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"Hay más trumpistas que votantes de Vox": por qué el PP lo tiene difícil con Abascal
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"Hay más trumpistas que votantes de Vox": por qué el PP lo tiene difícil con Abascal

El deseo de Feijóo de obtener nuevos votantes a partir de los desencantados con Vox cuenta con un escollo, según Bambú: el apoyo en España a Trump es más elevado de lo que parece

Foto: Abascal, en Valencia. (EFE/Manuel Bruque)
Abascal, en Valencia. (EFE/Manuel Bruque)
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La pelea entre PP y Vox por atraer a los votantes de derechas se ha reavivado con la enorme agitación internacional causada por los aranceles de Trump. La respuesta europea, que ha trasladado el mensaje de que hay que defenderse de unos EEUU que han tomado un rumbo equivocado, tiene repercusión en la política nacional. En la izquierda, ya que permite a Sánchez jugar un papel reforzado como defensor del orden internacional frente al presidente estadounidense, y en la derecha, por la línea divisoria que establece entre sus dos principales formaciones.

El Partido Popular percibe en este escenario una oportunidad para crecer a costa de Vox. El rechazo generalizado a Trump debería perjudicar al partido que, en España, más se ha significado a favor del líder republicano. En particular, el desgaste provocado por un asunto espinoso, como son los aranceles, podría pasar factura a los de Abascal. Esta lectura parte de una convicción asentada entre los asesores de Feijóo: un partido que se aleja de las directrices liberales del libre comercio será penalizado por una población española que está a favor de Europa y del orden basado en reglas. Los votantes que podrían abandonar a Vox y apostar por los populares se cifran en 500.000, según Génova.

La confianza de Vox se apoya en unas encuestas que subrayan su estabilidad y que apuntan hacia su crecimiento

"Ahora sí que nos han matado", responden irónicamente desde Bambú. Enumeran las diferentes ocasiones en las que circunstancias parecían iniciar su declive, desde el discurso en el Congreso de Pablo Casado hasta las salidas de Macarena Olona y de Iván Espinosa, o el descenso de votos en 2023, para concluir que conservan un suelo muy firme. Su confianza se refuerza con unas encuestas que señalan su estabilidad y crecimiento mucho más que una posible mella a causa de los aranceles.

Alemania en el centro

No creen en Vox que las tensiones internacionales les perjudiquen, más al contrario, porque "el apoyo a Trump en España es superior al voto que tiene Vox". Hay seguidores del PP que ven con buenos ojos al presidente estadounidense, y eso explica los guiños hacia ese espectro ideológico que ha realizado una parte de los populares. Es el caso de Díaz Ayuso, presente en Ecuador y afín a Milei, y en cuyos discursos han aparecido menciones positivas al presidente estadounidense. Creen en Bambú que esa parte del PP tiene ahora menos peso, ya que la estrategia de Génova pasa por acercarse a la ortodoxia del Partido Popular Europeo: "Génova sigue el camino que le dicta la CDU alemana".

Las fugas de voto de Vox fueron a parar mucho más hacia SALF que hacia el PP. La posición trumpista no ha dañado a Abascal, de momento

Las apuestas acerca del deterioro o del refuerzo que cause Trump a Vox, que se certificará a medio plazo, se encuadran en una partida con claros ribetes ideológicos. Génova cree, y ha insistido en ello en repetidas ocasiones, que el alejamiento de Bambú de los parámetros liberales, al estilo de Espinosa de los Monteros, terminará erosionando a Vox, lo que permitirá atraer a desencantados con el alineamiento de Abascal. Sin embargo, este ha sido un discurso que de momento no ha calado. Las fugas de voto de Vox fueron a parar mucho más hacia SALF que hacia el PP.

La posición de los populares es simétrica respecto de la posición que la derecha europea mantiene respecto de los partidos trumpistas. No obstante, hay muchos puntos de conexión entre unas y otras, en particular en lo que se refiere a la gestión de los presupuestos públicos, la necesidad de bajar impuestos y de dejar más espacio al mercado, al igual que hay diferencias (cada vez más matizadas) respecto de la emigración y sobre el papel que debe jugar Bruselas. El objetivo de los partidos europeos cercanos a Trump continúa siendo apartar al PPE de socialistas y liberales para establecer un nuevo eje, y los caminos de la política continental quedarán marcados por las decisiones que tomen los populares en ese sentido. Por eso es tan importante el acuerdo entre la CDU y el SPD en Alemania.

"La suma para derrotar a Sánchez da"

El segundo motivo de confianza en Vox, emanado también de las encuestas, radica en la posibilidad de derrotar electoralmente a Sánchez: "Ahora la suma da". El motivo de queja respecto de Feijóo, que se viene repitiendo desde hace tiempo, proviene de una convicción: el intento hostil de restar votantes a Vox por parte del PP perjudica al conjunto de las derechas. Según Bambú, "si no somos el tercer partido en muchas provincias, el gran beneficiado sería el bloque de izquierdas. Y eso es algo que no terminan de entender en Génova. Creen que con ganar votos les vale y el sistema electoral les quita la razón". En lugar de entender que les necesitan para que el bloque de derechas pueda gobernar, intentan restarles toda credibilidad para aprovecharse de su deterioro. Y eso sería una equivocación, según dirigentes de Vox, porque las cuentas no cuadrarían.

En el PP, sin embargo, la visión es otra, porque en el caso de tener que recurrir a Vox para gobernar, que hoy parece necesario, prefieren un socio con menor porcentaje de voto y, por tanto, con menor influencia sobre el gobierno. No sería lo mismo encarar unas elecciones, generando la sensación entre el electorado de que podrían gobernar en solitario, lo que ayudaría también en las relaciones con el PP europeo, que hacerlo sabiéndose dependiente de Vox. Ni tampoco sería igual a la hora de las decisiones que tendrían que tomar como gobierno. Por eso los populares tratan de correr para distanciarse de Abascal. Pero esta es una posición eventual: hasta que no se convoquen elecciones, no sabremos cómo está cada partido y qué bazas podrá jugar, ni tampoco cuál será el nivel de éxito o de fracaso de Trump. Los movimientos de los populares son mucho más tácticos que estratégicos.

La pelea entre PP y Vox por atraer a los votantes de derechas se ha reavivado con la enorme agitación internacional causada por los aranceles de Trump. La respuesta europea, que ha trasladado el mensaje de que hay que defenderse de unos EEUU que han tomado un rumbo equivocado, tiene repercusión en la política nacional. En la izquierda, ya que permite a Sánchez jugar un papel reforzado como defensor del orden internacional frente al presidente estadounidense, y en la derecha, por la línea divisoria que establece entre sus dos principales formaciones.

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