Mérida y Badajoz pelean por sus lindes 125 años después: en entredicho, seis mojones y un pueblo

El desconcierto y las dudas reinan este último mes entre los concejales de distintas localidades extremeñas. El Ayuntamiento de Mérida le ha solicitado al de Badajoz revisar las lindes que comparten los dos municipios, que llevan establecidos desde hace más de 125 años. Con los precedentes de Teruel y Cuenca el pasado verano, y de León y Asturias este mes de marzo, los límites entre las localidades parece que podrían moverse en cualquier momento. Con el añadido de que, en este caso, prácticamente nadie sabe de qué hablan los de enfrente.

El pasado 17 de marzo el alcalde de Badajoz, Ignacio Gragera (PP), convocó un Pleno extraordinario con únicamente dos puntos en el orden del día: la aprobación de la modificación de la Relación de Puestos de Trabajo y la creación de una Comisión con tres ediles para tratar la petición de Mérida de revisar las lindes que comparte con Badajoz. Los concejales no tardaron en mostrar sus dudas en la sesión plenaria: ¿qué mojones estaban en discordia? Gragera no les pudo dar más información, porque no la tenía. “Se traslada el expediente tal y como viene. No tenemos copia del mapa. En el expediente no viene la ubicación exacta”, respondió el primer edil, quien confió en enterarse de todo en la propia Comisión. La prensa local no tardó en estallar: ¿una convocatoria extraordinaria para tratar solo dos asuntos? Si es un problema que se arrastra desde 1899, ¿no podían esperar a la sesión ordinaria?

Gragera informó a los concejales de que la Comisión de Deslinde que abordará el asunto estará formada por tres miembros de la corporación local de Mérida -gobernada por el PSOE- y otros tres de la pacense. La encargada de presidirla y mediar entre ambas administraciones será la Junta de Extremadura, que aún no tiene decidido un día para su celebración, pero informan de que será “en breve”.

Los mojones entre ambos municipios se fijaron por última vez en diciembre de 1899, aunque hubo una pequeña rectificación dos años más tarde. En 2021, y con los informes de la Dirección General de Urbanismo y Ordenación del territorio en mano, Mérida presentó una solicitud para revisarlos. Cuatro años después, la Junta ha solicitado a los gobiernos locales que constituyan la Comisión. Según explican fuentes de la Junta, “se aprecian anomalías tanto angulares como en distancias” que imposibilitan “una geometría precisa y exenta de ambigüedades”. Es decir, no hay rigurosidad en los trazados desde el mojón 6º hasta el 12º. "Con las nuevas técnicas que hay nos tenemos que poner de acuerdo otra vez para ver los mojones de los municipios", incide Silvia Fernández, la delegada de Urbanismo de Mérida.

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En mitad del desconcierto hay una localidad afectada por este deslinde que, en principio, no contará con representación en la Comisión. Montijo (15.000 habitantes), ubicado entre los dos municipios, vive con muchas dudas y poca información estos días de reuniones entre Mérida y Badajoz. Fuentes del Gobierno local señalan a este medio que “nadie les ha informado al respecto” y que “no saben nada más”. Sin embargo, la Junta incide que son una de las poblaciones que podría verse afectadas por el cambio de los mojones.

Alberto González, cronista oficial de Badajoz, explica que “la solución será complicada porque no hay documentación histórica al respecto que pueda servir como guía”. Uno de los principales errores que se cometieron cuando se señalaron los límites, a finales del siglo XIX y principios del XX, es que se hizo sin mapas. Además, la modificación de 1902 fue “pequeña, no pactada y no documentada”, lo que complica aún más las labores, según señala González.

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Aunque desde Mérida no dan detalles de por qué 120 años más tarde deciden tomar cartas en el asunto, González señala que detrás de la solicitud podría haber una intención clara. “Los municipios en general siempre rebañan hasta el último centímetro porque en función de la extensión le corresponden unas bonificaciones y una categoría de ciudad superior”, puntualiza el cronista a este medio. Sin embargo, Silvia Fernández sostiene que “no se está hablando de hectáreas de terreno. Es actualización de la cartografía para poner los mojones que delimiten las lindes”.

A pie de calle los ciudadanos están más preocupados por otras cosas. “Hay una pugna entre las dos ciudades, como pasa siempre entre municipios cercanos que tienen características similares”, explica el cronista, quien asegura que “más allá de eso no hay polémicas". Mientras, en el Ayuntamiento de Badajoz los concejales esperan con expectación la Comisión para ver cuál es la nueva propuesta de Mérida.