"Silencio administrativo": Armengol obvia al PP y facilita que Sánchez no comparezca hasta julio
Los populares denuncian que la presidenta del Congreso ha ignorado hasta dos escritos reclamando que el presidente del Gobierno dé explicaciones en junio. No abordará el 'caso Leire' en las Cortes como mínimo hasta dentro de un mes
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Ya no es sólo el Partido Popular. En los últimos días, los socios habituales del Gobierno han elevado notablemente la presión contra el presidente del Gobierno para que ofrezca explicaciones sobre el 'caso Leire' y la operación en que la militante socialista ofreció pactos con la Fiscalía a cambio de información comprometida sobre la cúpula de la UCO. Hace más de un mes que Pedro Sánchez no contesta a las preguntas de la prensa, y tanto el primer partido de la oposición como otros aliados parlamentarios del Ejecutivo —ERC, Podemos o Junts— han maniobrado en el Congreso para forzar una comparecencia... que no se celebrará hasta julio.
El PP ha intentado, sin éxito, acelerar esa convocatoria. Pero se ha encontrado con un triple portazo de la presidenta del Congreso, Francina Armengol. Como es habitual a primeros de mes, esta semana no ha habido actividad plenaria en la Cámara Baja, y la Mesa tampoco se ha reunido de forma presencial. La cita se sustituye en estos casos por una especie de 'ronda' telemática orientada a gestionar distintas iniciativas, y que se celebró el pasado martes por la mañana. Los populares exigieron entonces a Armengol que calificase su solicitud de comparecencia de Sánchez para agilizar el calendario, pero ésta se negó.
En el equipo de la dirigente socialista justifican que este tipo de reuniones informales sólo sirve para gestiones de menor calado, como "ampliaciones de plazos administrativos" y "temas pacíficos" que "puedan resolverse sin necesidad de debate", aunque existen varios precedentes del pasado mes de abril en los que sí se calificaron solicitudes de comparecencia con este mismo formato. El cerrojazo provocó enorme malestar en el PP, donde acusaron a Armengol de utilizar "tácticas dilatorias" para ayudar a Sánchez a "esconderse" en plena tormenta de escándalos.
Pero los populares no se dieron por vencidos y registraron ese martes una solicitud formal exigiendo una reunión presencial de la Mesa del Congreso para este mismo jueves, con el fin de tramitar su petición de comparecencia y ganar una semana al procedimiento. Pero se han encontrado con el mismo resultado. La Presidencia de la Cámara ha desoído la demanda, y el PP se queja de que ni siquiera les han ofrecido una respuesta o justificación. "Silencio administrativo", protestan.
Este jueves se ha celebrado una nueva ronda telemática para cerrar los asuntos que abordarán sus señorías la próxima semana, como las preguntas del control parlamentario o las interpelaciones. Y, por tercera vez, Armengol ha desoído las reclamaciones del PP. Los de Feijóo habían presionado a Sumar para que facilitase el trámite, sobre todo después de que la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, haya exigido públicamente "explicaciones" al socio mayoritario de la coalición. "Armengol impone el rodillo parlamentario, impidiendo que Sánchez comparezca de forma urgente para rendir cuentas por la guerra sucia del PSOE", denuncian. El órgano de gobierno del Congreso se reunirá, como estaba previsto, el próximo martes 10 de junio.
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Las prisas del PP vienen por el enrevesado calendario. Después de que la Mesa califique el escrito, este pasará a la siguiente Junta de Portavoces, es decir, no se aprobaría hasta el martes 17 de junio. El Gobierno no podrá imponer su mayoría para vetar la comparecencia, porque en este caso algunos de los socios habituales del Ejecutivo se han unido a la ofensiva del PP, por lo que cuenta con los votos para que salga adelante, pero sí pueden controlar los plazos. Los populares dan por descontado el apoyo de Junts, mientras que ERC y Podemos han decidido hacer la guerra por su cuenta registrando su propia petición.
Con este calendario, y tras el veto de Armengol al PP para acelerar los plazos, la comparecencia no se podría celebrar, como mínimo, hasta la semana del 23 al 27 de junio. Pero el presidente del Gobierno no estará en España esa semana, ya que debe acudir a la cumbre de la OTAN y al Consejo Europeo esos días. La cita se atrasaría al mes de julio, aunque ya es inhábil en el Congreso y un nuevo pleno necesitaría el visto bueno de la Diputación Permanente.
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Una opción factible es que Sánchez celebre una comparecencia 'ómnibus' el próximo mes, una fórmula que ya ha utilizado en varias ocasiones para diluir asuntos incómodos, y junte en una misma sesión las explicaciones por el 'caso Leire' y las conclusiones de las citas internacionales. Sólo hay una posibilidad de agilizar el calendario, y es que las peticiones de comparecencia se debatan de forma acelerada en la Junta de Portavoces del martes 10 de junio, una fórmula que no es habitual y que fuentes populares ven complicada. "Se necesitaría una presión conjunta de todos los grupos y, aún así, el Gobierno podría intentar vetarla", apuntan.
El escándalo sobre los audios destapados por El Confidencial no sólo ha derivado en una presión "en todos los frentes" por parte de la oposición, que han presentado incluso sendas denuncias en los tribunales contra los 'fontaneros' de las "cloacas" socialistas. Los aliados del Ejecutivo también se han descolgado de Sánchez por esta cuestión. El más duro hasta el momento ha sido Podemos. "Es evidente que el presidente del Gobierno no puede permanecer más tiempo en silencio", espetó esta semana su líder, Ione Belarra. "Cada día que pasa, es un día perdido para nuestra democracia".
Ya no es sólo el Partido Popular. En los últimos días, los socios habituales del Gobierno han elevado notablemente la presión contra el presidente del Gobierno para que ofrezca explicaciones sobre el 'caso Leire' y la operación en que la militante socialista ofreció pactos con la Fiscalía a cambio de información comprometida sobre la cúpula de la UCO. Hace más de un mes que Pedro Sánchez no contesta a las preguntas de la prensa, y tanto el primer partido de la oposición como otros aliados parlamentarios del Ejecutivo —ERC, Podemos o Junts— han maniobrado en el Congreso para forzar una comparecencia... que no se celebrará hasta julio.