Kike Salas filtró alineaciones del Sevilla para apostar a que era titular: "No deja codere; pruebo poker stars"

Los mensajes descubiertos por la Policía Nacional en los móviles de Kike Salas (Morón de la Frontera, 2002) y de sus dos amigos también detenidos, César G. y Kevin L., revelan que el futbolista del Sevilla FC anticipó las alineaciones de su equipo para hacer apuestas deportivas ilegales y que su círculo de confianza pronosticó que otro jugador del conjunto hispalense, Lucas Ocampos, sería amonestado en un encuentro contra el FC Barcelona. El árbitro sancionó al delantero argentino por protestarle una decisión cuando ya terminaba el choque.

Como adelantó El Confidencial este jueves, el Centro Nacional Policial por la Integridad en las Apuestas y el Deporte (Cenpida) ha enviado al Juzgado de Instrucción número 1 de Morón (Sevilla) un informe con centenares de comunicaciones que prueban que Kike Salas se coordinó con su círculo de confianza para provocar amarillas en al menos cinco duelos del Sevilla FC de la temporada 2023/24 y que él mismo se quedó una parte de las ganancias conseguidas. En algunos casos, el propio internacional español sub-21 usó cuentas falsas para apostar personalmente a sus amarillas.

No sólo se ha detectado un fraude con las amonestaciones. El 14 de abril de 2024, minutos antes de que se disputara un Las Palmas-Sevilla, César G. escribió a Kike Salas para preguntarle por el 11 titular de su equipo: “Alineación. De hoy cuál es. ?? [sic, todas las conversaciones de este artículo están reproducidas literalmente]”. El central sevillista respondió 28 segundos después. “Ocampos bade sergio yo adri Nema buba oli Isaac nesy”, contestó Kike Salas, según consta en el informe policial.

El Sevilla FC saltó al césped para medirse a la Las Palmas exactamente con esa alineación. Ocampos, Badé, Sergio Ramos, Kike Salas y Adriá Pedrosa en defensa; Nemanja Gudelj, Boubakary Soumaré y Óliver Torres en el centro del campo; e Isaac Romero y Youssef En-Nesyri en la delantera.

Los investigadores recuerdan que han localizado apuestas de César G. y otros amigos de Kike Salas en las que, además de pronosticar que sería amonestado, incluyeron la variable de que jugaría de titular, incrementando la cuota de la apuesta y, por tanto, el beneficio conseguido. También ocurrió con el partido Villarreal-Sevilla, del 11 de mayo de 2024, y con el Sevilla-Cádiz del día 15 del mismo mes. “Juegas titular o qué?”, preguntó César G. a Kike Salas antes de que se conocieran las alineaciones del choque. “Si juego”, contestó el central.

“Este hecho es de gran interés, ya que en una de las apuestas que realiza Cesar a ese encuentro es en la operadora de juego Codere, en la que se apuesta por una tarjeta amarilla que va a sacar a su amigo Kike Salas, y que éste va a salir de titular en el encuentro”, explican los agentes en el informe.

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Los mensajes demuestran que Kike Salas volvió a avisar de que sería titular en el Athletic de Bilbao-Sevilla del 19 de mayo. “Kike le dice [a César G.] que va a jugar de titular y que si quiere puede pedirle un bizum a alguien y haces alguna y que en el caso de que falle Betfair, la haga en papel”, es decir, en una casa presencial, según los investigadores.

Para el siguiente encuentro, el Sevilla-Barcelona de la última jornada de la temporada, César G. también acudió a un salón Codere de Morón de la Frontera e hizo dos apuestas, de 100 euros cada una, a que su amigo sería sancionado. También predijo que otro jugador del club hispalense, Lucas Ocampos, sería amonestado. El colega de Kike Salas efectuó la misma apuesta combinada en la casa online Leovegas. Se da la circunstancia de que sólo dos futbolistas del Sevilla FC recibieron amarilla en ese duelo: Kike Salas y Ocampos. Este último vio la cartulina en el minuto 93, cuando ya estaba decidido el encuentro, por protestar una decisión del árbitro.

Tras los partidos, César G. y Kike Salas se repartían las ganancias y empezaban a preparar los amaños de la siguiente jornada. “Que tienes 250€ en la cuenta de tu hermano?”, preguntó Kike Salas el 21 de abril de 2024. “Barbaridad”, contestó su amigo. “Tu sigue sin avisar q estaba deseando hacer combinadas hoy”, le reprochó el jugador. César G le advirtió: “E sacado solo 100. No vayas a hacer ninguna”. “Pero ahi la apuesta dio 450 no?”, insistió Kike Salas.

Las diligencias indican que, en total, el fraude supuso al grupo una ganancia neta de unos 9.000 euros y que usaron estos fondos para pagarse un viaje de vacaciones en verano. En aquellos momentos, el zaguero tenía un sueldo bruto anuel de 360.000 euros.

En otro momento, el canterano del Sevilla se lamentó de que no podía hacer apuestas. “Q no me deja en el codere. O no tienes los dos moviles”, comentó a su amigo, un indicio en opinión de la policía de que usaban varios teléfonos para dificultar su identificación. “Voy a probar poker stars”, anunció.

En general, Kike Salas procuraba no apostar con dinero sacado directamente de su cuenta bancaria y pedía fondos a sus conocidos. A uno de sus ellos, Ángel P., le pidió 400 euros justo antes del duelo contra el Barça. “Si puedes si bro que lo tengo todo mirado y no quiero que suban los precios. Gracias gordo”, escribió el defensa. A otros dos colegas, Kevin L. y Ramón C., por ejemplo, también les pidió un bizum para poder seguir apostando.

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Se han descubierto otras apuestas de Kike Salas y su entorno. Jugaron al número de córners del Cádiz en un choque de Primera División; que el Marbella, que entonces militaba en Segunda RFEF, fallaría un penalti en un encuentro; y que dos jugadores que en ese momento pertenecían al Real Betis, como Ayoze Pérez e Isco Alarcón, serían igualmente sancionados.

Asimismo, de las conversaciones se desprende que el grupo de amigos del futbolista tenía a otro conocido, llamado Eduardo S., jugando en el FC Ordino, de la primera división de Andorra. Este último también usó a César G. para hacer apuestas en sus propios partidos. “Te digo algo de mi partido de mñn le metéis fuerte él oreja y tú y me dais x la comisión o q”, propuso Eduardo S. “Le metéis 200 os dobláis y me dais 40€ si queréis y me decís si os lo digo y le metéis sin miedo. Mañana no perdemos. Cuota 2”.

Kike Salas y sus dos amigos se enfrentan a una posible condena por estafa que, en el peor de los casos, les supondría una condena de 3 años de prisión. Al carecer de antecedentes, están en condiciones de evitar la cárcel si alcanzan un acuerdo con el Ministerio Fiscal y los operadores de juego presuntamente perjudicados. La legislación española todavía no considera que forzar tarjetas amarillas sea una forma de manipular una competición deportiva.