¿Quién es Leire Díez? La fontanera que reclutó Cerdán para salvar a Sánchez
Colaboró con el partido para recabar datos sensibles sobre jueces y periodistas y contrarrestar las causas judiciales que cercan al Gobierno, principalmente el caso Begoña Gómez
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María Leire Díez Castro, fontanera de Ferraz. Si uno llamaba hace unos meses a la sede central del PSOE preguntando por ella, le decían que esa mujer no trabajaba allí. Pero este periódico pudo acreditar que su presencia en el edificio no era extraña. Su labor se desarrollaba en la sombra hasta que El Confidencial sacó a la luz sus maniobras al servicio del partido para tratar de desacreditar a jueces y periodistas. Una grabación captada a un empresario implicado en esas labores afirmó que esta mujer tenía en su poder miles de archivos con información sensible. También cumplía instrucciones de un “gran jefe”.
Esta mujer es una pieza clave en un plan que puso en marcha el partido durante meses en secreto para contrarrestar las informaciones que comprometían a Pedro Sánchez y su entorno, principalmente las revelaciones sobre la agenda secreta de su esposa, Begoña Gómez. La idea era recabar informaciones comprometedoras de magistrados y comunicadores incómodos, filtrarla a medios afines y, en el mejor de los casos, judicializarlas para así diluir las investigaciones que cercan al Gobierno.
Antes de publicar las exclusivas que desvelaban el trabajo de fontanería de Leire Diez, El Confidencial se puso en contacto con ella. La mujer se reunió con uno de sus periodistas en el barrio de Argüelles de Madrid, donde está Ferraz. En la cita reconoció haber analizado material intervenido al comisario José Manuel Villarejo, quien acumulaba datos sensibles sobre miembros de la judicatura y profesionales de la comunicación. Pero negó estar al servicio del PSOE.
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Para acudir a ese encuentro con el reportero de este periódico –un día cualquiera de septiembre del año pasado–, Leire Díez salió de la sede del PSOE andando y retornó a ella tras la entrevista, que duró 80 minutos. En el primero y único intento, un fotógrafo del periódico la captó entrando y saliendo del cuartel general de los socialistas en el que decían no conocerla. Fuentes de este partido precisan que es necesario disponer de una autorización para acceder a la sede y poder permanecer en el interior.
El "gran jefe" era "Pedro Sánchez"
En la misma grabación en la que un empresario atribuía a la fontanera la custodia de miles de archivos, también se decía que obedecía instrucciones de un “gran jefe”. En la grabación se escucha decir que ese jefe es “Pedro Sánchez”, aunque la persona que trataba con ella era el secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán.
Estos días, este dirigente está bajo el foco porque la UCO ultima un informe que le señala en conversaciones sobre obra pública con la trama del ‘caso Koldo’ tal y como desveló este periódico. Él se ha excusado diciendo que, como diputado por Navarra, se ha interesado muchas veces por las obras en esa comunidad. Sus preguntas oficiales por vía parlamentaria son casi inexistentes.
Sobre Leire Díez, Cerdán afirmó que la conoce “desde hace años”. Admitió saber que está “haciendo algún trabajo periodístico”. “Es una militante de Cantabria. No tiene más relación [con el PSOE]. Trabajó en Correos y ahora no sé dónde trabaja”, añadió. A este periódico no le consta que Leire Díez haya publicado nada relevante después de aquellas explicaciones de las que han pasado ya ocho meses.
Oficialmente, la fontanera de Santos Cerdán no ocupa ningún puesto en el organigrama del partido. Hizo carrera en el PSOE desde Cantabria tras convertirse en teniente de alcalde del pequeño municipio de Vega de Pas (2011-2014), en el que veranea desde hace dos décadas. Díez es periodista de formación, ha ocupado puestos de confianza en grandes empresas públicas con el Ejecutivo de Pedro Sánchez. Fue jefa de Comunicación de Enusa (2018-2021) y directora Filatelia y Relaciones Institucionales de Correos (2022-febrero 2024).
En la grabación se escucha decir que ese jefe es “Sánchez”, aunque la persona que trataba con ella era Santos Cerdán
Después de que El Mundo publicara hace días los mensajes comprometedores entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su exministro ahora imputado, José Luis Ábalos, el diario El País informó que el PSOE había sido chantajeado con la difusión de audios sensibles. Citaba fuentes conocedoras del aviso y añadía que, entre las condiciones impuestas, estaba la readmisión de “un trabajador de Correos”. Fuentes conocedoras de las actividades de Leire Díaz indican que era una mujer cercana al círculo del asesor de Ábalos, Koldo García Izaguirre.
El empresario que describía las actividades de esta fontanera, es un varón imputado en una causa de la Audiencia Nacional por fraude en las subvenciones y blanqueo de capitales. Este diario decidió mantener el anonimato. El investigado, que ya estuvo en prisión provisional, sostiene que toda su acusación se basa en pruebas falsas y lleva años recopilando documentos y grabaciones para tratar de demostrar que es víctima de una trama judicial en la que también estarían implicados algunos medios de comunicación.
Según explica en el audio, a finales de abril, coincidiendo con los cinco días de reflexión de Sánchez, Santos Cerdán y Leire Díez se pusieron en contacto con él para pedirle una copia de todos los archivos que supuestamente demostraban la existencia de una trama corrupta de jueces y periodistas. Los enviados del PSOE prometieron a este empresario que, a cambio de su colaboración para destruir a los supuestos enemigos del Gobierno, Moncloa usaría la Fiscalía para aliviar su futuro procesal.
María Leire Díez Castro, fontanera de Ferraz. Si uno llamaba hace unos meses a la sede central del PSOE preguntando por ella, le decían que esa mujer no trabajaba allí. Pero este periódico pudo acreditar que su presencia en el edificio no era extraña. Su labor se desarrollaba en la sombra hasta que El Confidencial sacó a la luz sus maniobras al servicio del partido para tratar de desacreditar a jueces y periodistas. Una grabación captada a un empresario implicado en esas labores afirmó que esta mujer tenía en su poder miles de archivos con información sensible. También cumplía instrucciones de un “gran jefe”.