La UCO desmonta todas las veces que el exministro Ábalos mintió a la Comisión del Senado
De los 'mosqueteros' de Aldama que visitaron el chalé en Marbella pagado por Air Europa dijo que no conocía "ni los nombres". Sobre enchufar a gente en el Ministerio afirmó: "No recuerdo haber metido a nadie"
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El 6 de mayo de 2024, José Luis Ábalos acudió al Senado con esa suficiencia que le caracteriza y, como buen hijo de torero que es, se puso a dar capotazos ante unos senadores que apenas disponían de los datos preliminares de las investigaciones de la Unidad Central Operativa (UCO) sobre la trama de la compra de mascarillas a Soluciones de Gestión. Nada se sabía entonces de la colocación de Jésica, expareja del ministro, en dos puestos públicos de los que cobró sin trabajar -mientras se despedía a gente-; ni de cómo la trama le pagaba el piso a su novia en Plaza España (2.700 euros mensuales de alquiler); ni de la colocación de su amiga Claudia Montes, ex Miss Asturias, "la de Gijón", en LogiRail; ni de las conversaciones entre Aldama, Koldo y Ábalos; ni del chalé facilitado para Ábalos para unas vacaciones en Cádiz; ni del de Marbella pagado por Air Europa (según la Guardia Civil); ni tantas otras cosas...
En tales circunstancias, el político valenciano, con su voz grave, afirmó sentencias tales como: "Para empezar, yo no tengo claro que haya habido ninguna trama... Pero yo, efectivamente, ¿cómo voy a conocer esa trama? Y, aparte, ¿qué ganaba yo respetando la organización de una trama? ¡Por favor!". Llegó a decir que el motivo por el que no renunciaba a su acta de diputado era que no se había demostrado la existencia de trama alguna: "Demuestre la trama, y entonces yo tomo mi decisión. Pero usted acredíteme que hay una trama y que además yo tengo que ver con la trama. Entonces, obviamente, no hace falta ni que tome la decisión. Tranquilo, que ya se encargan de llevarme por delante. No hace falta. Pero usted está yendo un poco más allá de lo que es la realidad en estos momentos. No está acreditado lo que usted me dice". Los informes de la UCO no le han hecho reconsiderar su decisión de conservar el sueldo y puesto de diputado.
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A medida que avanza la investigación, las mentiras y medias verdades del exministro quedan más a la intemperie, como suele ocurrir con la perspectiva que da el tiempo y el trabajo de la Guardia Civil. Sobre Víctor de Aldama, cuyo socio Alberto Escolano pagaba el piso de Jésica, dijo: "A Víctor de Aldama, sí. Lo he visto. De hecho, él era presidente del Club Zamora, estuvo en una campaña de promoción, y me pidió incluso presentar una camiseta para la promoción del club. Era asesor de Air Europa también. Claro que lo conozco". También dijo que su relación con Aldama no era de índole personal: "La tenía a través de la empresa. No tenía ninguna relación personal conmigo".
Sobre los cuatro mosqueteros: "No los conozco"
Llegó a afirmar que no se reunía con él ni con los integrantes del chat de 'los cuatro mosqueteros', del que formaban parte Aldama y sus socios Ignacio Díaz Tapia, Javier Serrano Costumero y César Moreno García. Hicieron negocio en Canarias vendiendo test PCR a Ángel Víctor Torres, que también compró mascarillas a Soluciones de Gestión. De este grupo, Ábalos afirmó lo siguiente: "Yo no me reunía con ninguno de esos personajes. He visto incluso un chat que dice: los cuatro mosqueteros, y no conozco a nadie ni de nombre. Yo no tenía ninguna relación con esas personas".
Sin embargo, uno de los últimos informes de la UCO certifica que Ábalos sí que conocía a los cuatro mosqueteros. Es más, tres de ellos (Aldama, Díaz Tapia y Serrano) visitaron en 2020 su casa de veraneo en Marbella, Villa Parra, pagada por Air Europa. Según la Guardia Civil, durante su estancia allí, se realizaron test covid PCR. El propio Tapia envió un audio al grupo de WhatsApp Fertinvest para informar de que acababa de "llamar Víctor" y que "finalmente sí que vemos al jefe", en referencia a Ábalos. "Guay de conocer al ministro", apuntaron. Según Ábalos, no había escuchado el nombre de Tapia en "la vida".
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Aldama era un visitante habitual del Ministerio de Transportes, pero Ábalos dijo en el Senado que no aprobaba encuentros de compadreo en la institución pública: "Ya saben que a mí tampoco me gusta que la gente se vea mucho, y sabe todo el mundo en el ministerio cuál es mi actitud al respecto. Cada uno puede relacionarse como quiera, pero fuera del ministerio". No obstante, su secretaria, la exmujer de Koldo García, Patricia Úriz, acreditaba para entrar al Ministerio a personas tan ajenas al mismo como su exsuegra, María Inés Miñana.
De los enchufes: "No recuerdo haber metido a nadie"
La UCO ha desvelado numerosos enchufes a cuenta del exministro. Sin embargo, Ábalos, que está obligado a decir la verdad en la comisión de investigación del caso Koldo, como cualquier compareciente, aseguró que no recordaba haber metido a nadie: "¿Cuántos empleados pueden tener vinculación con el Ministerio de Transportes? Pues unos 15.000 de Renfe, unos 12.000 de Adif, unos cuantos de miles de AENA, otros 60.000 de Correos... Y está hablando de un empleado de Anfersa -Joseba, el hermano de Koldo- que, por cierto, creo que entró después de que yo fuera ministro, y me está hablando de la esposa de Koldo García. Pues mire, de este sí que le puedo dar cuenta; de lo otro, es que no recuerdo haber metido a nadie. Pero, bueno, no sé si eso es bueno o malo, porque visto lo visto...".
Cuestionado por un senador por la colocación de la mujer de Koldo como secretaria y del hermano de Koldo, Ábalos llegó a argumentar que no le quedó más remedio porque la gente que conocía o había trabajado con él no se iba a ir desde Valencia "por 1.400 euros al mes". "¿Qué le voy a explicar? Ni para pagar la vivienda. No se te viene nadie". Reconoció que la contratación de Úriz como "secretaria particular" fue una petición expresa de Koldo: "Fue un problema que me pidió Koldo García que resolviera para tener a la familia, dado que, con las retribuciones, se encontraban con ese problema para poder hacer la conciliación familiar... Era un puesto de confianza, para el que puedes nombrar a quien quieras y con esas retribuciones, dentro de lo que te permite el ministerio".
Delcygate
Otro de los asuntos que los descubrimientos de la UCO certifican que Ábalos no dijo la verdad fue su versión sobre la noche del Delcygate. Ya entonces el exministro mantenía contacto con Aldama. Lejos de lo que quisieron hacer creer a la opinión pública tanto él como Pedro Sánchez, la visita de la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, a España el 20 de enero de 2020 no fue improvisada ni inesperada.
Varios días antes de su aterrizaje, pese a tener prohibido pisar suelo Schengen por las sanciones de la Unión Europea sobre la mandataria, Ábalos dio cuenta de la llegada de la vicepresidenta venezolana a Sánchez: "La vicepresidenta de Venezuela viene en privado el lunes y quiere verme discretamente como continuación del encuentro que tuve con el ministro de comunicación (que es su hermano). La gestión que acordamos en favor de las empresas españolas ha permitido que Duro Felguera haya cobrado una importante deuda". A lo que Sánchez respondió: "Bien".
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La versión que Ábalos dio en el Senado dista en buena medida de las conversaciones telefónicas destapadas por la Guardia Civil: "El propósito era asegurarme de cuál era su propósito -el de Delcy- y que en ningún caso tuviera la tentación de entrar en España. Y mi objetivo era que no entrara en España. Y eso es lo que conseguí". Sobre la presencia de Aldama en aquel encuentro, aseguró que se lo encontró "en el parking de la terminal".
Las whatsapps desvelados por la UCO demuestran que tampoco dijo la verdad cuando afirmó que era Arancha González Laya quien le dijo que acudiera: "La ministra de Asuntos Exteriores, que hubiera sido casi la más conveniente, estaba fuera de España. Fue justamente ella la que me llamó". El exministro llegó a negar en el Senado que hablase aquella noche con Aldama: "En absoluto", respondió a preguntas de un senador.
El lío con el viaje a México
El viaje a México de Ábalos con Koldo y Aldama resulta clave para la Guardia Civil, pues considera que fue el comienzo de la trama. Efectuaron dos viajes juntos. Uno en diciembre de 2018, cuando Aldama les acompañó a Oaxaca y mantuvieron un encuentro con el gobernador de este Estado mexicano, Alejandro Murat. Después, en febrero de 2019, se produjo un segundo viaje y encuentro con Murat, del que también formó parte Aldama, al que se condecoró como 'cónsul honorario'.
Ábalos tampoco supo explicar bien la circunstancia de que Aldama les acompañase y dijo que solo había hecho un viaje a México, pese a que hay fotos que demuestran la existencia de dos trayectos al país. Isabel Díaz Ayuso decía que Madrid es la ciudad donde no te topas nunca con tu ex, pero Ábalos se encontraba con Aldama en todas partes. Así afirmó hacerlo en el parking de Barajas la noche del Delcygate y lo mismo ocurre con el viaje a México: "Coincidí en un viaje en México. Él tenía mucha relación entonces con un municipio de México, Oaxaca. También tenía muchas relaciones con el Senado. Y coincidí porque él era asesor de Air Europa, y Air Europa es una empresa muy importante en España". De la misma forma, aseveró que celebró su 60 cumpleaños en un restaurante propiedad de Aldama sin saber que era del empresario: "Me enteré allí, porque tampoco yo tenía ese conocimiento".
El 6 de mayo de 2024, José Luis Ábalos acudió al Senado con esa suficiencia que le caracteriza y, como buen hijo de torero que es, se puso a dar capotazos ante unos senadores que apenas disponían de los datos preliminares de las investigaciones de la Unidad Central Operativa (UCO) sobre la trama de la compra de mascarillas a Soluciones de Gestión. Nada se sabía entonces de la colocación de Jésica, expareja del ministro, en dos puestos públicos de los que cobró sin trabajar -mientras se despedía a gente-; ni de cómo la trama le pagaba el piso a su novia en Plaza España (2.700 euros mensuales de alquiler); ni de la colocación de su amiga Claudia Montes, ex Miss Asturias, "la de Gijón", en LogiRail; ni de las conversaciones entre Aldama, Koldo y Ábalos; ni del chalé facilitado para Ábalos para unas vacaciones en Cádiz; ni del de Marbella pagado por Air Europa (según la Guardia Civil); ni tantas otras cosas...