El comisario de la India acusado de abusos alega que se encuentra en estado psicológico "precario"

El comisario de la Policía Nacional investigado por la Audiencia Nacional por abusar de una subordinada ha reclamado al juez instructor Francisco de Jorge que se aplace su declaración prevista en inicio para el próximo 21 de abril debido a que se encuentra en una "situación psicológica muy precaria" que, según ha indicado su defensa, impide a su abogado comunicarse de forma fluida con él.

En un escrito al que ha tenido acceso El Confidencial, el letrado adjunta un certificado médico en el que se acredita un estado depresivo ansioso provocado por "estrés". El cargo policial se encuentra suspendido de empleo y sueldo a raíz de los hechos que han desembocado en una investigación penal y que tuvieron lugar en la embajada de la India, donde estaba destinado como responsable de la Consejería de Interior de la legación diplomática.

El juez De Jorge admitió a trámite la querella presentada en su contra por su ayudante, una subinspectora que le acusa de delitos de acoso, lesiones, amenazas, agresión sexual e invasión de su intimidad desarrollados mientras ambos compartían oficina. Según ha descrito la agente, en solo unos meses ejerció un control antinatural sobre su vida privada, la aisló, la insultó e incluso golpeó y le propinó un beso no consentido cuando se recuperaba de un desmayo.

En el escrito, su defensa no solo señala su estado mental, sino que pide más tiempo para poder estudiar lo sucedido y estudiar las grabaciones que aportó la presunta víctima. Indica que se trata de 33 registros cuya duración total asciende a 21 horas, 24 minutos y 21 segundos. "Es imposible para esta representación procesal analizar debidamente el contenido de las mismas antes de la toma de declaración", dice el abogado, que se refiere también al parón por los días festivos de Semana Santa.

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Beatriz Parera

Sin embargo, el juez De Jorge ha rechazado la solicitud y mantiene la fecha prevista. En una providencia, el magistrado asegura que la defensa ha contado con tiempo suficiente para revisar la querella y las pruebas de las que se acompaña. "El instructor, aún encontrándose de guardia, se ha podido instruir adecuadamente de su contenido". La representación de la supuesta agredida ha pedido que se celebre también una comparecencia para fijar medidas cautelares en su contra.

La querella

En la querella presentada contra el comisario, la subinspectora asegura que hizo uso de su condición de superior para controlar cada uno de sus movimientos, incluso cuando se encontraba en su domicilio particular. Conocía cada detalle a través de la empleada doméstica que ambos compartían. Insistía además en que no se relacionase con nadie más que él, incluso evitando su contacto con otro personal de la embajada.

Además del beso "no consentido" en la comisura de los labios que asegura le dio cuando se recuperaba de un desmayo, la querellante señala vejaciones o amenazas. En distintas ocasiones le advirtió que le daría "una hostia" o le decía que era "imbécil" o que parecía que sufría "un retraso mental". También le advertía de que tenía la capacidad de evitar que progresara en su carrera o que ascendiera.