El restaurante donde tienes que comer sí o sí en Murcia: cocina tradicional y carne a la piedra desde hace medio siglo

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La cocina tradicional murciana mantiene vivos algunos templos gastronómicos que han resistido el paso del tiempo sin renunciar a su esencia, ofreciendo aún el sabor de las recetas de siempre, preparadas con mimo, brasas encendidas y producto local. Uno de esos lugares emblemáticos lleva más de medio siglo funcionando con una propuesta sencilla, directa y reconocible por generaciones de clientes.

Se trata del Restaurante El Patio, abierto en 1972 y convertido en todo un clásico de Murcia gracias a su enfoque en la carne a la piedra, las chuletas de cordero y los platos caseros que componen el recetario regional. Situado en la zona norte de la ciudad (Juan de Borbón), el restaurante se estructura en tres espacios diferenciados: una zona de bar con barra tradicional, un comedor amplio para disfrutar de su carta completa y un servicio de comidas para llevar que traslada sus recetas a los hogares murcianos.

La carta es extensa y cubre todas las franjas del apetito: desde entrantes clásicos como jamón serrano, croquetas o revueltos, hasta elaboraciones más contundentes como guisos caseros, arroces por encargo o pescados frescos. Pero el protagonismo indiscutible lo tienen las brasas, con una selección de cortes que abarca desde solomillo y entrecot hasta chuletón de vaca rubia o buey madurado, pasando por cordero al peso, cochinillo o carnes de cerdo chato murciano. Todo se acompaña con guarnición opcional y se sirve al punto deseado.

A lo largo de los años ha ampliado su capacidad y hoy mantiene una clientela fiel que combina público local y visitante. Además, en la localidad murciana costera de Los Alcázares también están los restaurantes El Patio II, con una carta muy similar, y El Patio IV, que ofrece especialidad en paellas a la leña de sarmiento.

Un referente en carnes a la piedra

Uno de los platos más demandados de El Patio es su carne roja a la piedra, presentada en ración individual y acompañada con sal en escamas para que el comensal termine la cocción a su gusto. La experiencia, visual y gustativa, ha hecho de este formato uno de los sellos de la casa. También destacan las clásicas chuletas de cordero, la paletilla de cabrito o el emblemático acompañamiento de las patatas a lo pobre y el pan tostado con aceite. En época de celebraciones, el salón se llena de familias y grupos que confían en su cocina de siempre.

Además de las carnes, El Patio incluye en su carta una buena representación de pescados como merluza a la romana, bacalao al horno o lubina al ajo pescador, así como arroces tradicionales (como el de pulpo, marisco o conejo con caracoles) que deben pedirse con antelación. Los postres caseros, entre los que no faltan el pan de Calatrava, la leche frita o la tarta de queso, completan una propuesta pensada para disfrutar sin prisas.

Con una trayectoria de más de 50 años y un sello de autenticidad intacto, El Patio se mantiene como uno de los nombres esenciales para quienes buscan cocina murciana sin artificios y con brasas encendidas todo el año. A lo largo del tiempo, ha sabido introducir pequeños cambios y ampliar su propuesta, incorporando opciones veganas y cortes premium, sin renunciar a lo que mejor sabe hacer: ofrecer platos reconocibles, bien elaborados y fieles al gusto de generaciones enteras.