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Los detectives rastrean menos infidelidades y más dinero: "Hay profesionales del absentismo"
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Los detectives rastrean menos infidelidades y más dinero: "Hay profesionales del absentismo"

Julio Gutiez, candidato a presidir la Asociación Profesional de Detectives Privados de España (APDPE), asegura que la profesión ha evolucionado hacia investigaciones más sofisticadas de carácter laboral y financiero

Foto: Julio Gutiez, director general de Mira Detectives.
Julio Gutiez, director general de Mira Detectives.

Hace tiempo que los detectives privados no llevan gabardina y que las infidelidades ocupan un lugar secundario en su negocio o sólo son el comienzo de otros casos, como le ocurre a JJ ‘Jake’ Gittes, el detective que interpreta Jack Nicholson en Chinatown. En un sector hiperregulado, los investigadores privados abarcan el espacio al que no llegan las Fuerzas de Seguridad. Como la sociedad, sus perfiles han evolucionado para perseguir nuevas formas de fraude y estafa en un contexto cada vez más internacional. La visión de Julio Gutiez, director general de Mira Detectives, alcanza más de 40 años de experiencia en el sector. Presidió la Asociación Profesional de Detectives Privados de España (APDPE) entre 2006 y 2009 y se presenta a las elecciones para optar a otro mandato.

PREGUNTA. Si había tópico que persigue al sector de los detectives, era que gran parte de vuestro trabajo tenía que ver con investigar relaciones amorosas. ¿Qué queda de eso?

RESPUESTA. Cuando empecé en la profesión hace 40 años, es verdad que el 80% de la facturación procedía de investigaciones de temas de pareja o de familia. En aquella época, los informes de un detective servían para conseguir el divorcio. Permitían demostrar una infidelidad, por ejemplo. Pero eso dejó de ser necesario. Por suerte, el que quiere divorciarse ya no tiene que alegar un motivo. Lo pide y punto.

Eso no quiere decir que no sigamos trabajando en asuntos sentimentales o de familia, pero representan el 5%, 10% o 15% como mucho de los ingresos, dependiendo del despacho. Ya no se investigan infidelidades.

P. ¿Qué es lo investiga entonces ahora?

R. Los casos ahora tienen más que ver con averiguar si un padre que no paga pensión de alimentos porque dice que no tiene trabajo está cobrando en realidad en B para eludir sus obligaciones. O conocer, en caso de divorcio, si el progenitor que tiene a los hijos en custodia los deja solos en casa para irse de viajes con sus amigos. Son cosas que vemos a menudo. Cuando alguien recurre a nosotros es porque ya tiene muchos motivos para creer que está ocurriendo algo.

Foto: Coti durante un concierto en el Santiago Bernabéu. (EP/Ricardo Rubio)

P. Los detectives privados siguen siendo grandes desconocidos para la sociedad, pero no sé si es algo buscado por ustedes.

R. La realidad es que en los últimos años hemos perdido mucho peso y visibilidad. Es necesario que la sociedad conozca que los servicios de los despachos de detectives son cada vez más requeridos en todos los ámbitos económicos por su eficacia, pero creo que no estamos sabiendo trasladar esto a la sociedad ni a los ámbitos con capacidad legislativa. Necesitamos recuperar las relaciones con el Ministerio del Interior, el Ministerio de Justicia, las Fuerzas de Seguridad, los notarios, registradores, abogados... Necesitamos que se vuelva a escuchar nuestra voz. En 2009 había 3.700 licencias de detective, de las que 2.600 correspondían a detectives en ejercicio. En 2025 hay más de 7.000 licencias, pero sólo ejercen 1.300. Hay más gente que pide la autorización, pero luego se dan cuenta de que es casi imposible hacerse un hueco en este sector.

P. ¿Por qué cree que es imposible trabajar como detective?

R. No es por falta de trabajo, desde luego. Pero el sector necesita una regulación más clara. No existe un criterio uniforme sobre los requisitos que tenemos que cumplir en las inspecciones que nos realiza periódicamente la Unidad Central de Seguridad Privada de la Policía Nacional. Ocurre lo mismo con la obligación de presentar una memoria anual con nuestra actividad. A veces, la sensación es que estamos sometidos a criterios subjetivos. La ley de Seguridad Privada de 2014 dejó además un resquicio para que cualquiera pueda realizar nuestro trabajo sin tener licencia de detective. Lo único distinto que se nos permite hacer con la licencia es realizar seguimientos. Pero no todos los detectives hacemos seguimientos o vigilancias. Hay muchas formas de investigar. Nos hemos especializado en complejos mecanismos financieros de fraude o engaño. Colaboramos, como expertos en obtención de información y pruebas, en las investigaciones internas surgidas de los canales de denuncias, que en España ya son obligatorios para empresas de más de 49 empleados. Para esto hace falta formación y profesionalidad. Pero las empresas se están aprovechando de ese vacío legal para montar unidades de análisis e investigación con personas sin licencia de detective que, en la práctica, tampoco tienen los conocimientos necesarios para poder realizar esas actividades. Necesitamos que se regule mejor nuestro sector porque podemos ser más útiles a la sociedad.

Foto: Captura de la aplicación de citas Solteros con Nivel.

P. Ustedes trabajan mayoritariamente para clientes privados. ¿Cómo pueden ser útiles al conjunto de la sociedad?

R. En la actualidad tenemos un canal de colaboración con la Policía Nacional que se llama Red Azul y otro con la Guardia Civil, el Plan Coopera. Funcionan muy bien, pero se centran únicamente en cuestiones relacionadas con la delincuencia común. Sirven para proporcionar a las Fuerzas de Seguridad cualquier noticia sobre robos, usurpación de identidad, coacciones... que descubrimos en el desarrollo de nuestro trabajo. Pero tenemos mucho que aportar en otros ámbitos. Gran parte de nuestro trabajo tiene que con ver el fraude laboral, delitos contra Hacienda y el blanqueo de capitales. Tenemos información que puede permitir descubrir casos a los que no llegan las Fuerzas de Seguridad y ahorrarle mucho dinero al Estado. Pero no existe ninguna vía oficial para trasladar esos hechos y que se conviertan en investigaciones judiciales. Las administraciones públicas, desde las locales al Estado, tiene que sacudirse absurdos complejos y contar mucho más de lo que ya lo hacen con los servicios de los detectives, como ya viene haciendo desde hace años con la vigilancia privada, para luchar contra el fraude. Porque somos eficaces y rentables muy rentables.

P. ¿Cuál es la ocupación principal del sector en la actualidad? ¿Qué tipo de casos son los que más crecido?

R. Un tema que está creciendo mucho y que suele requerir de nuestra labor es el absentismo laboral. Hay mucho absentismo, verdaderos profesionales del absentismo, gente que va encadenando bajas. Se ve en las estadísticas. A veces es gente que fuerza una baja porque aprovecha para trabajar en otro sitio en negro. Es frecuente en zonas rurales, por ejemplo. Gente que se coge la baja para ir a vendimiar. En otras ocasiones, se trata de bajas forzadas en un contexto de disputa con la empresa. El absentismo siempre ha existido, pero es un fenómeno al alza. Las más difíciles de investigar son la que afectan a la salud mental. Pero las mutuas y las empresas están recurriendo a nuestros servicios porque les supone un gasto inasumible.

Foto: La empleada del hogar de baja trabajando. (EC)

P. La economía española es más internacional que nunca. ¿Se nota de alguna forma en el trabajo de los detectives?

R. Claro, trabajamos mucho para inversores que quieren implantarse en España. Antes eran más estadounidenses. Ahora los clientes son fundamentalmente mexicanos, venezolanos, peruanos y colombianos. Se trata de empresas y particulares que quieren asegurarse de que van a invertir en un negocio que existe y que las cifras que les han proporcionado son reales. Es una especie de due dilligence. Sólo que mucho más exhaustiva. Una auditora, al final, analiza los documentos que le proporciona el vendedor y emite unas conclusiones basándose en ellos. Los detectives vamos a los sitios, nos aseguramos de que los clientes que declaran realmente existen, de que efectivamente tienen abiertas el número de delegaciones que dicen tener y en los sitios que afirman, comprobamos si han tenido problemas con la justicia en el pasado… Es una investigación mucho más completa.

P. ¿También reciben encargos para asuntos de fuera de España?

R. Algunos despachos han realizado investigaciones en Ucrania, por ejemplo, para verificar que potenciales inversores en España tienen realmente los negocios que usan para presentarse. También se verifica el destino de una inyección de capital en el extranjero. El dinero no entiende de fronteras y nosotros nos hemos adaptado a esa realidad. No es sólo seguir a alguien en una calle.

Hace tiempo que los detectives privados no llevan gabardina y que las infidelidades ocupan un lugar secundario en su negocio o sólo son el comienzo de otros casos, como le ocurre a JJ ‘Jake’ Gittes, el detective que interpreta Jack Nicholson en Chinatown. En un sector hiperregulado, los investigadores privados abarcan el espacio al que no llegan las Fuerzas de Seguridad. Como la sociedad, sus perfiles han evolucionado para perseguir nuevas formas de fraude y estafa en un contexto cada vez más internacional. La visión de Julio Gutiez, director general de Mira Detectives, alcanza más de 40 años de experiencia en el sector. Presidió la Asociación Profesional de Detectives Privados de España (APDPE) entre 2006 y 2009 y se presenta a las elecciones para optar a otro mandato.

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