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Sánchez en busca de una ministra de Hacienda: Montero dejará el Gobierno en un año
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Próxima salida de la legislatura

Sánchez en busca de una ministra de Hacienda: Montero dejará el Gobierno en un año

La fecha de las elecciones aún no está clara pero como muy tarde Juanma Moreno debe convocar en abril de 2026. En ese momento, para poder ser candidata, la vicepresidenta deberá dejar el Ejecutivo

Foto: Pedro Sánchez y María Jesús Montero. (Europa Press/Marta Fernández)
Pedro Sánchez y María Jesús Montero. (Europa Press/Marta Fernández)
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La presencia de María Jesús Montero en el Gobierno entra en fase de descuento. En menos de un año, la vicepresidenta primera deberá renunciar para asumir la candidatura del PSOE en las elecciones andaluzas de 2026. Pedro Sánchez se quedará sin la mujer más relevante en su universo político y tendrá que buscar un relevo en el Ministerio de Hacienda. La marcha de Montero supondrá la salida del Gobierno más traumática de la legislatura. Aunque en estos años figuras de tanto peso como Nadia Calviño o Teresa Ribera también han migrado a otros destinos, ninguna tuvo su hiperliderazgo en el Ejecutivo.

La número dos de Sánchez, junto con el titular de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, es una pieza fundamental en el engranaje político del Gobierno y una negociadora clave. A pesar de que otros ministros como Óscar López (Transformación Digital) y Óscar Puente (Transportes) atesoran un protagonismo creciente y emergen figuras, curiosamente menos controvertidas, como Carlos Cuerpo (Economía) y Sara Aagesen (Transición Ecológica), la sustitución de Montero es complicada.

El presidente podía optar por conceder una oportunidad a alguien del segundo escalón, como hizo con las salidas de Calviño y Ribera, o incluso ascender a Cuerpo con la fórmula que usaron antes González, Aznar y Zapatero: fusionar Economía y Hacienda en un único ministerio. Para ocupar la vicepresidencia primera, salvo que optara esta vez por un hombre, Sánchez cuenta con pocas candidatas.

Pero la realidad es que nadie es insustituible. El jefe del Ejecutivo estrenó con Salvador Illa la estrategia de enviar ministros al combate territorial y lo hizo cuando el ahora presidente de la Generalitat era el responsable de Sanidad en plena pandemia. El sacrificio fue inútil en ese primer lance. Ganó y aunque no le alcanzó para gobernar, llegó al Palau en la siguiente cita electoral. La tesitura de la vicepresidenta es más complicada. La organización andaluza, con depresión crónica desde que salió de la Junta, la ha recibido con los brazos abiertos, pero por ahora las encuestas no exhiben el mismo optimismo y no hay 'efecto Montero'.

Foto: Pedro Sánchez con Santos Cerdán, la noche del de las elecciones del 23-J. (EFE/Rodrigo Jiménez)

La ausencia de una ley electoral propia permitió a Illa permanecer en el Ejecutivo casi hasta el inicio de la campaña electoral. La responsable de Hacienda no dispone de tanto margen. La ley electoral andaluza hace incompatible el cargo de ministra con la candidatura a presidir la Junta. En cuanto Juanma Moreno convoque las elecciones, la líder del PSOE andaluz dejará su cartera y se dedicará por entero a Andalucía. Eso será en algún momento entre marzo y abril del año próximo, ya que desde que el presidente disuelve el Parlamento deben pasar 54 días para que se coloquen las urnas.

Moreno ha dejado claro que tiene intención de agotar la legislatura y nada indica lo contrario. En San Telmo buscan un fin de semana óptimo entre las ferias y romerías que condicionan el calendario andaluz en primavera, pero como muy tarde debe ser en abril de 2026. Entonces, Montero abandonará el púlpito que le da la vicepresidencia y el Ministerio de Hacienda, una doble condición que le ha granjeado críticas de la oposición y que ha impedido, por ejemplo, que tenga presencia pública en la Feria de Abril.

Foto: La ministra de Defensa, Margarita Robles (EFE / Javier Lizón)

La secretaria general del PSOE andaluz ha defendido en más de una ocasión que ese pluriempleo no es negativo, sino todo lo contrario. Y en el partido coinciden con ella, pues consideran que le permite ir al choque con Moreno. Lo contrario, aseguran, sería privar a Montero del principal argumento para confrontar con el presidente de la Junta. “Dice que me cuelo en inauguraciones absurdas, pero no sabe ni de protocolo, que es lo que ha estudiado”, dijo la propia vicepresidenta en el Comité Director que el PSOE andaluz celebró el viernes en San Juan de Aznalfarache (Sevilla).

“Nosotros hemos elegido a alguien que ya tiene recorrido el trecho del conocimiento”, expresaba hace unos días un secretario general provincial en conversación con este periódico. En el PSOE andaluz apostaron por Montero porque era la única que garantizaba la paz orgánica, pero también porque es una figura habitual del tablero territorial. En el CIS de abril, superó el 88% del conocimiento entre los encuestados en Andalucía.

Foto: María Jesús Montero, en el congreso del PSOE de Sevilla. (EFE/José Manuel Vidal)

Esta es la tesis general que se destila de las conversaciones con los diferentes dirigentes del PSOE andaluz. "Nadie tiene una proyección como la suya", comenta un miembro de la Ejecutiva, que recuerda que Javier Arenas también compatibilizó la candidatura a la Junta con una cartera en Madrid. Hay voces de menor peso que sí apuntan a la necesidad de que deje la capital, como es el caso de Luis Ángel Hierro, el socialista sevillano que intentó enfrentarse a ella en las primarias pero no logró los avales.

Los socialistas rechazan que su condición de mano derecha de Pedro Sánchez suponga un lastre para Montero por sus vinculaciones con el independentismo. En el electorado progresista andaluz, como sucede también en Extremadura o Castilla-La Mancha, irrita la dependencia parlamentaria que el Ejecutivo tiene de grupos como Junts, ERC o Bildu. Esta circunstancia mantiene por el momento en el congelador la financiación singular de Cataluña, que no se abordará en la próxima Conferencia de Presidentes del 6 de junio en Barcelona, y se mantendrá sin avances, precisamente porque Montero es la candidata andaluza.

Foto: La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero (EFE/ Julio Muñoz)

El primer Comité Director de Montero como jefa del PSOE-A sirvió para activar el botón electoral ante el avance inexorable del calendario, como demostró el primer anuncio de esta larga precampaña. Montero prometió que limitará el porcentaje de conciertos en la sanidad pública, aunque sin especificar en qué cifra. Y que vetará por ley la posibilidad de externalizar las consultas de atención primaria, como contemplaba una norma del Gobierno andaluz del PP, que acabó por tumbarse ante el rechazo social.

El PSOE andaluz elaborará sus propias encuestas autonómicas y provinciales para tener información de primera mano, ya que no se fían de los sondeos públicos del Centra. “Están hechos para ahuyentar el voto progresista porque solo ganan cuando nuestra gente se queda en casa”, zanjó Montero, que se mostró convencida de que el cambio “está cerca”, pero que solo llegará si el partido se activa. Para ello, el PSOE-A celebrará una conferencia política que incluirá debates sobre vivienda, servicios públicos y política local, entre otros asuntos.

La presencia de María Jesús Montero en el Gobierno entra en fase de descuento. En menos de un año, la vicepresidenta primera deberá renunciar para asumir la candidatura del PSOE en las elecciones andaluzas de 2026. Pedro Sánchez se quedará sin la mujer más relevante en su universo político y tendrá que buscar un relevo en el Ministerio de Hacienda. La marcha de Montero supondrá la salida del Gobierno más traumática de la legislatura. Aunque en estos años figuras de tanto peso como Nadia Calviño o Teresa Ribera también han migrado a otros destinos, ninguna tuvo su hiperliderazgo en el Ejecutivo.

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