insiste en que tomar la iniciativa ante la inacción de las autoridades no justifica que algunas personas, de origen canario o no, se establezcan legalmente en el archipiélago atlántico para poder volar más barato. Simplemente es la salida que algunos encuentran a la necesidad de mantener un vínculo estrecho y constante con las islas. En Canarios sin alas tampoco tienen constancia de algún caso en el que se hayan aplicado multas por empadronamientos fraudulentos.
“Nosotros no somos técnicos ni políticos y no podemos aportar soluciones concretas, pero los partidos políticos con los que hemos hablado han propuesto limitar los precios declarando el transporte hacia Canarias como servicio público”, explica. “El Partido Popular propuso incluir un viaje al año para los canarios residentes en la península. Desde Coalición Canaria se propuso establecer algún tipo de subvención para que los canarios con pocos recursos económicos puedan ir una vez al año o asistir al entierro de un familiar. Podemos propuso en 2018 quitar los descuentos en los boletos de primera clase y con el dinero ahorrado incluir de alguna manera a los canarios que residimos en la península. El PSOE también planteó en 2023 regular precios con la declaración de servicio público y propuso establecer una ruta especial entre Madrid y Lanzarote”.
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Además de las iniciativas descritas por Hernández, también se han aprobado varias proposiciones no de ley en el Congreso de los Diputados y en el Senado. Se buscaba, por ejemplo, incluir en el descuento de residentes a los hijos de familias separadas cuando el niño resida en la península y uno de los padres en Canarias. Esta, como el resto de las promesas hechas por los diferentes partidos políticos, nunca se ha materializado.
El descuento del 75% en el precio final de los boletos no es un beneficio exclusivo de los canarios, también lo disfrutan los residentes de Islas Baleares, Ceuta y Melilla. Sin embargo, Hernández aclara que su problemática es menor, porque “tienen mejores opciones que nosotros para transportarse en barco y es más corta la distancia con la península”.
*Nombre cambiado para proteger la identidad real de la persona.
Pedro* vive en Sevilla, pero está empadronado en Fuerteventura. Allí tiene su familia y su empresa, motivos por los que vuela con regularidad al archipiélago, siempre con el descuento para residentes del 75% del precio final de los boletos que el Gobierno central lleva años financiando. A él no le importa incumplir la Ley 7/1985, que obliga a todos los españoles a empadronarse donde viven realmente. Le compensa correr el riesgo de ser multado con hasta 150 euros, pues eso es lo que puede llegar a ahorrarse en uno de los diez viajes que realiza anualmente. Como las autoridades han incumplido sus promesas de ampliar el descuento de residentes a los canarios en península, algunos hacen lo que Pedro y solucionan el problema empadronándose en las islas para volar más barato.