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El Papa Francisco y sus raíces asturianas: el sorprendente vínculo familiar con un arzobispo de este pueblo de España
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UN MISTERIO SIN RESOLVER

El Papa Francisco y sus raíces asturianas: el sorprendente vínculo familiar con un arzobispo de este pueblo de España

Aunque su linaje es conocido por sus raíces italianas, el Pontífice aseguró haber compartido antepasados con un arzobispo asturiano, lo que explicaría una visita que realizó en los años 70, mucho antes de ocupar la silla de San Pedro

Foto: El Papa Francisco, sonriente durante un acto en el Vaticano (Europa Press/Archivo)
El Papa Francisco, sonriente durante un acto en el Vaticano (Europa Press/Archivo)

Una visita casi olvidada, un apellido compartido y un rincón del norte de España donde todavía se recuerda aquella historia. El Papa Francisco, entonces un joven jesuita en formación, habría pisado Asturias en los años setenta acompañado por un destacado prelado local, sin imaginar que, décadas después, ese viaje cobraría una relevancia inesperada.

Durante un encuentro con obispos españoles celebrado en 2014 en la Santa Sede, el Papa reveló que había estado en el pueblo asturiano de Mohías, en Coaña, junto al arzobispo de Burgos, Segundo García de Sierra y Méndez-Casariego. No fue una visita protocolaria ni turística, sino un regreso a los orígenes familiares. "Fui a pasar unos días al pueblo natal de Segundo García porque un familiar mío era también suyo", confesó el Pontífice, recordando con asombrosa precisión aquella parada en la parroquia de San Martín y su encuentro con las hermanas del arzobispo.

placeholder Imagen del obispo Segundo García de la Sierra (Youtube)
Imagen del obispo Segundo García de la Sierra (Youtube)

El viaje a Asturias podría haberse producido a comienzos de los años 70, cuando Jorge Mario Bergoglio, entonces un joven jesuita en formación, pasó una temporada en Alcalá de Henares. Aunque no hay pruebas documentales de aquella visita, la familia del arzobispo recuerda con nitidez el ir y venir de personas en la casa familiar, entre ellas quizá el recién fallecido Papa Francisco. La vivienda de sus hermanas Octavia y Jesusa —justo frente al caserón natal del prelado— pudo haber sido uno de los lugares visitados.

La visita que desveló un lazo de sangre

La fecha exacta nunca se concretó, pero todo apunta a que sucedió entre 1971 y 1972, durante la última etapa de la formación jesuita de Jorge Mario Bergoglio. Por aquel entonces, don Segundo ya estaba al frente de la diócesis de Burgos, tras una trayectoria eclesiástica que incluyó el obispado de Barbastro y el cargo de coadjutor en Oviedo. Natural de Mohías, fue ordenado sacerdote en 1931 y falleció en el hospital de Jarrio en 1998, tras una vida marcada por la vocación y el apego a su tierra natal.

Foto: El papa Francisco (Foto: EFE/Filippo Monteforte)

El origen exacto del parentesco no está del todo claro. Por parte de los García de Sierra o los Méndez-Casariego no se han identificado vínculos directos con Italia, país del que procedían los ancestros paternos del Papa. Sin embargo, algunos miembros de la familia asturiana emigraron a Argentina en el siglo XIX y podría ser por esa vía que se haya trazado la conexión. De hecho, el linaje Méndez-Casariego está bien documentado en tierras argentinas desde principios del siglo XIX, lo que abre una posible vía de unión entre las dos familias.

El nexo genealógico sigue siendo un misterio sin resolver. Aunque la familia Bergoglio procede de Asti, en el Piamonte italiano, la rama asturiana de los Méndez-Casariego emigró a Argentina a comienzos del siglo XIX, fundando allí una extensa estirpe. Entre posibles cruces familiares en el país austral podría esconderse ese parentesco que, según Bergoglio, unía su linaje con el del arzobispo de Coaña. Una historia que, lejos de resolverse, añade una página inesperada a las raíces del Papa argentino.

Este vínculo con esta minúscula parroquia, aún por precisar, no deja de ser un detalle conmovedor para el pequeño pueblo de Coaña. Saber que el jefe de la Iglesia católica guarda una relación familiar con uno de sus hijos más ilustres refuerza el peso simbólico del lugar, y convierte a Mohías en un inesperado punto de interés para la historia personal del Papa Francisco.

Una visita casi olvidada, un apellido compartido y un rincón del norte de España donde todavía se recuerda aquella historia. El Papa Francisco, entonces un joven jesuita en formación, habría pisado Asturias en los años setenta acompañado por un destacado prelado local, sin imaginar que, décadas después, ese viaje cobraría una relevancia inesperada.

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