El novio de Ayuso aporta facturas y mensajes con su notaría para negar el delito de corrupción

El novio de Isabel Díaz Ayuso, Alberto González Amador, ha remitido este viernes un nuevo escrito a la jueza para negar los delitos de corrupción en los negocios y administración desleal. A lo largo de 28 páginas, su defensa detalla el modo en que compró una empresa a la mujer del director general de Quirón por 500.000 euros y destaca que se trataba de "una posible vía de entrada en el canal de farmacias" para los servicios que él ofrecía. También ha entregado las facturas de Quirón y los mensajes que se cruzó con su notaría para rechazar la tesis de la Fiscalía de que esta operación en realidad podía encubrir "el pago de una comisión ilícita".

En un primer momento, la jueza solo imputó a González Amador por fraude fiscal, pero, después de que PSOE y Más Madrid recurrieran, abrió una pieza separada para investigar los posibles delitos de corrupción en los negocios y administración desleal. El novio de Díaz Ayuso declaró este mismo jueves durante más de dos horas por esta nueva línea de investigación y su defensa ha pedido ahora el archivo. "La presente pieza carece de contenido alguno, carece de víctima alguna y versa sobre hechos que carecen de relación alguna con ningún ilícito penal y, por lo mismo, procede su fin", sostienen en su nuevo escrito, al que ha tenido acceso El Confidencial.

El empresario repasa para ello los 319.432 euros que cobró de Quirón en 2019, los 275.273 de 2020 y los 722.180 de 2021. Las acusaciones consideran que ese incremento podría responder a la compra de la mencionada empresa a la mujer del director general de Quirón en diciembre de 2020, pero su defensa niega este extremo y apunta, entre otros servicios, a una “consultoría expansión Latam” por importe de 327.320 euros que cerró en octubre de 2021. Para justificar que efectivamente prestó dicho servicio, ha entregado billetes de avión a México y fotografías en el país, así como presentaciones que supuestamente utilizó para el desarrollo del negocio a favor de Quirón.

"Todos los contratos, proyectos y facturación emitida a la mercantil Quirón Prevención S.L., además de haber sido objeto de comprobación por la AEAT y de concluir, en la gran mayoría de los casos, en la certificación por entidades independientes, es objeto de sometimiento a múltiples y distintos departamentos y controles continuos de la mercantil", asegura la defensa de González Amador.

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Una vez justificados los cobros, su escrito se centra en la compra de Círculo Belleza, que es la empresa que pertenecía a la mujer del director de Quirón y que después él rebautizó como Masterman & Whitaker Medical Supplies. La Fiscalía y las acusaciones populares cuestionan que el valor de esta empresa alcanzase los 500.000 euros que González Amador pagó a esta mujer y apuntan para ello a que apenas tenía ingresos, pero él pone el foco en la red de distribución que tenía esta sociedad y que, según afirma, le permitía ampliar el negocio que había puesto en marcha en plena pandemia: consultorías y certificados vinculados al covid-19.

"Consideró la posibilidad de desarrollar un producto distinto, enfocado exclusivamente a farmacias de mayor facturación", explica su defensa. "Pero esa posibilidad topaba con el mismo problema que ya se había encontrado D. Alberto González Amador (...), esto es, cómo conseguir llegar a esas farmacias seleccionadas por su capacidad para pagar esos servicios de consultoría, verificación y certificación". Según explica, ahí es donde entró Círculo de Belleza, pues se trataba una sociedad creada "para la venta de corners y locales asociados a farmacias".

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Tras pedir las cuentas de esta empresa, González Amador concluyó que podía pagar 500.000 euros, que "era la cuantía mínima que calculaba que podría obtener en el primer ejercicio solo de la venta de sus servicios de certificación a oficinas de farmacia". La operación terminó por cerrarse el 4 de diciembre de 2020 y González Amador puso en marcha su nuevo negocio.

La situación se mantuvo sin cambios hasta mediados de 2021, cuando concluyó que no tenía sentido mantener tanto esta sociedad como otra que ya tenía anteriormente, Maxwell Cremona Ingeniería, y que se dedicaba a lo mismo. Esto le llevó a "ir acumulando todas las contrataciones en Círculo Belleza" y a cruzarse facturas entre una y otra empresa, que es otra las cuestiones en las que las acusaciones ponen el foco.

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En diciembre de 2021, fue un paso más allá y compró las participaciones que Maxwell tenía de Círculo Belleza por 3.000 euros. A la vista de que las mismas habían costado inicialmente 500.000 euros, la Fiscalía considera que el cambio de precio carece de sentido, pero la defensa de González Amador asegura que no fue más que el resultado de la operación que le recomendó su propia notaría.

"Pregunta el 1 de diciembre de 2021 en su notaría cuál sería la fórmula más adecuada para terminar con la actividad jurídica de Maxwell", sostiene en su escrito. "Proponiéndole desde la notaría la compra de D. Alberto González Amador a Maxwell del 100% de las participaciones de Masterman [anteriormente Círculo Belleza] y posterior liquidación y disolución de Maxwell". De esta manera, González Amador va rechazando los principales indicios que señalan las acusaciones y concluye pidiendo el archivo.