Sánchez volcará la inversión militar en un plan nacional sobre tecnología e industria de defensa

España volcará en un gran Plan Nacional para el Desarrollo e Impulso de la Tecnología y la Industria de la Seguridad y Defensa todo el esfuerzo de los próximos años en inversión militar. El presidente del Gobierno avanzó esta mañana, en su comparecencia en el Congreso, que se pondrá en marcha "antes del verano" y que concentrará el grueso del gasto adicional exigido para cumplir con los socios europeos. Pero Pedro Sánchez no ha dado cifras sobre cuánto invertirá cada año el Gobierno para llegar antes de 2029 al compromiso del 2%, ni cómo se financiará. Lo único que repitió es que no afectará a las partidas sociales.

Sí explicó que "canalizará a través de programas de colaboración público-privada" este nuevo gasto, intentar dar un "nuevo salto tecnológico e industrial", que favorezca la creación de nuevas empresas y el escalado de pymes y startups locales. El objetivo es que este plan contribuya, pero a la vez se beneficie, de todo el estímulo tecnológico e industrial que ha impulsado la UE, para fortalecer el espacio europeo de seguridad y defensa, después de la decisión Donald Trump de dejar de proteger a Europa y ponerse del lado de Rusia en la guerra de Ucrania.

Entre las cuestiones prioritarias que el presidente subrayó, figura "actualizar el equipamiento de nuestras Fuerzas Armadas", "modernizar los sistemas de protección de nuestro espacio aéreo y nuestras fronteras" y "desarrollar nuevas capacidades para bloquear los ataques cibernéticos y las campañas de desinformación de agentes extranjeros que sufrimos cada semana".

Al mismo tiempo, precisó, "vamos a contribuir a todas las iniciativas de protección y disuasión que se están impulsando a nivel europeo". Especialmente, citó, "aquellas relacionadas con el desarrollo de capacidades estratégicas que hasta ahora proveía el ejército estadounidense, en ámbitos como inteligencia, logística, mando y control y defensa aérea". Pero Sánchez en todo momento esquivó hablar de rearme, un término que escama a sus socios de Gobierno. El propio presidente demandó en el Consejo Europeo de la semana pasada sustituir este concepto por el de la seguridad.

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Además, Sánchez mostró un apoyo sin ambages a la creación de un ejército europeo. "Unas fuerzas armadas comunitarias para guiarlas con la misma bandera e intereses", afirmó. "Sólo así nos convertiremos en una verdadera unión y garantizaremos una paz duradera en nuestra región".

El jefe del Ejecutivo relató que "nos enfrentamos a una nueva crisis provocada por el regreso del imperialismo ruso y un giro copernicano en la política militar y económica estadounidense".Y estos dos cambios tectónicos, dijo, nos obligan "a dar un paso al frente".

Pero pidió esperar a que la Comisión Europea confirme los mecanismos de financiación para esta nueva política de defensa como paso necesario para concretar el calendario de cumplimiento de su propósito de llegar antes de 2029 al 2% de gasto militar, prometido a la OTAN y que ahora asume la UE como unas de sus prioridades. En las próximas semanas, comentó, se va a concretar y entonces "sabremos con claridad con qué recursos europeos contamos y podremos definir con precisión cuál será nuestra senda estatal de inversión".

El presidente se refirió también a la imposición de aranceles anunciados por Trump contra Europa, unas medidas que calificó de "absolutamente injustas e injustificadas". "Pedimos una vez más a la Administración Trump que recapacite, que dialogue con la Comisión Europea, porque si no lo hace, los europeos tendremos que defendernos".

Y aunque la postura española es negociar dentro de la UE "una respuesta proporcional, inteligente y unitaria con las instituciones comunitarias", anticipó que se está diseñando un Plan Nacional de Contingencia para ayudar a los sectores que podrían verse más afectados. Además, indicó, se está tratando de avanzar en la diversificación de los vínculos comerciales de Europa con el exterior, en la consolidación del Mercado Único, la unión bancaria, la integración energética y el euro digital.

Sumar, en contra de la OTAN

La intervención de la portavoz de Sumar, Verónica Martínez, fue un ejercicio de equilibrio para representar a todas las sensibilidades de los partidos de la plataforma, contrarios a una escalada armamentística, y a la vez no dejar en mal lugar a su propio Ejecutivo. Martínez asumió la "profunda transformación en el escenario internacional", que se ha producido una "invasión criminal" de Ucrania por parte de Rusia y se debe trabajar por una "solución justa y duradera que respete su soberanía". Pero consideró que el debate ahora es si un aumento del gasto militar supondrá una mayor autonomía estratégica para Europa.

Para conseguir esa independencia sostuvo que Europa no puede seguir aferrada a una "OTAN en descomposición". "Dejemos de empeñarnos en una organización que ya es un zombi y pongamos las bases de un futuro seguro para nuestro continente", declaró.

Gabriel Rufián, como sucedió durante la ronda de contactos que el presidente con los grupos, se mostró reflexivo, dispuesto a adaptar sus convicciones antimilitaristas porque "debemos hacernos cargo del mundo tal y como es, porque sino la historia nos dice que se hace cargo otra gente, con otras intenciones". Esto supone, destacó, "interpelar la pancarta del no a la guerra" porque en la calle dice que tiene "miedo" y nos pregunta "qué hacemos". La izquierda, remarcó, tiene que "hablar y legislar sin manías porque la izquierda también es orden, seguridad y defensa".

Podemos llama a Sánchez "señor de la guerra"

La representante de Junts, Míriam Nogueras, insistió en que el reforzamiento de la industria de defensa debe revertir en progreso para los ciudadanos y el tejido industrial de Cataluña. La portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurua, fue mucho más profunda en su intervención. Planteó que "no son ajenos a los riesgos que nos rodean, pero no podemos resignarnos a aceptar las fórmulas que se imponen desde la UE". Aizpurua apoyó abrir el debate pero sin “subordinación a EE UU y la OTAN.

Aitor Esteban, que hoy se despide como portavoz parlamentario del PNV, reclamó al presidente "ir concretando" el plan de defensa anunciado por Sánchez en el horizonte del verano y puso el acento en que la situación mundial es tan crucial que “trasciende incluso la gobernabilidad de España, en lo que parece una referencia velada a las críticas de Feijóo.

La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, fue la más dura con el Ejecutivo, acusó a Sánchez de querer ser un "auténtico señor de la guerra" con el mayor aumento del gasto militar de la historia en España. "Qué irresponsabilidad y qué vergüenza en lo que usted se ha convertido", le dijo.