"No se detectó ningún fenómeno": la AEMET desmiente la teoría de la 'vibración atmosférica inducida' y lanza un aviso tras el apagón en España

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La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha salido al paso de las especulaciones que han circulado tras el inesperado apagón que dejó a España sin electricidad este lunes. En un mensaje publicado a través de sus redes sociales, el organismo público ha dejado claro que “no se detectó en España ningún fenómeno meteorológico o atmosférico inusual” durante el momento en que se produjo la incidencia.

El corte de suministro, que paralizó redes de transporte y afectó a hogares y empresas durante horas, tuvo lugar alrededor de las 12:30 horas. Según explicó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se produjo una “desaparición súbita” de hasta 15 gigavatios de potencia, lo que supone cerca del 60% del suministro eléctrico habitual. Un golpe tan fuerte al sistema que no pasó desapercibido ni a nivel internacional.

Mientras técnicos y operadores siguen investigando la raíz exacta del problema, algunos medios internacionales apuntaron a una posibilidad poco habitual: una vibración atmosférica inducida. Esta teoría sugería que alguna alteración del entorno, como vientos específicos o cambios extremos de temperatura, podría haber interferido en las líneas de alta tensión, provocando oscilaciones que derivaran en el colapso del sistema.

Sin embargo, la propia AEMET ha negado tajantemente esa posibilidad. En su comunicado aseguran que no hubo ni vientos relevantes ni oscilaciones térmicas significativas en su red de estaciones meteorológicas durante el lunes. Además, el operador eléctrico portugués —al que algunos atribuían la teoría original— también ha desmentido haber apuntado a la vibración atmosférica como causa del apagón.

¿Qué es una vibración atmosférica?

El concepto puede sonar a ciencia ficción, pero existe. Se trata de pequeñas oscilaciones inducidas en el sistema eléctrico por factores meteorológicos muy puntuales, como ciertos vientos o contrastes extremos de temperatura. Sin embargo, la AEMET ha descartado por completo este fenómeno. "Durante la jornada del 28 de abril no se detectó en España ningún fenómeno meteorológico o atmosférico inusual, ni tampoco variaciones bruscas de la temperatura en nuestra red de estaciones meteorológicas", han publicado en redes sociales.

Según ha explicado el físico y meteorólogo Mario Picazo, “tendría que haber viento o cambios térmicos bruscos” para que algo así afectara al tendido eléctrico de forma grave. Aunque en días previos hubo diferencias térmicas notables entre el día y la noche, el experto considera “muy extraño” que eso fuera suficiente para provocar una caída masiva.

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David Martínez

Por su parte, Red Eléctrica de España ha aclarado que las “oscilaciones de los flujos de potencia” que han observado no están relacionadas con causas meteorológicas, descartando de forma indirecta la teoría de la vibración atmosférica como origen del problema.

Este martes, Red Eléctrica ha descartado que un ciberataque estuviera detrás del fallo. En una rueda de prensa, la compañía ha asegurado que no se ha producido ninguna brecha en su sistema de ciberseguridad. Según explicó Eduardo Prieto, directivo de la entidad, el problema se originó cuando una parte importante de la generación eléctrica dejó de abastecer al sistema, lo que deja entrever que la causa puede estar vinculada a una tecnología concreta.

El lunes, como ya ha sucedido en otras jornadas, la producción eléctrica nacional dependía en más de un 70% de la energía solar. Este nivel de dependencia de la fotovoltaica —una fuente renovable y económica, pero con desafíos para garantizar la estabilidad del suministro— ha sido motivo de advertencias en múltiples ocasiones.