Los barones del PP (con Mazón) arroparán a Feijóo en la protesta "masiva" del 8-J
Génova diseña un acto "sin siglas" para atraer a votantes socialistas desencantados con la "corrupción" del Gobierno. Aznar y Rajoy acompañarán a la comitiva de los conservadores, y Abascal hará la guerra por su cuenta
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"Cabeza fría y tensión vital máxima". Los consejos —o avisos— de José María Aznar no suelen pasar desapercibidos en el PP. Pero esta vez Alberto Núñez Feijóo se anticipó a la presión del expresidente del Gobierno anunciando que volvería a echarse a la calle. Llamar a la movilización en el corto plazo no entraba en los planes de Génova. Pero el escándalo de la operación para desacreditar a la UCO urdida por el PSOE y destapada por El Confidencial obligó al primer partido de la oposición a replantear su estrategia y pasar a la acción.
La trama de las cloacas del PSOE, que salpica a Pedro Sánchez y a Santos Cerdán, se ve en Génova como uno de los hechos más "graves" de todos los que han salpicado al Gobierno, y no son pocos en lo que va de legislatura. "Es la destrucción del Estado desde dentro", resumen. La vía de una moción de censura es intransitable en estos momentos por la falta de apoyos. Por eso Feijóo quiere convertir la protesta del próximo 8 de junio en la Plaza de España de Madrid en un clamor contra Sánchez para que, al menos, sienta el aliento de la presión social. No caben los errores. La concentración, dicen en el PP, debe ser "masiva".
Génova ya está movilizando a todo su esqueleto territorial para combatir el "agotamiento" y la "frustración" de la ciudadanía por la falta de un horizonte electoral claro, y convertir el próximo domingo en un punto de inflexión. La cita servirá para medir si el músculo movilizador de Feijóo sigue en plena forma más de un año después de la última convocatoria. Es un momento clave. Queda menos de un mes para que el partido celebre el congreso nacional que Feijóo puso en órbita precisamente por la acumulación de escándalos a las puertas de la Moncloa y el riesgo a un adelanto electoral imprevisto.
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Todos los barones del PP han sido convocados el próximo domingo en la capital. Y "todos estarán salvo que tengan alguna obligación institucional", confirman en Génova. Además de alfiles clave como Isabel Díaz Ayuso o Juanma Moreno, se prevé también la presencia del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón. Así lo confirman en su equipo. El partido confiere de este modo cierta normalidad a la difícil situación del PP valenciano. Ni el paso del tiempo desde la fatídica DANA ni la aprobación de los presupuestos autonómicos ha hecho menguar el desgaste del jefe del Consell, contra el que esta misma semana se manifestaron 15.000 personas.
El líder del PP no es ajeno a esta situación, pero trata de dar carta de naturalidad a la presencia del líder valenciano hasta que llegue el momento de abordar su paso al lado. En amplios sectores del PP son conscientes de que el difícil melón de la Comunidad Valenciana es la gran piedra en el zapato de la "alternativa" que pretende construir Feijóo, y piden no demorar la salida del president más allá del verano. Mazón redoblará de este modo su agenda en Madrid: ya acudió a la capital para asistir al último Comité Ejecutivo del partido tras varios meses aparecer.
Que no falte tu voz el día 8 en Madrid: o democracia o mafia. https://t.co/65dZ4wv3J4
— Isabel Díaz Ayuso (@IdiazAyuso) May 29, 2025
Desde las estructuras territoriales confirman que ya han recibido el aviso de fletar autobuses para "colapsar" la Plaza de España de Madrid. Como viene siendo habitual, también acudirán los dos expresidentes del Gobierno, Mariano Rajoy y José María Aznar. Ambos estuvieron presentes la última vez que el PP llamó a echarse a la calle. Fue en mayo de 2024, en la Puerta de Alcalá. La concentración se centró entonces en la batalla contra la ley de amnistía, aunque el caso Koldo ya había dado sus primeros coletazos. La del próximo 8 de junio, avanzan, se centrará en la "corrupción" del Gobierno. Sin presunciones. "O mafia o democracia".
En Génova confían en el éxito de la convocatoria. El partido monitoriza desde hace meses el "estado anímico" de la opinión pública ante las cuestiones de actualidad con herramientas de Inteligencia Artificial y segmentación de datos. Fuentes de este departamento aseguran percibir que "el hastío" de la sociedad "es cada vez mayor" y que existe una sensación generalizada de "hartazgo" con la política que el PP se propone utilizar en su favor. "La corrupción lo corroe todo. Otros gobiernos cayeron así. Le pasó a Felipe [González], le pasó a Susana [Díaz] y le pasó a Mariano [Rajoy]", reflexiona un miembro de la cúpula.
Manifestación "sin siglas"
Feijóo está midiendo personalmente los detalles de la protesta. Y ha dado orden para que la concentración no tenga "logos ni escenografía" del partido. El gallego intervendrá en la cita —aún está por determinar el papel que tendrán los dos expresidentes o si hablará también Ayuso, como viene siendo habitual—, pero lo hará "sin las siglas" del PP. No es una estrategia nueva. Es el modelo que Feijóo siguió durante su etapa en la Xunta para vender un proyecto "transversal" que trascienda a la adscripción ideológica, y que exportó a Madrid cuando aterrizó en Génova.
Génova busca de este modo convertir el del 8 de junio en un "acto de país" abierto a "personas de distintas sensibilidades". Los populares apelan de forma directa a los votantes socialistas "descontentos" con la situación actual del Gobierno, y que comulgan con la línea que marcan el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page; o el expresidente de Aragón, Javier Lambán, que esta semana exigió a Sánchez convocar elecciones anticipadas.
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"El logo no servirá de excusa a nadie para no plantar cara en las calles al Gobierno de Pedro Sánchez", esbozan en el entorno de Feijóo, lo que también implica un órdago velado a Santiago Abascal. Vox ya rechazó la posibilidad de sumarse a la protesta de la Plaza de España, que calificó como "un acto de partido disfrazado de concentración". Los ultraconservadores le apremian a impulsar una moción de censura, tenga o no los apoyos, una opción que Génova descarta.
La tensión entre los dos partidos de la derecha ha vuelto a rezumar tras el escándalo de los audios y, por ahora, Abascal prefiere hacer la guerra por su parte respaldando protestas de organizaciones cercanas a su partido, como la que el pasado jueves se celebró en las inmediaciones del Palacio de la Moncloa. Feijóo respondió a las críticas del partido situado a su derecha este viernes. "No esperaba que me criticasen por convocar una concentración contra el Gobierno, y lo que quiero contestarles es nada. La gravedad de lo que hace este Gobierno no merece ninguna discusión entre los partidos de la oposición", y zanjó: "Allá ellos, no es mi batalla".
"Cabeza fría y tensión vital máxima". Los consejos —o avisos— de José María Aznar no suelen pasar desapercibidos en el PP. Pero esta vez Alberto Núñez Feijóo se anticipó a la presión del expresidente del Gobierno anunciando que volvería a echarse a la calle. Llamar a la movilización en el corto plazo no entraba en los planes de Génova. Pero el escándalo de la operación para desacreditar a la UCO urdida por el PSOE y destapada por El Confidencial obligó al primer partido de la oposición a replantear su estrategia y pasar a la acción.