Moncloa desdeña la convocatoria y que Feijóo tenga votos para la moción de censura

El Gobierno acusa al PP de sobreactuación después de que Alberto Núñez Feijóo haya llamado esta mañana a "llenar las calles" contra Pedro Sánchez en una concentración en Madrid el próximo 8 de junio. Las informaciones de El Confidencial sobre la operación para desprestigiar a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, en manos de la militante del PSOE, Leire Díez, con vínculos en Ferraz y que ha trabajado en el Ejecutivo, y las declaraciones de uno de los implicados, el empresario
Javier Pérez Dolset, sobre que quién realmente está al frente "es Pedro Sánchez directo con Cerdán", han llevado a Feijóo a organizar esta manifestación y reclamar a los socios del Gobierno, fundamentalmente Junts y PNV, que apoyen una moción de censura.

En la Moncloa se muestran muy seguros de que el PP nunca obtendrá este respaldo y esa certeza es la que les permite pensar en agotar la legislatura, incluso sin aprobar unos presupuestos. Y tampoco les inquieta la concentración del 8-J. "A ver si saca a más gente de la que se manifiesta contra Mazón", señalan fuentes gubernamentales sobre las protestas que cada día 29 se celebran en Valencia contra el presidente de la Generalitat. Esas manifestaciones, destacan, Feijóo "no las escucha", adelantando de este modo que el jefe del Ejecutivo tampoco tomará nota.

La tesis del Gobierno es que el PP "vive dentro de una película de Amenábar" y le exhortan a materializar su título: "Abre los ojos". Apuntan que Génova "se ha creído su propia mentira" y niegan que exista una "trama de corrupción". Por eso concluyen que los socios "no van a avalar una moción de censura".

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Feijóo sostiene que la democracia española vive en estado de excepción y se refiere al Ejecutivo como "mafia" o "organización criminal" con Sánchez al mando. En el entorno del presidente insisten en que Leire Díez, que ha prometido incluso mediar ante la Fiscalía a empresarios corruptos, actuaba en su nombre.

Pero lejos de atacarla de manera contundente subrayan que "lo que buscaba era pruebas", no ejercía un "chantaje". La presión dentro del propio PSOE ha obligado a Ferraz a abrir a esta extrabajadora de dos empresas públicas un expediente informativo. Inicialmente, la dirección no veía motivos suficientes porque no verbalizó nunca que estaba al servicio de los socialistas

"No hay ninguna campaña del Gobierno contra la UCO", defienden en el equipo de Sánchez. La prueba para ellos más obvia es que el presidente tiene a su hermano y a su mujer investigados por la justicia.

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