La UCO cazó a uno de sus mandos chivando a la trama del socio de Aldama su detención inminente
La Guardia Civil acredita que un capitán especialista en blanqueo recibió televisiones, muebles, dinero y criptomonedas en el marco de su relación con los investigados
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Un capitán de la Guardia Civil fue descubierto por sus compañeros colaborando con una organización acusada de un fraude millonario al IVA. Es la red en la que están implicados un socio del empresario Víctor de Aldama, llamado Claudio Rivas, y la mujer que dijo haber llevado bolsas con dinero de comisiones ilegales a la sede del PSOE, Carmen Pano. El Confidencial ha tenido acceso a los informes del Instituto Armado que reconstruyen cómo el oficial presuntamente avisó a varios miembros de la organización de que iban a ser detenidos y los regalos que recibió de la trama a cambio de su colaboración: dinero, televisiones, muebles, criptomonedas…
El caso tiene que ver con una presunta organización criminal que operaba en el sector de los hidrocarburos a la que se le atribuye un fraude al IVA de al menos 136 millones entre 2019 y 2020. Sus miembros fueron detenidos el 20 de julio de 2021, pero la Unidad Central Operativa (UCO) considera que el aviso de su compañero provocó un “grave daño” a las pesquisas porque les ayudó a ocultar pruebas, dinero y mensajes que les podían comprometer.
Los propios detenidos confesaron tras su arresto que ya sabían que les estaban siguiendo. Uno de los cabecillas que tenía trato con el capitán sabía el nombre del máximo responsable de la investigación. En el caso hay un testigo protegido que ha aportado datos de esta relación y pantallazos de conversaciones con el mando. Otro de los detenidos recibió a los agentes el día de su arresto con una expresión inequívoca: “Os estaba esperando”.
La investigación contra este entramado se sigue en la Audiencia Nacional en paralelo a la otra causa de hidrocarburos por la que fue detenido Víctor de Aldama. El conseguidor del llamado caso Koldo luego fue puesto en libertad al aceptar colaborar con la Justicia. El otro caso en el que medió un supuesto chivatazo policial se conoce por el nombre de la principal operadora en el fraude al IVA, que se llama Gaslow. Pero en el seno de la UCO esta investigación siempre se conoció con el nombre de operación Larraondo.
En la UCO desde 2008
El capitán acusado de dar un chivatazo a la trama, J. S.Y., es un veterano mando especialista en la investigación de delitos económicos de la UCO. Desde 2008 estaba destinado en el Grupo de Blanqueo de Capitales de esa unidad de élite y fue detenido en 2022 por estos hechos. Se le investiga en una pieza separada también en la Audiencia Nacional por una presunta violación de secretos, integración en organización criminal, cohecho y blanqueo de capitales, los delitos que tantas veces investigó.
La trama desarticulada en julio de 2021 en torno a la mercantil Gaslow tenía cuatro cabecillas: Claudio Rivas, Juan Simón, Antonio Rodríguez Estepa y Javier García. El capitán –teniente en el momento de los hechos– tenía relación con los dos últimos y con otro detenido llamado José Luis Caramés Taboada. También con una cuarta persona llamada José Luis Sáez García que, si bien no fue arrestado en aquel julio de 2021, colaborada presuntamente como testaferro para la red.
"Otros dos detenidos habrían sido también alertados de las actuaciones judiciales y policiales que les afectaban"
Para sostener sus conclusiones, la UCO y el Servicio de Asuntos Internos de la Guardia Civil han analizado los teléfonos móviles de los implicados: “Javier García fue avisado de su próxima detención (...) Además de ese detenido, otros dos, Rafael Gómez de la Granja y Antonio Rodríguez Estepa, habrían sido también alertados de las actuaciones judiciales y policiales que les afectaban”.
En su defensa, este capitán alegó que Javier García era un confidente. Efectivamente, consta dado de alta como fuente propia de la UCO desde el 28 de junio de 2019, pero los investigadores destacan que no hacía informes escritos sobre sus conversaciones y citas con este presunto confidente. En los mensajes analizados se aprecia que los integrantes de la organización criminal desarticulada se referían a este capitán con expresiones como “el amigo verde” y “su amigo el guardia civil”.
Contactos desde 2014
Los investigadores sitúan el origen de la sospechosa relación entre este guardia civil y los investigados en 2014. Apuntan a que el mando medió ante un juez en favor de Rodríguez Estepa para sortear la medida cautelar que le prohibía salir de España. Así, este empresario logró viajar a Alemania y a Dubái. Solo tres días después, el oficial de la UCO le pidió a un colaborador del empresario que le enviará el enlace de un aparato televisor del que habían hablado el día anterior.
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Cuando la Guardia Civil registró la casa de este compañero tras su arresto en 2022, se encontraron con una televisión que había sido comprada en 2013 por una de las empresas de la trama de los hidrocarburos. Constan los mensajes en los que se concertaron para darle la televisión y cómo el oficial se sorprendió por lo grande que era. “Que la disfrutes”, le dijo uno de los que años después acabaría investigado por el fraude millonario al IVA. Las pesquisas documentan al menos otra televisión regalada.
Lo que tiene que ver con el chivatazo a la organización de los hidrocarburos se centra en los días previos al 20 de julio de 2021, el día de las detenciones. Según la cronología que establece Asuntos Internos, el 5 de ese mes, el cabecilla Javier García empezó a ponerse nervioso porque detectó un dispositivo de vigilancia por los detectives contratados por la trama. Avisó al resto de que le iba a preguntar a “su amigo el guardia civil” si les estaban investigando.
Cronología del chivatazo
Ese mismo día 5, horas más tarde, indicó en un chat de mensajería que su amigo, con el que acababa de hablar, le había informado de que “en principio todo está bien”. Otro de los detenidos indicó en un grupo de WhatsApp que se eliminasen chats de la empresa.
Al día siguiente se precipitó todo. En el seno de la UCO hicieron una reunión para planificar la operación Larraondo y pidieron refuerzos para llevar a cabo los arrestos y los registros. El plan era desarticular este entramado del sector de hidrocarburos que llevaba años defraudando cantidades millonarias a Hacienda. Solicitaron personal de apoyo a varios grupos y uno de ellos era el del capitán investigado. De ese modo supo que había unas diligencias en marcha contra las personas con las que llevaba años colaborando.
"Mañana por la noche te veo y te comento algo, y no empieces a preguntar que te conozco jjjj"
La fecha inicial para hacer las detenciones iban a ser la semana siguiente, el día martes 13 de julio. Justo al día siguiente de la llamada de refuerzos en la UCO, coincidió que de nuevo el cabecilla Javier García preguntó si había “alguna novedad en el frente”. Seguía intranquilo. Lo hizo a través de la red de mensajería Threema, que permite conversaciones anónimas.
Por el tipo de escritura, los investigadores no tienen duda de que la persona que le filtraba información era el capitán de la Guardia Civil. “Mañana por la noche te veo y te comento algo, y no empieces a preguntar que te conozco jjjj”, le contestó el capitán. Asuntos Internos plasma en uno de sus informes remitido a la Audiencia Nacional que era habitual que el capitán escribiese así la onomatopeya de la risa. Lo saben porque han leído sus mensajes a partir del análisis de su teléfono incautado.
Al día siguiente, el cabecilla de la trama escribió un mensaje de móvil dando por hecho que le iban a detener: “Según esté pollo, dice que ve cosas muy raras y que entre el lunes y miércoles me llevan puesto”. Los días referidos se corresponden con la franja del 12 al 14 de julio. Las actuaciones estaban previstas inicialmente para el martes, 13 de julio. Otro investigado le indicó a alguien relacionado con el mantenimiento informático que borrase todos los correos electrónicos de este cabecilla.
“Uco detenciones hoy”
Esos días hubo más comunicaciones entre la trama y el guardia civil. Otro de los jefes de la organización de los hidrocarburos, Rodríguez Estepa, invitó al capitán al cumpleaños de su pareja, que tuvo lugar el 10 de julio. A Asuntos Internos le llama la atención que en el móvil de este investigado consta la siguiente búsqueda en internet: “Uco detenciones hoy”. Hizo lo mismo el día 13, cuando estaban inicialmente previstos los arrestos. Pero finalmente se aplazaron al día 20.
El día 19 de julio, el oficial del caso de la operación Larraondo comunicó al capitán que al día siguiente se detendría a Rodríguez Estepa y a todos los de Gaslow. Es el mensaje al que ha tenido acceso este periódico y que encabeza esta información. El guardia civil investigado le respondió que hacía tiempo que no hablaba con Estepa. “Como se ha visto en la secuencia precedente, unos días atrás existió comunicación entre ambos y poco después Estepa empezó a realizar búsquedas sobre actuaciones de la UCO”, apunta Asuntos Internos.
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En el marco de estas pesquisas, la Guardia Civil ha hecho un análisis patrimonial a su compañero desde el año 2014, cuando comenzó sus contactos con la trama, hasta el momento de su arresto por Asuntos Internos en 2022. Durante ese tiempo, tenía un sueldo de 3.400 euros como miembro de la UCO. Partiendo de esa base, hay operaciones y compras que no le cuadran a los investigadores.
Análisis de su patrimonio
En abril de 2019, compró una parcela sin edificar por un precio declarado de 60.000 euros. En su manifestación dijo que además de esa cantidad entregó algo en efectivo. El vendedor de la parcela manifestó que fueron unos 40.000 euros. “Se ignora el origen de este dinero”, apunta Asuntos Internos. En la parcela se construyó una piscina y se hicieron obras. Una y otras se valoraron por personal técnico en 67.000 euros, desconociéndose asimismo cómo se pagaron unos 47.000 euros. “En suma, un gasto de aproximadamente 87.000 euros no tiene reflejo en las cuentas bancarias del investigado y su familia”, dice uno de los informes del caso.
Entre marzo y junio de 2022, el investigado también compró un inmueble en Getafe, vinculado indirectamente a uno de los miembros de la organización. Pagó 70.000 euros “que solamente supone la mitad de su valor de referencia”. La trama le compró además parte de los muebles de esa casa, concretamente un sofá de tres plazas, una mesa de forma oval, unas sillas tapizadas en gris y una mesa de centro. En la documentación a la que ha tenido acceso este periódico se aprecia cómo los investidadores señalan los citados muebles en una foto del salón de la casa.
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Asuntos Internos documenta además transferencias de dinero a su favor procedente de la trama y transferencias de criptomonedas a favor del investigado en meses previos al presunto chivatazo. Este capitán también usaba una moto pagada por una persona con antecedentes policiales por blanqueo de capitales, reclamado por Venezuela e investigado por el propio capitán de la Guardia Civil. El precio de la motocicleta fueron más de 12.000 euros y la puso a nombre de su cuñado al que le dio 6.000 euros.
Asuntos Internos también documenta “un uso inusual” de dinero en metálico para el pago de bienes y servicios a partir del año 2019. Entre ese año y 2022 supera los 47.000 euros. Son los años de mayor actividad de la trama de hidrocarburos. Por último, Asuntos Internos también ha detectado el uso velado por el investigado y su entorno familiar de tarjetas prepago que son recargadas en metálico con 96.000 euros de origen desconocido, entre diciembre de 2018 y mayo de 2023.
Un capitán de la Guardia Civil fue descubierto por sus compañeros colaborando con una organización acusada de un fraude millonario al IVA. Es la red en la que están implicados un socio del empresario Víctor de Aldama, llamado Claudio Rivas, y la mujer que dijo haber llevado bolsas con dinero de comisiones ilegales a la sede del PSOE, Carmen Pano. El Confidencial ha tenido acceso a los informes del Instituto Armado que reconstruyen cómo el oficial presuntamente avisó a varios miembros de la organización de que iban a ser detenidos y los regalos que recibió de la trama a cambio de su colaboración: dinero, televisiones, muebles, criptomonedas…