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IU aprovechó la fisura entre Moncloa e Interior para forzar el golpe a Marlaska
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IU aprovechó la fisura entre Moncloa e Interior para forzar el golpe a Marlaska

La federación de izquierdas encabezó la labor de presión, aunque no tenían claro en un principio si el PSOE acabaría rectificando tras la resistencia inicial de Interior

Foto: Antonio Maíllo y los dirigentes de IU Eva García Sempere y Enrique Santiago. (EP / Diego Radamés)
Antonio Maíllo y los dirigentes de IU Eva García Sempere y Enrique Santiago. (EP / Diego Radamés)
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Antonio Maíllo estaba en un viaje orgánico por Castilla y León cuando abrió la caja de los truenos. En su visita a Villalar de los Comuneros, el coordinador federal de IU dijo que la polémica por la compra de munición a una empresa israelí por parte del Ministerio del Interior suponía la "crisis más importante de la legislatura". Decir esto no es baladí para una coalición que avanza a trompicones, en medio del campo de minas en el que se ha convertido el Congreso de los Diputados para el Ejecutivo que comparten PSOE y Sumar desde noviembre de 2023. Sobre todo cuando la sonora llamada de atención del líder izquierdista responde a la formalización de un contrato que apenas llega a los 5,5 millones de euros.

No habían pasado 24 horas desde que Maíllo hiciera esa llamada de atención cuando Moncloa informó que el Gobierno había ordenado al Ministerio del Interior la rescisión del contrato en un pescozón difícil de digerir para Fernando Grande-Marlaska. El departamento que encabeza el exmagistrado había negado hasta la saciedad la posibilidad de suspender la adjudicación a IMI Systems, la empresa de Tel Aviv que debía surtir de balas a la Guardia Civil. El viraje se produjo en menos de un día después de una fuerte labor de presión encabezada por IU y en la que tuvo un importante papel el líder del PCE y portavoz de la federación de izquierdas en el Congreso, Enrique Santiago.

Fue el dirigente comunista quien terminó de abrir la caja de los truenos cuando defendió que "todos los escenarios" estaban encima de la mesa. Eso incluía la posible salida de IU y sus socios del Gobierno de coalición porque el contrato de armas rompe el compromiso adquirido por el Ejecutivo de no comprar ni vender material de guerra a compañías israelíes en respuesta a las acciones de Benjamin Netanyahu en Gaza. A pesar del convencimiento expresado por Santiago, en aquel momento en IU sabían que podrían estar llevando a la alianza a un "callejón sin salida" si el ala socialista mantenía su posición y compraba las tesis del Ministerio del Interior.

"Detectamos que Interior iba por un lado que no era el mismo de Moncloa", expresan fuentes de IU conocedoras de las conversaciones que se produjeron en las 24 horas de escalada. El propio Maíllo dejó ver esta posición en la entrevista que concedió en la Cadena Ser en la tarde del miércoles, cuando rechazó Interior se escudase en argumentos técnicos para negarse a la rescisión del contrato. En ese hallazgo tuvo mucha relevancia el conocimiento técnico de Santiago, curtido en negociaciones internacionales como las conversaciones de paz en Colombia y con gran experiencia jurídica. "Había una gran debilidad jurídica", insisten estas mismas fuentes, que aseguran que el líder del PCE estuvo en negociaciones con altos cargos de Interior.

Foto: Pedro Sánchez y Fernando Grande Marlaska, en la Pascua Militar. (EFE/Juanjo Martín)

En ese escenario, IU apostó por lanzar la pelota al tejado del PSOE, convencidos de que debían ganar la "batalla social". Por eso Maíllo, sin cerrar la posibilidad de acudir a "todos los escenarios", puso toda la carne en el asador por la vía de la rectificación de los socialistas. Sumar había lanzado un comunicado por la mañana en la que aludía a la petición de comparecencia de Grande-Marlaska en el Congreso y a la necesidad de anular la compra del material. Ese era el camino, aunque a lo largo de la jornada hubo quien se echó las manos a la cabeza en el entorno de Yolanda Díaz por las alharacas de sus socios de IU en esta batalla más simbólica que sustancial.

"Nosotros somos los que hemos defendido un acuerdo político expreso", apuntan en la federación de izquierdas en alusión al compromiso de no comerciar con empresas israelíes que se extenderá al resto de contratos que siguen en marcha. Fue por la mañana del jueves, indican otras fuentes del ala minoritaria del Gobierno, cuando Yolanda Díaz se involucró en unas conversaciones a tres que también incluían al Ministerio del Interior y a la propia Presidencia del Gobierno. Las palabras de Óscar López, ministro de Transformación Digital, antes de entrar en un acto en el Círculo de Bellas Artes de Madrid este jueves dieron la pista definitiva. El también líder del PSOE madrileño se mostró confiado en más de una ocasión en que se alcanzaría una "solución".

Ese reconocimiento por parte de López encaja con el convencimiento mostrado por Maíllo en la entrevista de la tarde anterior y también en las que concedió en la mañana del jueves. Fuentes de IU relatan que la posición fue cambiando de forma paulatina hasta llegar a la entente que ha cristalizado en un comunicado conjunto del Gobierno difundido por Sumar. "Pasaron de 'aquí no se va a modificar nada' a 'esto no se puede hacer", abundan estas fuentes, que respiran aliviadas pero admiten que el debate sobre el rearme y la política de Defensa del Ejecutivo seguirá tensionando la relación entre los socios en el actual contexto.

Foto: EC.

IU ha aprobado este mismo jueves un documento con su modelo de Defensa, en contraposición con la apuesta del ala socialista del Gobierno, como demostró Pedro Sánchez en su comparecencia del pasado martes para anunciar el aumento del gasto en 10.471 millones de euros. La federación de izquierdas tiene en su ADN un importante componente antimilitarista y mira con cierto temor la próxima cumbre de la OTAN prevista para este mes de julio. Los izquierdistas atisban la posibilidad de que la alianza atlántica apueste por elevar el mínimo de inversión militar del 2% del PIB, al que España llegará este año con considerable rechazo. Y no descartan que los socialistas abracen este nuevo aumento, lo que generaría nuevas tensiones en la coalición por más que en IU aseguran que aspiran a culminar la legislatura en 2027.

Antonio Maíllo estaba en un viaje orgánico por Castilla y León cuando abrió la caja de los truenos. En su visita a Villalar de los Comuneros, el coordinador federal de IU dijo que la polémica por la compra de munición a una empresa israelí por parte del Ministerio del Interior suponía la "crisis más importante de la legislatura". Decir esto no es baladí para una coalición que avanza a trompicones, en medio del campo de minas en el que se ha convertido el Congreso de los Diputados para el Ejecutivo que comparten PSOE y Sumar desde noviembre de 2023. Sobre todo cuando la sonora llamada de atención del líder izquierdista responde a la formalización de un contrato que apenas llega a los 5,5 millones de euros.

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