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El PP enfila las cuentas en Murcia y Aragón, avanza en Baleares... y encalla en Extremadura
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PRESUPUESTOS EN MARCHA

El PP enfila las cuentas en Murcia y Aragón, avanza en Baleares... y encalla en Extremadura

María Guardiola descarta volver a negociar con Vox los presupuestos de 2025, que ya presentó en la Asamblea el pasado mes de noviembre. Prohens acerca posturas con Vox tras meses de desencuentros

Foto: Varios presidentes autonómicos del PP acuden al desfile por el Día de la Hispanidad. (EFE)
Varios presidentes autonómicos del PP acuden al desfile por el Día de la Hispanidad. (EFE)
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Las seis comunidades en las que el PP depende de Vox comenzaron 2025 con una prórroga presupuestaria publicada en sus boletines oficiales. Hace tres meses, tanto los presidentes como la propia Génova eran pesimistas respecto a la posibilidad de que Abascal accediera aprobar sus cuentas autonómicas. Ahora hay un pacto firmado en la Comunidad Valenciana, conversaciones encarriladas en Murcia y Aragón y avances en Baleares, una de las regiones que llegó a juguetear con la idea de un adelanto electoral por la pugna, a priori irreconciliable, con Vox. María Guardiola, que ya presentó las cuentas, sin éxito, en noviembre, descarta intentarlo una segunda vez.

Pero, ¿qué ha cambiado en tan poco tiempo? En diciembre, Abascal volvió a distanciarse de Feijóo y de sus barones por sentarse con el Gobierno para negociar la reforma de la Ley de Extranjería, una línea roja para los ultraconservadores. Pero aquellas conversaciones no solo terminaron sin acuerdo, sino que Génova endureció de forma notable su discurso migratorio. Había luz verde para intentar un nuevo acercamiento, pero Vox, crecido por su auge en las encuestas, elevó el precio. A la condición preestablecida de no acoger a más migrantes se sumó la de que los presidentes del PP pasaran "por el atril" para renegar del Pacto Verde Europeo.

Abascal culpaba a Feijóo de 'bloquear' las cuentas de sus propias autonomías por la negativa a asumir sus condiciones. La relación con los presidentes autonómicos del PP siempre ha sido más fluida que con el líder del PP. De hecho, en febrero, Vox cortó el discreto canal de comunicación abierto con Génova, a la que acusaba de instigar una campaña a través de sus "terminales mediáticas" para desestabilizarles. Pero las conversaciones continuaron a nivel territorial. El pacto estaba especialmente avanzado en la Comunidad Valenciana. La dirección del PP no participó de forma activa en la negociación, aunque sí la tuteló entre bambalinas.

Foto: Santiago Abascal en el Congreso. (EP/ Eduardo Parra)

Carlos Mazón se adelantó a sus homólogos territoriales. La aprobación de las cuentas significaba un balón de oxígeno en su delicada situación política. Y Génova dio el 'ok' definitivo. El precio era asumir buena parte de la agenda migratoria y climática de Vox, pero a cambio de encauzar también el resto de presupuestos autonómicos. Según la versión de Génova, era Vox y no ellos los que estaban en el bloqueo, y sólo se decidieron a facilitar las cuentas cuando detectaron un nuevo bajón en los sondeos por apadrinar las políticas de Trump en el intrincado panorama internacional. "Tenían una posibilidad de volver a marcar perfil y la aprovecharon", apuntan.

"Optimismo" en Murcia y Aragón

Tras el acuerdo en la Comunidad Valenciana, Génova dio luz verde al resto de barones del PP para calcar el ejemplo de Mazón y asumir públicamente las condiciones de Vox. Tanto en la Región de Murcia como en Aragón había buena sintonía —los presidentes hablan directamente con la cúpula de Vox en Madrid—. Dirigentes del PP apuntan a que, si nada se tuerce, Fernando López Miras será el primero en desatascar el acuerdo. Algunos creen que podría cerrarse incluso "en cuestión de días".

El presidente murciano tiene las cuentas "listas". Y esta semana trató de ponerles el lazo con unas declaraciones en las que criticaba el Pacto Verde y afirmaba que su comunidad "no va a acoger a más menores migrantes". No obstante, existe un nuevo escollo que el dirigente trata de resolver. En los últimos días, Vox "se ha enrocado" en eliminar el Programa de Lengua Árabe que se imparte en los centros educativos de la Región desde hace más de una década, y que ya existía cuando PP y Vox gobernaban en coalición antes de que los de Abascal salieran de los gobiernos en verano de 2024.

Foto: El líder de Vox, Santiago Abascal. (EFE/Rodrigo Jiménez)

En la cúpula de Vox piden a Miras "voluntad política", y desde el entorno del presidente replican que no está en sus manos porque su aplicación no depende del gobierno regional, sino del Ministerio de Educación. Se trata de un acuerdo internacional firmado entre España y Marruecos, que financia de forma exclusiva el Estado. Es extracurricular y está dirigido a alumnos marroquíes para evitar el absentismo escolar cuando no controlan el idioma. Con todo, las fuentes consultadas en el PP se mantienen "optimistas" y esperan reconducir esa última dificultad. "En una negociación también hay mucho postureo", afirman también en la dirección nacional.

Feijóo necesita cierta celeridad para no caer en la incoherencia de pedir a Sánchez elecciones generales por negarse a presentar Presupuestos este año mientras sus barones siguen sin aprobarlos. Y aunque ha dado autonomía, también se desliza cierta presión desde el cuartel general del PP. En Aragón se sacuden de las prisas y abogan por marcar sus propios tiempos, pero también apuntan a que el acuerdo puede llegar más pronto que tarde. Por ahora, Vox no ha planteado nuevas cesiones al margen de las ya preestablecidas. Jorge Azcón quiere tener perfil propio en la negociación con Vox, pero ya ha lanzado guiños importantes al criticar las "políticas verdes" y registrar un recurso para tratar de paralizar el nuevo reparto de menores migrantes pactado entre el Gobierno y Junts.

Prohens se mueve y Guardiola cierra la puerta

El impulso negociador que dio el acuerdo en la Comunidad Valenciana también ha provocado un cambio de rasante en Baleares. A diferencia de Aragón y Murcia, allí la convivencia con Vox se había convertido casi en misión imposible. Los desencuentros eran tales que la presidenta, Marga Prohens, ya había contemplado la posibilidad de propiciar un adelanto electoral. Pero el pacto suscrito por Mazón provocó un "cambio de escenario" que los populares quieren aprovechar.

El pasado jueves, Prohens mantuvo una reunión de tres horas con Montserrat Lluís, mano derecha de Abascal en la dirección nacional y máxima responsable de la gestión territorial de Vox. Es la misma dirigente que negocia con Azcón y Miras. "Se han acercado posturas", celebran fuentes de los populares que, por primera vez en mucho tiempo, ven opciones reales de avanzar en la negociación presupuestaria. "Tanto en el Pacto Verde como en el rechazo a acoger menores migrantes, llevamos un año pronunciándonos de forma contundente en esta línea", conceden, en un guiño a sus interlocutores. El escollo en este caso sigue siendo la política lingüística, a la espera de que Vox aterrice sus condiciones en esa cuestión.

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo (i), junto al presidente de Vox, Santiago Abascal. (EFE/Kiko Huesca)

La única dirigente que se sale del carril —al margen de Alfonso Fernández Mañueco, que volverá a las urnas en febrero de 2026— es María Guardiola. La extremeña cerró esta semana la puerta a negociar con Vox los presupuestos de 2025. "Es un capítulo cerrado", afirmó esta semana. No obstante, y a diferencia de Sánchez —que tiene las cuentas prorrogadas desde 2023— la dirigente autonómica ya presentó en la Asamblea las cuentas el pasado mes de noviembre, pero no contó con los apoyos suficientes para su aprobación. "El contexto de Extremadura no es el de otras comunidades, y nuestra responsabilidad es con los extremeños", zanjó.

Las seis comunidades en las que el PP depende de Vox comenzaron 2025 con una prórroga presupuestaria publicada en sus boletines oficiales. Hace tres meses, tanto los presidentes como la propia Génova eran pesimistas respecto a la posibilidad de que Abascal accediera aprobar sus cuentas autonómicas. Ahora hay un pacto firmado en la Comunidad Valenciana, conversaciones encarriladas en Murcia y Aragón y avances en Baleares, una de las regiones que llegó a juguetear con la idea de un adelanto electoral por la pugna, a priori irreconciliable, con Vox. María Guardiola, que ya presentó las cuentas, sin éxito, en noviembre, descarta intentarlo una segunda vez.

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