La parálisis de Sánchez: el que menos leyes aprueba y con el 60% de sus proyectos en el cajón

El Gobierno de Pedro Sánchez es el que menos leyes consigue sacar adelante en sus primeros 17 meses de mandato. "La legislatura está funcionando", afirmó recientemente el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, aunque los datos no dicen lo mismo. Al Partido Socialista se le está atragantando la falta de apoyos en el Congreso de los Diputados, y apenas ha conseguido sacar adelante 28 leyes en este año y medio de legislatura.

Es una cifra que se sitúa lejos de la de otros presidentes del Gobierno. José María Aznar, en su primer mandato y sin mayoría absoluta, sacó adelante 89 leyes en el mismo período de tiempo. Zapatero, que también dependía de los pactos parlamentarios, consiguió aprobar 51 normas en su primera legislatura. El expresidente Mariano Rajoy alcanzó las 40 leyes en su segundo mandato, cuando más complicada tuvo la aritmética parlamentaria. El propio Pedro Sánchez consiguió aprobar hasta 77 normas entre enero de 2020 y mayo de 2021, cuando el equilibro de fuerzas políticas resultaba también peliagudo para el líder socialista.

Estos datos certifican el estado de coma inducido en el que se encuentra la legislatura actual, la primera en la historia de nuestro país en la que el partido que gobierna no es el más votado. La incapacidad del Gobierno para sacar adelante sus proyectos legislativos contrasta con los datos que está consiguiendo el principal partido de la oposición. En lo que llevamos de legislatura, se han aprobado 242 iniciativas del grupo parlamentario popular en el Congreso de los Diputados. En concreto, ha logrado el visto bueno de 227 proposiciones no de ley (PNL) (de las cuales 15 fueron aprobadas en Pleno y 212 en Comisión) y de 15 mociones consecuencia de interpelación urgente.

Más allá de las solo 28 leyes que el Gobierno de Sánchez ha sido capaz de sacar adelante, entre ellas la ley de amnistía -conditio sine qua non para su investidura-, hay otros indicativos del estado de parálisis del Ejecutivo. Uno de los más significativos es lo lejos que han quedado los socialistas de cumplir con el Plan Normativo que habían dispuesto para 2024. El año pasado, el Gobierno tuvo que dejar en el cajón el 60% de las normas que pretendía aprobar.

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Este plan, coordinado por el Ministerio de la Presidencia y aprobado por el Consejo de Ministros el 26 de marzo de 2024, comprometía la aprobación en el propio año 2024 de hasta 49 proyectos de ley y de 149 reales decretos. Lo cierto es que, de lo prometido por Moncloa, Sánchez solo ha logrado remitir al Congreso 16 de esos 49 proyectos de ley (menos de un tercio del total) y solo ha logrado aprobar 67 de esos 149 reales decretos (menos de la mitad del total). Por tanto, solo un 41% de los proyectos legislativos que contaban con sacar adelante han sido tramitados.

Bloqueo de las iniciativas de la oposición

De los 16 proyectos de ley remitidos a la Cámara Baja, solo 2 han sido aprobados de manera definitiva, un 12,5%. Desde la bancada popular lamentan que esta "falta de iniciativa legislativa del Gobierno" podría haberse compensado si la Mesa que preside Francina Armengol no se dedicara al "bloqueo sistemático de los proyectos según la conveniencia del Ejecutivo".

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"Hay ahora mismo en la Cámara proyectos de ley remitidos por el Gobierno hace más de un año que siguen todavía prorrogando sus plazos de enmiendas. En estas circunstancias es todavía más grave el bloqueo al que la Mesa del Congreso somete a las iniciativas legislativas registradas por la oposición. Las más de 30 leyes del PP paralizadas por la Mesa o vetadas por el Gobierno en esta legislatura podrían haber compensado la falta de iniciativa legislativa del Gobierno", denuncian los populares en una proposición no de ley registrada en el Pleno que busca obligar al Gobierno a comparecer para dar cuenta del cumplimiento de sus planes normativos cada año.

Otra de las circunstancias que denota la falta de vigor de Moncloa es la inexistencia de una propuesta de Presupuestos Generales del Estado desde que empezó la legislatura. La prórroga de los presupuestos no resulta inhabitual en nuestra historia democrática, pero sí lo es que durante dos años consecutivos el Gobierno no presente un proyecto presupuestario a las cortes generales.