Feijóo promete un "cambio" en España y Aznar reclama a la UE que actúe contra Sánchez

Alberto Núñez Feijóo logró finalmente clausurar el congreso del Partido Popular Europeo sin contratiempos. El cónclave había quedado algo descafeinado por la emergencia de suministro que afectó a España el pasado 28 de abril. Pero esa circunstancia también ha servido al líder del PP para diluir el foco de Carlos Mazón. Finalmente, su visita al plenario se redujo a un saludo fugaz. El presidente de la Generalitat ni siquiera estaba presente en la clausura de la cumbre, que ha ratificado a Dolors Montserrat como nueva 'mujer fuerte' en la estructura del Partido Popular Europeo como mano derecha de Manfred Weber, que también ha renovado su mandato.

Entre vítores y aplausos de primeros ministros, eurodiputados y comisarios europeos, Feijóo ha prometido a la familia conservadora europea que pronto habrá "un cambio" de Gobierno en España que "pondrá a nuestra nación mirando hacia el futuro". "Eso lo saben todos, incluso aquellos que han votado al PSOE", apuntó el jefe de la oposición, que animó a los suyos a "trabajar para que Europa no se diluya, ni en Estados Unidos ni en China". "Yo voy a trabajar para que España no se diluya como nación", remarcó.

A lo largo de estas últimas 48 horas, Feijóo ha sido arropado por importantes líderes comunitarios, muy especialmente por el futuro canciller alemán, Friedrich Merz; o el vicepresidente italiano, Antonio Tajani, con los que ha mantenido encuentros y charlas informales. La cumbre ha servido al líder del PP para ganar peso internacional y, de paso, amplificar el desgaste de Sánchez en un momento clave: los altos cargos europeos llegaron a Valencia justo después del gran apagón que asoló a España y Portugal en la jornada del lunes. Llegaron preguntando qué había pasado, y se marcharon sin saber ningún detalle.

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El líder del PP y otros portavoces de Génova aprovecharon esta circunstancia para retratar la "incompetencia" del Gobierno. Y comenzaron a alimentar entre sus colegas comunitarios la tesis de que, en realidad, Sánchez está ocultando de forma deliberada información sobre lo ocurrido. Feijóo convirtió a Sánchez en el enemigo a abatir en un cónclave en el que también estaba sentada la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. A ella se dirigió de forma directa el expresidente del Gobierno, José María Aznar, que acudió a Valencia a arropar a Feijóo y a ofrecer una intervención sobre la defensa de la democracia.

El exdirigente popular, que confió en Alberto Núñez Feijóo la única "alternativa" posible en España, cargó duramente contra Sánchez, del que ha destacado su "incompetencia" y su "sectarismo". Además, pidió de forma clara a la Comisión Europea que actúe contra el Ejecutivo por "estar degradando el Estado de Derecho", "quebrando la independencia judicial" y "gobernando sin el Parlamento" por la ausencia de unos Presupuestos Generales del Estado.

La Comisión Europea, dijo, debe "reforzar su acción como guardiana de los Tratados con una actuación decidida para asegurar el respeto al Estado de Derecho". Para Aznar, España está envuelta en un "retroceso democrático" que Bruselas debe revisar y detener. Y aún tuvo tiempo para recordar a la familia conservadora europea que Sánchez, además, vive "acosado por la corrupción" por los múltiples frentes abiertos en los tribunales.

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Su discurso no fue muy distinto al que suele pronunciar el exmandatario popular. Lo que cambia en esta ocasión es el público al que se dirigió. Y es la circunstancia a la que Génova se aferra para definir el congreso como un "éxito rotundo". "Hemos conseguido amplificar todo lo que pasó el lunes en este país gracias a que toda Europa ha acudido a un congreso en el que se encuentra Alberto Núñez Feijóo", apuntan.

El Partido Popular Europeo ha aprobado, además, seis resoluciones a propuesta de la delegación española capitaneada por Feijóo. Además de la defensa de la agricultura, el agua o una política migratoria "responsable", Génova ha conseguido introducir una por lo que toda la familia conservadora europea se compromete a "defender el Estado de Derecho" en España y en el resto de Estados miembro.