Sánchez vende el aumento del gasto en defensa como vía para dar un "salto tecnológico"
Comparece en la Moncloa y defiende que "nadie mejor que nosotros para cuidar de nosotros mismos", en alusión a Europa. Promete que no restará "ni un céntimo de euro" a las políticas sociales
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"Nadie mejor que nosotros para cuidar de nosotros mismos". El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, bendice la pretensión europea de que la UE se ocupe a partir de ahora de su propia defensa e incluso ve en esta nueva fase una "oportunidad". El debate sobre la necesidad de una mayor autonomía estratégica del continente, que el anterior alto representante para Asuntos Exteriores y Seguridad, Josep Borrell, impulsó sin demasiado éxito entonces, ha eclosionado ahora con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. Sánchez no ve otra salida que los europeos "nos ocupemos de nuestra seguridad" y por eso, está dispuesto a acelerar el compromiso de gastar en defensa el 2% del PIB antes de 2029.
Todavía no hay detalles de cuánto se gastará en los próximos ejercicios, ni cómo se financiará. El jefe del Ejecutivo mantuvo este jueves una ronda de reuniones con los grupos parlamentarios y tampoco a ellos les ha ofrecido más datos. Pero desde el Gobierno se apunta a la celebración de una cumbre de la OTAN en la Haya como el momento en que se podrá precisar más. "Ahí es dónde se va a sustanciar cuál va a ser el grado de compromiso y de cumplimiento de ese 2%", señaló Sánchez en una comparecencia en la Moncloa. El dato de gasto de 2023 es 1,28% del PIB pero no está disponible aún el de 2024.
España está a la espera de la concreción de los mecanismos que Ursula von der Leyen ha puesto sobre la mesa, después de que los países bálticos hayan pedido ayuda a Bruselas para rearmarse y hacer frente a lo que el presidente denominó el "neocolonialismo" de Rusia.
La Comisión Europea ofrece flexibilizar las reglas fiscales para que el gasto en defensa no compute como déficit, facilitar el uso de fondos estructurales, movilizar dinero del Banco de Inversiones, 150.000 millones en préstamos para compras conjuntas y atraer también inversión privada. Todos los instrumentos son compatibles entre sí pero la primera pretensión del Ejecutivo es ampliar el concepto de defensa al de seguridad para que parte del gasto español dedicado a la protección de la frontera sur o a repeler los ciberataques rusos también puedan contabilizarse como gasto militar.
Pero la idea del jefe del Ejecutivo es que la inversión de estos años sirva a España y a Europa para dar un "salto tecnológico" porque, sostuvo, "nos hemos quedado rezagados", pese al potencial de nuestras Universidades y centros de pensamiento. En este sentido, aseguró que su apuesta no es una "carrera armamentística" sino una "seguridad del siglo XXI".
"Puede ser una oportunidad para España" mantuvo, para las startup, los emprendedores tecnológicos y las pequeñas y medianas empresas del sector. Similar, dijo, a lo que ha supuesto la transformación energética de las renovables. "No hemos sido lo suficientemente competitivos", reiteró, y ahora es el momento de enmendar ese error e invertir también "a escala europea" y no cada país por su lado.
El presidente esquivó concretar si, una vez que ya exista un plan de gasto, lo someterá a votación en el Congreso. Aunque, a su modo, respondió. Censuró que el PP lo reclame cuando "nos metieron en guerras ilegales e injustas", en alusión a José Maria Aznar y el conflicto de Irak, y destacó que fue José Luis Rodríguez Zapatero quien lo corrigió, al obligar a que el Congreso autorice las misiones de las Fuerzas Armadas. Por eso, sostuvo, que, "hay cuestiones que tienen que ver con la acción legislativa y otras cuestiones que tienen que ver con el grado de ejecución del Poder Ejecutivo", en referencia a que la gestión del presupuesto es una competencia del Consejo de Ministros.
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No sólo el PP se lo ha exigido, también algunos de sus socios como ERC y Podemos. Pero, como publicó este diario, el presidente ya prometió a Sumar que no se votaría en la Cámara. No se ha hecho hasta ahora, a pesar de que el gasto en defensa ha crecido desde 2022 para cumplir con la OTAN, y no se quiere hacer para no someter a esta tensión al socio minoritario y al resto de aliados parlamentarios de izquierda.
Para minimizar los recelos de algunos de los partidos que componen Sumar, Sánchez también ha garantizado que no se tocarán las partidas sociales. Este jueves lo dijo él públicamente: "No vamos a recortar ni un céntimo de euro en política social". Argumenta que desde 2018 ya ha sido posible invertir 10.000 millones en defensa, 120.000 en temas sociales y 20.000 en transición ecológica sin tener que elegir.
"Nadie mejor que nosotros para cuidar de nosotros mismos". El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, bendice la pretensión europea de que la UE se ocupe a partir de ahora de su propia defensa e incluso ve en esta nueva fase una "oportunidad". El debate sobre la necesidad de una mayor autonomía estratégica del continente, que el anterior alto representante para Asuntos Exteriores y Seguridad, Josep Borrell, impulsó sin demasiado éxito entonces, ha eclosionado ahora con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. Sánchez no ve otra salida que los europeos "nos ocupemos de nuestra seguridad" y por eso, está dispuesto a acelerar el compromiso de gastar en defensa el 2% del PIB antes de 2029.