El Gobierno se abre a aumentar el objetivo de gasto de la OTAN, pero rechaza "simplemente fijar porcentajes"
El Gobierno ya no rehúye este escenario, pero advierte: "Si se plantea una nueva cifra, como hemos podido escuchar, tiene que haber desde luego un estudio previo y mucha negociación"
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La Moncloa recoge el guante tras las continuas llamadas del secretario general de la OTAN, Mark Rutte, a aumentar más la inversión militar y por primera vez aborda el debate sobre si sería posible escalar al 5% en la próxima década. El Gobierno ya no rehúye este escenario, pero advierte: "Si se plantea una nueva cifra, como hemos podido escuchar, tiene que haber desde luego un estudio previo y mucha negociación".
El propio Rutte ha avalado que España se sumará a este nuevo incremento de la inversión militar, a pesar de que nuestro país acaba de alcanzar el porcentaje del 2% del PIB. La subida se discutirá en la próxima cumbre de la Alianza Atlántica, que se celebrará del 24 al 26 de junio en La Haya. Mientras, EEUU presiona para aumentarlo hasta el 5% y el secretario de Estado, Marco Rubio, también ha asegurado recientemente que "todos" los países de la OTAN lo suscribirán.
Pero Margarita Robles, ministra de Defensa, que este martes se encuentra en Bruselas en una reunión de ministros del ramo de la Unión Europea en la que también ha participado Rutte, ha rechazado establecer simplemente un porcentaje de gasto presupuestario en defensa en un momento en el que la Alianza Atlántica negocia nuevos objetivos. Fuentes aliadas explican que está tomando fuerza la idea de sustituir el 2% por el 3,5% del PIB con un 1,5% adicional para gastos relacionados con seguridad, acercándose así a las exigencias de Donald Trump.
Desde Madrid, la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, precisó que "estamos empezando ahora la negociación y España hablará cuando le corresponda". La ministra recordó que acabamos de llegar al 2%, que ya es un "esfuerzo muy importante" y, a partir de ahí, "cualquier cambio o modificación que se plantee, evidentemente, exige estudio y negociación".
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En términos parecidos se produjo el pronunciamiento de Robles en la capital comunitaria. “Creemos que en este momento no procede hablar de nuevos porcentajes, que lo importante es ver cuáles son las capacidades que se necesitan”, aseguró. “No se trata simplemente de fijar porcentajes que pueden no responder a la realidad, sino que eso responda no solamente a las necesidades que tienen nuestras fuerzas armadas, sino también la industria de defensa. Cometeríamos un error si fijáramos un porcentaje y luego las industrias europeas no fueran capaces de abordar esa cantidad que resulta de ese incremento”, destacó.
La realidad es que la cumbre del mes de junio de la Alianza Atlántica, el primer gran hito de la presidencia Trump con sus socios transatlánticos, parece destinada a subir considerablemente el objetivo de gasto en defensa. Es algo que viene cocinándose desde hace tiempo y que se asumió desde el momento en el que el republicano se impuso en las elecciones americanas de noviembre de 2024. Rutte y su equipo llevan desde entonces empezando a trabajar con los socios para el establecimiento de esa nueva meta, que siempre se admitió que estaría por encima del 3%, pero que ahora, con el formato de dos porcentajes distintos, se acerca mucho al 5% que exigió Trump al inicio de su segundo mandato al frente de la Casa Blanca y que se consideró como descabellado por muchas de las capitales europeas.
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Robles, que subrayó que España es un socio “fiable, firme y comprometido”, remarcó que el objetivo ahora mismo es cumplir con el 2% que se comprometió la cumbre de Gales de 2014. “Creemos que fijar porcentajes puede distorsionar no solamente a nivel de opinión pública, que también, sino incluso la propia solidez del proyecto que queremos para la Alianza Atlántica y para la Unión Europea”, defendió ante los medios de comunicación. “Lo importante es fijar bien cuáles son las capacidades, y en función de eso fijar el porcentaje. Entendemos que el proceso no puede ser porcentaje y luego capacidades, sino al revés”, añadió también, mostrando cuál es la estrategia de negociación del Gobierno en las conversaciones de preparación de la cumbre de La Haya.
El pasado mes de abril, Pedro Sánchez anunció por sorpresa que España cumpliría este año con el 2% del PIB en 2014. A la presión de la OTAN y de EEUU se había añadido la de la UE, que avalaba como propio este objetivo, en parte por las advertencias de Trump de no ocuparse más de la seguridad europea. El Ejecutivo gastará 10.471 millones más en defensa en 2025 a través de un Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa de España y Europa. Esta cifra eleva la inversión total por ejercicio a 33.123 millones de euros.
La Moncloa recoge el guante tras las continuas llamadas del secretario general de la OTAN, Mark Rutte, a aumentar más la inversión militar y por primera vez aborda el debate sobre si sería posible escalar al 5% en la próxima década. El Gobierno ya no rehúye este escenario, pero advierte: "Si se plantea una nueva cifra, como hemos podido escuchar, tiene que haber desde luego un estudio previo y mucha negociación".