El TC confirma que no actuará contra la Audiencia de Sevilla tras un tenso debate de dos días

El pleno del Tribunal Constitucional entró esta semana en el debate de su asunto más sensible de las últimas semanas, aunque no remató. Durante dos días, los magistrados del órgano de garantías han intervenido por turnos ante sus compañeros para definir posturas frente a la decisión de la Audiencia Provincial de Sevilla de dirigirse al Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea al apreciar extralimitación en la sentencia de los ERE de Andalucía. El presidente, Cándido Conde-Pumpido, expuso que nunca pretendió maniobra alguna para paralizar la iniciativa del tribunal andaluz. La conclusión de la deliberación es que no hay decisión alguna. La polémica de estos días queda en agua de borrajas.

El inicio del debate ya dejó este martes en evidencia el alejamiento, cada vez mayor, entre los bloques conservador y progresista. Las posiciones están "muy distantes", precisan las fuentes consultadas, que también aseguran que el sector más cercano a la derecha ha recibido con escepticismo el discurso de Pumpido. Aseguran que sus palabras no concuerdan con los primeros pasos de esta historia en los que se veía venir la búsqueda de mayorías para decretar la nulidad de la iniciativa de los de Sevilla.

En la reunión de este martes, hablaron los dos ponentes: Inmaculada Montalbán por los ERE y Ricardo Enríquez, que redactó la sentencia sobre los laudos arbitrales que ha contestado el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Después, continuaron, por orden de antigüedad en el tribunal, María Luisa Balaguer, Ramón Sáez y Enrique Arnaldo. Finalmente, intervino Concepción Espejel y se decidió continuar la discusión este miércoles, pero, una vez más, terminaron sin acuerdo. "La reflexión continúa sobre un tema complejo y en evolución", anunciaron a media mañana de este miércoles desde el Constitucional. "Por tanto, el debate sigue abierto, entre las preocupaciones del tribunal. No se ha adoptado decisión alguna".

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Desde la posibilidad de medidas concretas, la polémica ha acabado derivando en un análisis más amplio de las consecuencias colaterales que tiene para el tribunal y el sistema de recursos, incluso de la jurisdicción ordinaria, este planteamiento de cuestiones prejudiciales en la fase de ejecución de los recursos ya resueltos por sentencias definitivas. En el fondo, hay un punto de acuerdo general. Nadie niega que es un problema que se aliente la idea de que es posible incumplir las resoluciones del Constitucional.

De la acción a la reflexión

La situación ha mutado de la acción a la preparación. Descartadas acciones para detener a la Audiencia Provincial, se busca definir algún tipo de mecanismo de respuesta aún sin concretar y con escasas posibilidades de acuerdo. Como ya ha ido avanzando este diario, lo que teme la mayoría progresista es un efecto contagio. Algunos en el TC llegaron a comparar el planteamiento de la cuestión prejudicial con la desobediencia y a señalar que se podía proceder con los instrumentos con los que cuenta el tribunal frente a esta, incluyendo multas.

Pumpido expuso que se trata de una situación que no se había planteado con anterioridad, y que afecta a la efectiva ejecución de las sentencias. En realidad, la intervención del presidente sirvió para oficializar algo que ya dijo en público horas antes del inicio del pleno. Durante su intervención en unos desayunos informativos, lamentó que trasladara el asunto al debate público en una especie de "juicio paralelo" en medios de comunicación y redes sociales. El mismo reproche se escuchó en la reunión donde el presidente incluso advirtió que no deben filtrarse informes internos como los que prepararon distintos magistrados en los últimos días de cara a la cita de esta semana y que han sido publicados por la prensa.

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Aseguró también que no hay intención de interferir frente a la Audiencia y que solo se ha puesto en marcha el debate al considerar que hay obligación de "reflexionar sobre ello". El debate será una reflexión interna "sin propuesta de resolución", concretó.

Los conservadores ven, sin embargo, un cambio de discurso ante la evidencia de que tenía esta lucha perdida. Un viraje. "Se ha visto obligado a rectificar", decía una fuente de este bloque. El desenlace se quedará en el terreno de lo simbólico.