La mujer más rica del mundo se despide de esta casa en Mallorca que llevaba en su familia más de 60 años

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Una de las figuras más poderosas del mundo empresarial ha roto su vínculo con Mallorca tras más de seis décadas. Françoise Bettencourt Meyers, heredera del imperio L’Oréal, ha vendido por 13 millones de euros la vivienda que su familia poseía en Formentor desde 1958. La casa, conocida como Can Roig, había sido durante generaciones el refugio estival de una de las fortunas más grandes del planeta.

La operación inmobiliaria ha sido analizada por el Diario de Mallorca, que detalla que los nuevos propietarios son una familia de promotores estadounidenses afincados en Boston, con lazos con la isla. La transacción se ha formalizado a través de sociedades, y ya se ha iniciado un proceso de reforma. La casa fue adquirida originalmente por André Bettencourt y Liliane Schueller, padres de Françoise, y ha sido testigo de la vida privada de los Bettencourt desde entonces.

Con una estética sencilla marcada por paredes blancas, pinos y adelfas en flor, la vivienda ocupa una de las zonas más exclusivas del norte mallorquín. La casa está rodeada de vegetación, piscina y zonas exteriores que preservan la privacidad, a pesar de su proximidad a enclaves emblemáticos como el Hotel Formentor o la playa de Cala Pi de la Posada. Allí, según se recoge en la prensa local, Bettencourt y su madre mantenían una rutina de baños y ejercicios al aire libre durante los veranos.

Un adiós simbólico a la Mallorca de los privilegiados

La venta marca el fin de una era para los Bettencourt en la isla. La heredera, que ha llegado a ser la mujer más rica del mundo hasta este mismo año y ahora ocupa el segundo puesto, había heredado la casa tras la muerte de su madre, Liliane Bettencourt, en 2017. En los últimos años, también ha abandonado la vicepresidencia del consejo de administración de L’Oréal y ha delegado funciones clave en su hijo. Esta retirada paulatina del entorno público se refleja también en la decisión de desprenderse de este bien patrimonial.

Según Forbes, Françoise Bettencourt mantiene una fortuna valorada en más de 80.000 millones de dólares, basada en su participación del 36% en L’Oréal. Ocupó durante años el primer puesto como la mujer más rica del planeta, hasta que este 2025 ha sido superada por Alice Walton, heredera del grupo Walmart. Con esta venta, se suma a otros miembros de grandes sagas familiares europeas que han ido abandonando enclaves emblemáticos de la costa balear ante la presión urbanística, los problemas de movilidad en Formentor y el auge de compradores internacionales. Como dijo su madre en su día y también recoge el Diario de Mallorca: "aquí puedo respirar". Ahora, la casa ha cambiado de aires.