El otro paralelismo de Trump y Abascal: cero ayudas a los países donde se asesine a cristianos

Más allá del polémico apoyo de Vox a la política arancelaria de Donald Trump, a pesar de sus más que previsibles efectos negativos sobre la economía española, existe otro paralelismo importante entre las medidas adoptadas por el presidente de Estados Unidos y las exigencias que el partido de Santiago Abascal trata de imponer en sus negociaciones de presupuestos: la eliminación de las ayudas de cooperación al desarrollo en los países donde los cristianos son perseguidos.

Desde que inició las conversaciones para entrar en los Gobiernos autonómicos (que un año después abandonó) y ahora en las negociaciones de presupuestos en esas mismas autonomías, Vox está tratando de reducir las prestaciones a la cooperación internacional, “porque se está utilizando para sufragar a asociaciones que al final son chiringuitos y no tienen una utilidad práctica”. En el último mes, la Delegación de la formación en el Parlamento Europeo ha puesto el foco en la supresión de las ayudas a la cooperación cuyo destino sean todos aquellos países en los que se produzcan persecuciones o asesinatos de la población cristiana.

"Si hoy mismo no se suspende toda ayuda de la Unión Europea a la Siria del Estado islámico, no quiero oír nunca más a ningún burócrata de Bruselas hablar de su 'orden basado en reglas'. Las vidas cristianas importan. Las vidas drusas importan. Las vidas alawitas importan", ha publicado el jefe de la delegación de Vox en Bruselas, el eurodiputado Jorge Buxadé, que ha llevado varias propuestas para que el Parlamento Europeo tome medidas contra la persecución a los cristianos. "Especialmente en el mundo africano con mayoría de población islámica", subrayan desde su partido.

"Hasta ahora estábamos pidiendo que se redujese la ayuda internacional para que fuera ayuda efectiva en lugar de mantener determinados grupos ideológicos. A hora añadimos que aquellos países donde los Estados no hagan por respetar la vida de los cristianos no reciban ayudas. Esto es una evolución de lo otro", añaden en Vox, que consideran que el anuncio del Gobierno de Donald Trump de cerrar la Agencia para el Desarrollo Internacional (Usaid) es una buena noticia porque "puede darnos un refuerzo, al ver que es posible hacerlo".

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En el partido de Abascal explican que su posición es mantener las ayudas que contribuyan a fortalecer el trabajo en origen para evitar la inmigración descontrolada (construcción de regadíos, fortalecimiento de la industria, frenar el trabajo infantil, por ejemplo) y eliminar "todo ese tipo de asociaciones ideológicas vinculadas a la agenda 2030: cambio climático, feminismo, trans, adoctrinamiento, etcétera".

En Estados Unidos, el pasado 29 de marzo el Departamento de Estado notificó al Congreso su intención de desmantelar antes del 1 de julio de 2025 la Usaid, bajo el argumento de que "la ayuda exterior bien hecha puede promover nuestros intereses nacionales, proteger nuestras fronteras y fortalecer nuestras asociaciones con aliados clave. Por desgracia, Usaid se desvió de su misión original hace mucho tiempo". Así lo apuntó el secretario de Estado, Marco Rubio, en un comunicado.

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Lola García-Ajofrín. Bucarest Andrea Braschayko (OBCT) Aleksandar Samardjiev (OBCT. Macedonia del Norte) Darko Kurić y Lorenzo Ferrari (OBCT. Italia) Petr Jedlička (Denik Referendum. República Checa) Gabriel Bejan (Hotnews. Rumanía) Emma Louise Stenholm (Føljeton. Dinamarca)

Según Rubio, su Gobierno está tratando de "reorientar" sus programas de ayuda exterior para "alinearlos con lo que es mejor para Estados Unidos", manteniendo "planes esenciales que salvan vidas y realizando inversiones estratégicas que fortalecen a nuestros socios y a nuestro propio país".

Precisamente, el recorte de las ayudas a la cooperación ha sido uno de los reproches que el papa Francisco ha realizado en las últimas semanas a la Administración Trump. No obstante, en el último encuentro del Pontífice con un líder político, el pasado domingo con el vicepresidente norteamericano J. D. Vance, ambos coincidieron en la importancia de defender la libertad religiosa.